No engaño a nadie ni descubro un nuevo mundo si digo que Las guerras de Lucas es de visita obligada para los fans de la saga de ciencia ficción cinéfila más grande de todos los tiempos. Una novela gráfica que trae a librerías Norma Editorial, una novela gráfica súper bien elaborada que, sobre todo, será del interés de los fans del cine de esos que quieren saber más y más de lo que hay o hubo tras cada escena, cada grabación, cada momento vivido por los afortunados que alguna vez hicieron acto de presencia en estas historias eternas.
Obra llena de anécdotas y al mismo tiempo con narración fluida y asimilable para cualquiera. Porque Las guerras de Lucas se lee como si fuera un auténtico pasapáginas, engancha de principio a fin y creo que puede ser uno de los tomos que más rápido he devorado en los últimos tiempos. Y lo he dicho muchas veces, no fui de los primeros en engancharme a Star Wars. Sí que fui un niño de esa época (nací el año que se estrenó en USA el Episodio IV), pero en principio algo no me llegaba ni sobrepasaba mi amor por el género de Terror, que ese sí casi que me llegó al nacer. Pero no mucho después vi las primeras seis películas decenas de veces cada una, he leído cómics, novelas y he jugado a videojuegos del Universo Expandido. Con la edad me volví un auténtico fan. Entré en la religión hay que decirlo y se puede decir que a estas alturas conozco bastante bien el universo de Star Wars en comparación con el ciudadano medio aunque no llego al nivel de algunos ni tampoco quiero. Serían ya demasiadas especializaciones y por eso creo que disfruto más. Mola que de vez en cuando te sorprendan.
No sabía, por ejemplo, que los intérpretes de C3PO y R2-D2 no se llevaban bien en el set, no sabía nada sobre el infarto de Lucas, su juventud rebelde de la que no tenía la más mínima sospecha (siempre hemos visto a George Lucas como un tío tranquilo, incluso de más joven, ¿o no?). Pero tranquilos, no voy a estropear tu placer de lectura, no contaré ninguna anécdota más de las que aporta este volumen que es una auténtica maravilla.
Lo endiabladamente interesante, y la proeza de los autores, es haber conseguido combinar una biografía íntima de George Lucas y al mismo tiempo una historia sobre la producción de la primera peli, el deseo del director de crear algo que se le parezca y que se saliera de lo común con el estreno de dicha película y la corriente cultural que ideó. Una auténtica aventura paralela a esta fantasía espacial que se nos cuenta, y de una manera muy bonita: Lucas, este hombre taciturno y afable, me conmovió con su reserva, la gente de la 20st Century Fox, por el contrario, parecen los villanos de James Bond, personas venales y calculadoras (puede ser ficticio o quizás demasiado cerca de la realidad). Y con noticias que decepcionan. No sabía, por ejemplo, que Alec Guinness encontraba los diálogos de la saga infantiles, o que Ford, Fisher o Kenny Baker, se burlaron abiertamente de esta película de “mierda”.
Fue más que una carrera de obstáculos hacer lo que hemos visto con los años, lo que a todo el mundo le ha terminado por entrar. Historias que envejecen muy bien. Esta misma mañana hablaba con unos amigos que ahora todo el mundo lleva camiseta friki sin saber exactamente qué es o qué significa lo que tienen en el pecho. Hoy en día mola ser friki, antes no, era raro. Y de eso tiene mucha culpa Star Wars.
¡Ah si! Y el dibujo es simplemente perfecto, con gran detalle, sirve perfectamente a la narrativa, el código de colores es brillante, no hay nada de qué quejarse, es muy agradable de ver.