Reseña: Lonesome. Integral 1
Lonesome no solo marca mi regreso al buen cómic western. También es el regreso de Yves Swolfs a este género, al guion y a los pinceles de estas historias que siempre enganchan a poco que te guste el buen cómic europeo. Y es que con este título que recién edita Norma Editorial, los fans se sentirán rápidamente en territorio familiar, ya que los primeros encuentros recuerdan a grandes cómics como Durango, Blueberry o The Undertaker (https://www.normaeditorial.com/catalogo/comic-europeo/serie/undertaker). Un cómic que goza de una impresión que es particularmente fuerte en los rostros de muchos protagonistas, incluido el héroe, y más generalmente en los gráficos que Yves Swolfs aporta. Un diseñador que me ha demostrado que goza de talento y experiencia porque su montaje y encuadre saben jugar perfectamente con la relativa rigidez de la línea y tiene un estilo realista que conserva todo el atractivo que la ambientación western necesita. Además, he tenido la sensación que el autor ha querido complacerse –y quizás tranquilizar a sus fans– en este primer volumen “repitiendo” escenas típicas que constituyen para él referencias al género que tanto nos gusta a algunos: el jinete solitario en busca de venganza, los paisajes nevados o incluso el duelo en la calle principal del
poblacho en concreto donde se desarrolla la trama.
A ambos lados de la frontera que separa Kansas y Missouri los esclavistas y los abolicionistas incrementaban sus incursiones, un solo hombre mata a tres tipos. Tres pistoleros que estaban al servicio de Markham, un pastor que incita a la población a unirse a la causa del Norte y que aprovecha su campaña para castigar a los pecadores de formas atroces. Pero El Solitario los acecha y los embosca. Estamos en enero de 1861 y faltan pocos meses para que en este país estalle una guerra civil entre el norte unionista y el sur confederado. El predicador Markham y su banda atizan la hoguera de odios sembrando el terror, pero este jinete sin nombre del que os hablo persigue a los malvados, dejando a su vez un rastro de muerte y destrucción. ¿Quién es? ¿Qué pretende? ¿Qué sucederá cuando alcance a Markham?
Un clásico moderno. El autor no pretende lo contrario y sus fans probablemente no aspiramos a más. ¿Por qué? Porque está bien ejecutado. Pero aunque estaba obra se puede, y se ha comparado mil veces con Durango, existen diferencias. El escenario anterior a la Guerra Civil proporciona un telón de fondo interesante, con su cuota de intrigas y abusos, y Swolfs introduce un elemento fantástico en su historia: su personaje puede ver secuencias del pasado de las personas a las que toca. Esto para mí es el toque molón y diferente de Lonesome. ¿Cada cuánto vemos a alguien con poderes dentro del género western? Y otra cosa es que me encanta el dibujo rítmico y detallado de este cómic. El escenario sorprende pese a que es un entorno que se ve a menudo en este género.
Yves Swolfs, el indiscutible maestro del género, proporciona algunas pistas adicionales sobre el enigmático pasado de su misántropo vaquero; serio y lacónico, seductor y contenedor, el hombre es carismático, sin envidiar en nada a las figuras esenciales del western como John Ford, Sam Peckinpah o incluso John Wayne. Podéis aventuraros sin decepcionaros.