Esta aventura del Capitán América ha terminado siendo una historia súper agradable, para todas las edades y llena de espíritu, acción y aventuras, que se ve y se siente como si hubiera sido extraída directamente de una edición de un tebeo de mediados de los 60. Relata las misiones del Capi durante la Segunda Guerra Mundial con su compañero Bucky y además está cargado de onomatopeyas, más de las que podría haber en toda una temporada de episodios de televisión de la serie clásica de Batman. (¡Clank! ¡Tromp! ¡Crunch! y ¡Rat-Tat-Tat-Tat!), mola, a la vez que se percibe gracioso porque tampoco es tan extenso el tema como para cansar.
En El Ejército Fantasma tenemos al valiente dúo en acción. Donde por cierto se podría haber incluido el nombre de Bubky en la cabecera. No hubiese importado meterlo en el título ya que el adolescente es igualmente protagonista y su personalidad en muy importante aquí. Trasladándose los dos a una Rumania ocupada por los nazis en aquel duro conflicto que vivió el mundo entero pero, sobre todo, la vieja Europa. Entonces, formando equipo con miembros potentes en la batalla de los Comandos Aulladores (¡Woot-Woot!) y la familia Maximoff (que más tarde legará al mundo a la Bruja Escarlata y Mercurio) en un entorno de tiempos de guerra, ciencia ficción y narrativa sobrenatural, se nos presenta a un villano cobarde con suficientes problemas con su padre como para darle a Freud una tarde libre (el barón Mordo y el desagradable abuelo nazi). Aparte de un romance casto entre Bucky y Sofia: practican movimientos de autodefensa el uno con el otro (¡Ejem!), lo que cuenta como coqueteo dadas las circunstancias, ya que llevan gran parte de los actos heroicos de levantar objetos pesados a la vez.
Lo que no os había confesado hasta ahora es que soy un lector automático de Alan Gratz pero apenas he leído nada hasta ahora (en comparación con otros superhéroes Marvel) del Capitán América. Me ha gustado de esta historia que lleva intrínseca algo de mitología bélica con la que se aprenden cosas. No estaba familiarizado con la Ghost Army, la primera unidad de engaño táctico y móvil del ejército USA, capaz de simular dos divisiones (aproximadamente de 30.000 hombres) con la que utilizaron engaños visuales, sónicos y de radio para engañar a las fuerzas alemanas durante el último año de la Segunda Guerra Mundial. ¡Incluido el uso de un tanque inflable!
Muy guay.
En este TPB que recién edita Panini Cómics, y que da para una buena tarde de lectura piscinera, también se debe dar crédito al artista Schoonover y sus ilustraciones, que tienen un estilo retro de los años 60 que lo flipas.