La pregunta que yo me hacía al saber de este integral de Adrastea, de Bablet, que ha publicado en nuestro país Tengu Ediciones, era: ¿Cómo acaba (bien) la historia de un inmortal?
La historia de un personaje que anda en busca de sí mismo pero también de su propia muerte. Tiene mil años, y a medida que avanza su viaje, los flashbacks que podrían ayudarnos a comprenderlo mejor se encuentran dispersos a lo largo de la historia que de alguna manera cuesta leer al principio pero a la que terminas por engancharte porque al igual que Melmoth el Errabundo, aquel genial clásico, obra cumbre de la literatura gótica, una vez que empiezas a conocer los detalles, quieres más y más. Una sensación de perdición se hace contigo, aquella que te traspasa el sufrido personaje. Que insisto, se basa en un escenario quizás no del todo exitoso, pero que está salpicado de muchas cosas buenas como son el conocimiento sobre el papel de la mujer en la antigüedad, los mitos antiguos, las paradojas de la eternidad…
Aunque tengo que decir que lo que hace realmente cautivadora la obra de Mathieu Bablet son los dibujos. Una línea repleta de detalles arquitectónicos, vegetales y atmosféricos, bañada por una acuarela de gran belleza. El amor por la arquitectura antigua, el placer de las perspectivas, desde lo alto o desde lo bajo en ciudades escalonadas, escaleras de caracol (ocultas o monumentales), jardines, fuentes, arcos triunfales, techos con palcos, bajorrelieves… y cielos que se abren con cada viñeta. Son una absoluta maravilla; montañas que se despliegan, bosques con luces pulsantes, en definitiva, un universo generoso y rico que ocupa todo el espacio de nuestra mente en cuanto disfrutamos de la lectura. Bravo, de verdad, porque este título es una autentica gozada en ese aspecto.
Los personajes, por otra parte, demuestran mucha menos perfección formal, pero por otra parte expresan una cierta fragilidad conmovedora que encaja en este paisaje como parte del todo. Y es que Mathieu Bablet nos trae la búsqueda épica de un rey inmortal por el amor y la muerte en el Olimpo. Después de diez siglos en el trono, el inmortal ex-rey de Hiperbórea parte hacia el Monte Olimpo para preguntar a los dioses por qué fue maldecido con tal condición y cómo finalmente se le permitiría morir para estar con la persona que amó. Un camino en el que encontrará hombres, mujeres, dioses y diosas que influirán y revelarán al viajero verdades que hace tiempo olvidó.
Un cómic a descubrir entre las novedades que solamente por su estética a la vez barroca y romántica, ya es del todo recomendable. Muy agradable sorpresa porque un cómic tan contemplativo no es algo común. Tenemos la sensación de que el autor está en su universo, que le gusta dibujar lo que dibuja, que está contento de ser comunicativo a través de sus ilustraciones. Si eres amante de los buenos diseños comiqueros, este volumen es para ti.