Reseña: Dead Day, de Ryan Parrott y Evgeniy Bornyakov
¡Una historia de zombis fresca y novedosa!
Me dispuse a ver si esto era cierto. Porque la premisa básica prometía demasiado: Si los muertos pudieran volver por una sola noche, ¿querríamos que lo hicieran? Esto es lo que propone Dead Day, una miniserie recién publicada por Planeta Cómic en nuestro país, un tomito que, que duda cabe que conociéndome, iba a disfrutar de todas-todas por mi eterna afición al género zombie. Pues, aunque parezca mentira, NO HAY tantos cómics que toquen este género y que se puedan disfrutar con apertura y cierre en pocos números como éste.
La historia comienza unas horas antes del atardecer del quinto Día de los Muertos cuando una pareja con hijos pelea por lo que hará la esposa, Mel, si alguien cercano a ella regresa de entre los muertos. Pero no todos los muertos regresan, y aquellos que han sido incinerados no lo hacen, por lo que es un misterio en tensión para ciertos vivos el saber quién aparecerá y quién no. Y es que durante las últimas horas antes del atardecer, la familia va de compras, y la esposa adquiere siniestramente balas para su arma y su vecino corta la garganta de una cabra para pintar de rojo con sangre el marco de la puerta de su casa. En el estacionamiento de la ciudad, vemos a una mujer soltando teorías de conspiración sobre el día de los muertos y los extraterrestres y de lejos vemos y conocemos a una joven, Lily, que es una «renovadora» y que parece interesada en Brandon, el hijo adolescente de la pareja que aparece en la historia…
Este genial cómic iba para novela, y de las buenas. Hay todo tipo de reacciones ante el día de los muertos: una es un grupo de justicieros que cazan a los muertos y los queman hasta convertirlos en cenizas. Pero algo que enciende nuestra empatía es cuando vemos a un joven pobre, recientemente muerto, tratando de volver a ver a su familia por última vez…, aunque los justicieros le disparan mientras intenta escapar y lo arrojan a una hoguera apilada con los cuerpos de otros muertos que han regresado…
Tenemos en Dead Day un guion potente y un dibujo aceptable que, en realidad, tampoco es que nos importe mucho porque la trama es lo que te mantiene enganchado todo el tiempo. Los verdaderos amantes de este subgénero del terror lo van a disfrutar a tope. Pero además os digo que el guion se complementa con citas clave de poemas sobre la muerte como aperturas de cada número y eso queda genial.
Evgeniy Bornyakov retrata a los muertos como casi vivos (¡la mayor parte del tiempo!), sin los adornos de zombis que hemos llegado a ver en cantidad de pelis ochenteras. Vemos algunos cuerpos parcialmente descompuestos, pero ese no es el foco: los muertos son ágiles y en su mayoría parecen vivos durante la noche, a menos que, por supuesto, hayan sido asesinados de alguna manera particularmente desfigurante. Un buen detalle es que muchos de los muertos usan máscaras, velos o, en el caso del compañero de Mel, un casco de bicicleta con la visera hacia abajo. Y, por supuesto, estamos deseando que llegue ese momento clave en el que se lo quita.
Un cómic que trasciende el género zombie y gustará a todo aquel que siempre busque -como yo-, algo de originalidad sobre el tema.