Uno de los clásicos más amados por los lectores constantes de DC, siempre presente en esta nueva ola de tomitos en cartoné que está sacando ECC Ediciones la mar de recomendables como es la colección Grandes Novelas Gráficas. Una muerte en la familia, un titulazo, para mí casi un one-shot por su corta extensión, que todo-todito-todo aficionado al cómic (no sólo a Batman) debería leer al menos una vez en la vida. El típico clásico que lo degustas página por página, consciente de que tienes algo que marcó un antes y un después en el mundo del noveno arte. Porque fue además de esas pocas y grandes iniciativas a la vez, que las grandes editoriales tienen una idea original para con el aficionado, y lo mejor, la sacan adelante. Fue en 1988 cuando DC Cómics decidió realizar una macro encuesta donde los lectores debían decidir el final de Jason Todd (segundo Robin) tras un enfrentamiento nada más y nada menos que contra el Joker. Un número de teléfono para opinar, si deseaban que Robin viviera, un número de teléfono si querían mandar de una vez por todas, a Robin, a los pinos.
Al ser un clásico, algún ingenuo habrá que no haya leído la obra todavia pero creo que ya el titulo en sí, es un buen spoiler. Así que no se asustarán al saber o imaginar lo que casi el cien por cien de los encuestados comiqueros votaron que sucediera.
Jason Todd nunca había sido una opción muy popular como reemplazo de Dick Grayson, incluso después de despuntar en Crisis en Tierras Infinitas. Así que dirigentes de DC pensaron que esta idea sería una buena vía libre para ver que se enrollaban (pensaban) con el aficionado. Y así fue. Una muerte en la familia, mola y es un clásico, repito, que todo el mundo debería leer. ¿Y qué cuenta pese a que ya sabemos el final? ¿O es el comienzo? Jason Todd ha desaparecido. Partió en busca de su madre biológica y obligado a ignorar la creciente amenaza del Joker, Batman decide rastrear los últimos pasos de su aprendiz desaparecido. Ayudarlo, antes que se meta un túnel sin salida, ayudarlo antes de que sea demasiado tarde. En la trama, Jason descubre que su verdadera madre está viva. La búsqueda le lleva nada más y nada menos que al Medio Oriente, donde descubre que su madre está involucrada en negocios con…
Un argumento que mola, un “durante” interesante y con grandes momentos para el mundo del cómic. Una pequeña edición en tapa dura y a un precio genial por lo que supone. DC Cómics no es (ni era) era tonta. Si los lectores de Batman fueron capaces de votar para matar y eliminar de la faz de la tierra a un personaje tan emblemático; debía hacerse algo grande. Uno de los guionistas de moda a finales de los 80, era mi amado Jim Starlin, y a el se le encargó el guion; Jim Amparo a los lápices, Mike DeCarlo a las tintas y Adrienne Roy a los colores. Y bueno,portadas realizadas por el dios Mike Mignola que quedaron para el recuerdo. Cuatro números que poco después fueron publicados en un tomo que toda la people consciente lo pilló y ahora vuelve a estar disponible en librerías.
El tema de la muerte de Jason Todd afectó, sin duda, la continuidad de ciertas series principales de Batman. Vinieron con los años ciertos arcos argumentales y ciertos eventos que trataron de un modo u otro lo aquí sucedido. Suele pasar cuando se decide ser original y romper los esquemas con algo nuevo que lo que venga después, ya se verá. No preocuparse por el futuro es obviamente una de las claves para ser feliz, original y desmarcarte de todo lo estipulado.
Y aquí se ve.
Un clásico indispensable.