Bienvenidos al paraíso de la libre empresa, bienvenidos a Falter City, el lugar donde todo es posible siempre y cuando seas un joven emprendedor que no tenga miedo de ensuciarse las manos. Salir es aquí un término que debe tomarse en su plena aceptación porque, en realidad, sales del barro, del fango, de donde surge la riqueza y lo podrido.
Nos encontramos con dos tipos adolescentes encabezados por una madre con “M” mayúscula. Penn y Lipton Wise son adolescentes arquetípicos que no tienen o ellos mismos no se ven con mucho futuro. ¿Falter City? Una sucia ciudad australiana en auge, abriendo una fábrica de yogures caseros… Pero deben actuar con calma y cautela. El lugar está lleno de estafadores y sinvergüenzas. Y alguien se tiene que encargar de que sus vidas, las que tienen… las que están viviendo ahora, sean una dulce transición a la vida adulta. Pero entonces, ¿La Mugre es un western? Sin duda, pero sin los códigos propios del género. Como dijo un colega que aprecio bastante por sus gustos raros, indies, undergrounds, un cómic que es una poderosa alegoría del capitalismo en todo su salvajismo y donde efectivamente prevalece la ley del más fuerte.
Una historia más inteligente de lo que podría revelar un vistazo rápido cuando lo ves casi de pasada en tu librería favoritos. Un tomo que edita en nuestro idioma la siempre recomendable editorial Dibbuks y una historia que no está exenta de humor.
Con un dibujo un tanto caricaturesco que uno puede domar y llevárselo a su terreno sin problema. Pero lo importante es que es inmersivo. Solo quieres después de leer, darte una ducha para limpiarte todo ese barro… jaja. Pues sorprendente es que La Mugre es una historia que se desarrolla, como indica el título, en el barro. Un universo, una ciudad que concentra en medio del barro los desechos de una sociedad que parece francamente en decadencia. Un universo turbio por tanto. Y si el héroe es, por su ingenuidad y sus valores de honestidad, una excepción (un objetivo para los sinvergüenzas que pululan en la superpoblada y decrépita ciudad de Falter City) en medio de este fango (su hermano es más astuto que un zorro). Lo que ayuda bastante a compensar la historia creada por Pat Grant. De hecho, más allá de estos escenarios del fin del mundo, diría que tenemos aquí también una especie de parábola de la sociedad actual llevada a un Mad Max australiano que pienso que no está mucho más lejos de la realidad.
En todo lo malo es bueno.
La Mugre representa un capitalismo podrido, donde un cierto humor grotesco, un poco negro, se codea con las aventuras más clásicas que siempre nos han gustado. Una lectura que disfruté.