Este álbum lo publica Norma Editorial. Y cuando comenzamos sin saber nada al respecto, el prólogo que presenta al héroe en la edad de un joven adolescente y evoca su pasado, sugiere que vamos a seguir la historia de su juventud y el trauma que parece haberle afectado. Pero en realidad esto es sólo el comienzo de la historia porque este cómic cuenta casi toda la vida de este chico llamado Carlos Vargas Moreno, desde su infancia durante la Guerra Civil Española hasta 1975. Y, sobre todo, mostrará cómo se desarrollará un complejo viaje de vida, que le llevará a convertirse en uno de los reyes del hampa catalán durante todo el franquismo. Una trágica historia familiar así como la presentación de un panorama de la sociedad barcelonesa bajo la dictadura franquista.
En Barcelona Alma Negra, tres diseñadores comparten el dibujo sin que yo pueda distinguir quién hizo qué y dónde termina el aporte de uno u otro. Hay que decir que Torrents ya había demostrado con Le Convoi que era capaz de producir gráficos cercanos a los de Rubén Pellejero (Un poco de humo azul…) con una línea elegante y clara y tinta espesa. En cuanto a Martín Pardo, este es el primer cómic que leo, armoniza bien con el estilo de los otros dos. El resultado es visualmente apreciable y anima a la lectura: por lo que tenemos un álbum de cómic europeo bonito y presentado con una enorme claridad. No obstante, en cuanto a la historia, tengo que decir que sorprende un poco por su ritmo. Los años pasan a veces muy rápidamente de una escena a otra, dando la ligera impresión de sobrevolar la vida del héroe y de obtener sólo extractos, pero extractos bien elegidos que forman un conjunto coherente y coherente en su conjunto. En su juventud el prota vive algunas tragedias, esas que moldean el carácter de cualquier persona y que se arrastran hasta la senectud. Las que moldean el carácter del futuro adulto en el que se convertirá. Pero ningún maniqueísmo porque Carlos no tiene nada de santo.
Una historia que se disfruta siguiendo el viaje de este hombre y descubriendo a través de él la situación de la Cataluña de esos años. La dictadura de Franco es un elemento esencial de la trama, pero está personalizada sobre todo en la persona de un policía podrido al que rápidamente llegamos a odiar, tan patético como el fascismo que adora. Fue para mí una lectura interesante y atrapante pero el personaje principal se vuelve cada vez menos entrañable con el paso de los años, lo que, sumado a la sensación de superficialidad de una narración con un ritmo un tanto desenfadado, establece una cierta distancia entre el lector y la emoción que podría surgir de la trama esencial. Por tanto, parece más instructivo que verdaderamente conmovedor. Sin embargo, es un álbum que recomiendo leer, que me queda el deseo de releerlo algún día porque se devora en un suspiro.
Los guionistas Denis Lapière (Sola) y Gani Jakupi se asocian con el trío barcelonés compuesto por el gran Rubén Pellejero (Corto Maltés) en compañía de Eduard Torrents y Martín Pardo para dar forma a una historia inolvidable ambientada en la Ciudad Condal.