Reseña: Scottish Connection, de Alan Grant y Frank Quitely

Aventurita chula del orejas picudas que aún no había conseguido disfrutar es esta Scottish Connection que ECC Ediciones publicó hace nada en un tomito la mar de llevadero.

Un aventura con la que ir a lo seguro, una obra nuevamente rescatada que no debe faltar en ninguna cómicteca, un cómic elaborado por dos grandes del pijameo como son Alan Grant y Frank Quitely. Y es que desde el momento en que me enteré que volvía a estar disponible supe que tenía que hacerme con una copia. Para un fan como yo de las aventuras «around the world» del Caballero Oscuro, el atractivo era demasiado grande. Sin embargo, esperaba sentir mucha vergüenza ajena. Venían a mi mente imágenes de un Batman con falda escocesa persiguiendo haggis salvajes por los mayorales y todos esos otros estereotipos escoceses que parecen felices de reproducir ante el resto del mundo; esos pensamientos que para nada eran gustosos. Pero me alegra decir que no fue el caso. Aunque tampoco quiero decir que no vengan en el cómic tradiciones clásicas escocesas representadas. Pero se manejan de una forma “razonable”.

Y si soy sincero, realmente no esperaba mucho de la historia, pero me llevé una agradable sorpresa. Incluso aunque Edimburgo, una de mis ciudades europeas favoritas, sea prácticamente destruida.

Bruce Wayne está en Escocia para presenciar cómo el corazón de un antepasado es devuelto a su tumba recientemente descubierta. Mientras está allí, descubre un complot para vengar a una familia obligada a abandonar su tierra durante la limpieza de las Tierras Altas. La trama involucra la Capilla Rossyln (la de los Caballeros Templarios), y aparece en discordia un antiguo pergamino que revela una forma de convertir a cualquier hombre en Azrael. Y mucha historia y mitología más, que me enganchó y me enamoró al momento. Porque incluso Batman pasa a los Broons en una autocaravana (no estoy seguro de que todo el mundo entienda esta referencia escocesa pero es que me encanta todo lo que aportó Grant Morrison al noveno arte).

Así que lo dicho: la historia fue mucho mejor de lo que esperaba. Disfruté mucho de este cómic que, por supuesto, disfruté de una sentada. El guionista inglés Alan Grant dándolo todo, uno de los principales autores de las aventuras del Hombre Murciélago en la década de los 90, trasladando al orejas picudas al Reino Unido acompañado por el escocés Frank Quitely, dibujante de obras capitales de DC Comics como All-Star Superman o JLA: Tierra 2, Batman: El Detective, El Caballero del Dragón… y muchísimas más.

Dibujos amplios, viñetas que son una maravilla.

Cine de acción en formato cómic.

Perderse esta aventura no es una opción.