Reseña: Una Educación Oriental, de Charles Berberian
Prefiero mucho más la sugerencia de Charles Berberian para contar su historia que la de su antiguo colega en Mr. Jean (Mon papa dessine des femmes nues (Mi papá dibuja mujeres desnudas)). Sin embargo, no sabía qué me iba a encontrar en Una educación oriental ahora que Planeta Cómic ha decidido traerlo a nuestras librerías. Pero cuando comencé a leerlo…, al final me gustó mucho este álbum, sobre todo, porque no es lo que imaginaba. Y es que esperaba una fórmula parecida a L’Arabe du futur (El árabe del futuro), y aunque conserva un poco de su ADN, es mucho más entretenido su contenido.
En Una educación oriental, mantenemos el lado testimonial a través de la juventud que tuvo el autor entre Bagdad y Beirut (siempre una parte agradable e interesante aunque menos fuerte que en otras obras suyas) pero no sólo eso, también tenemos algunas divagaciones/pensamientos del autor que dicen mucho de algo reciente como es el comienzo y todo lo que giró en su entorno respecto al Covid. Porque estamos ante un álbum que busca con su estructura el comenzar de nuevo. Con un camino narrativo y gráfico que mola a poco que conozcas a Berberian. Una historia que lentamente se transforma en un hermoso homenaje a su hermano y a su abuela. Y, por supuesto, a Beirut.
Siempre es un placer leer sobre la juventud de un autor, sobre alguien que tiene el don, pues en este caso tuvo una vida diferente a cualquier otra. Charles Berberian vivió un tiempo en el Líbano con padres de múltiples orígenes étnicos. Vamos y venimos entre el presente, su juventud y las pocas veces que regresó a dicho país. El dibujo también va en todas direcciones: hay viñetas “normales” y los bocetos que realizó durante su juventud e incluso una página entera de fotografías. Es realmente una mezcolanza, casi parece como si el álbum hubiera sido producido al azar a partir de las ideas que tuvo el autor durante su creación. Pero aún así es una lectura agradable y me gustó especialmente cuando el autor habló de su infancia y admito que hasta ahora nunca me había percatado de que su hermano es el director Alain Berberian.
Iniciado durante la crisis del Covid, Una educación oriental es un hermoso homenaje que el autor rinde a su familia pero también una reflexión sobre las raíces de las personas y como debemos mantenerlas. Y eso mola siempre leerlo para saber y reconocer que siempre hay alguien que lo ha pasado peor que tú.
Una obra muy personal que no agradará a todo el mundo.