Una premisa curiosa y brillantemente ejecutada con la máxima de: ¿Qué pasaría si hubiera ocho mil millones de genios, uno por cada humano, y a cada uno de nosotros nos concedieran un deseo? ¡Caos, por supuesto! Pensé que este cómic iba a ser una locura muy difícil de sacar adelante (¿Se puede mantener este nivel de interés de forma continua?). Charles Soule, el gran Charles Soule, ha demostrado que me equivocaba. Uno de los cómics o serie que ya os adelanto que voy a revisitar cada poco porque inspira esta historia cosa mala para los que escribimos y amamos el fantástico. Y muy intrigado por la premisa, me encantó ver que Panini Cómics traía este primer recopilatorio con los ocho primeros números de la serie. Una buena serie que se recomienda sola. Os aseguro que difícilmente vais a ver una reseña hablando mal de este titulo a extramuros. Fue la serie favorita de muchos de mis colegas norteamericanos en 2022 y ahora por fin la tenemos al completo por aquí. Y sinceramente también es genial que esté ambientada en Michigan; eso solo yo sé porque lo digo.
Entonces, de la nada, aparecen ocho mil millones de genios y todo ser viviente con dos dedos de frente (o no) obtienen un deseo. Y tenemos un primer número que te engancha de todas-todas relatando los ocho primeros minutos tras la aparición de los genios. Seguimos principalmente a un conjunto de personajes en Lampwick Bar & Grill, cuyo barman de pensamiento rápido y ligeramente misterioso usa inmediatamente su deseo para proteger a aquellos dentro del establecimiento de los efectos de todos los demás deseos fuera del lugar. Una buena decisión y honrada por su parte, porque como se puede ver en las locuras que suceden en la obra, la gente pierde la chaveta con los deseos que piden. Y molan detalles como recibir un recuento de población actualizado a medida que la cantidad de genios (y personas) comienza a disminuir… Ocho mil millones de genios, escrito por Charles Soule (Star Wars, Undiscovered Country, Inhumanos, Daredevil) e ilustrado por Ryan Browne (God Hates Astronauts), responde a estas preguntas alucinantes. Una obra que pone de relieve no sólo los aspectos positivos de tener un deseo sino también sus consecuencias negativas.
Desde las primeras páginas, la historia comienza a arrastrarte a su universo y es difícil dejar el volumen. Los dibujos de Browne no son de mi agrado. Demasiado caricaturescos, demasiado tirando a fanzine. Pero aquí la historia es tan potente que te lleva a (casi) olvidarlo. Los diseños de personajes y la distribución de las viñetas sí que son excelentes y agregan una profundidad muy necesaria a la historia. Cada fotograma, cada palabra, parece haber sido diseñada con cuidado.
Y el diálogo es divertido y genuino también. Y el desarrollo del prota mola y te involucras en la vida de cada uno de los miembros del elenco, hayan pedido un deseo bueno o no. A medida que avanza la historia, podrás ver muchas perspectivas diferentes de los deseos y cómo han impactado al mundo y creo que esto es la verdadera savia de la obra. Además de que estamos ante un cómic impredecible cuanto más avanza la trama porque no paras de preguntarte cómo demonios va a acabar todo. Giros y vueltas que te mantienen en tu asiento. Ocho numeritos de este título solo hace que desees que el segundo volumen se publique YA.
Eight Billion Genies es otro gran éxito bien pensado por el mismo tándem que hizo Curse Words. La combinación de los escritos de Charles Soule y las ilustraciones de Ryan Browne se mezclan bien. Sus tramas en conjunto son intrigantes, los personajes son genuinos y la construcción, incluso la destrucción del mundo es excepcional. Puede ser uno de los cómics del año.