Pocas cosas pueden ser más aterradoras que un niño pequeño contándonos cada día una historia de fantasmas. Para colmo, de modo costumbrista, que es como estas cosas más miedo dan. A través de los pequeños fragmentos que obtenemos de la vida hogareña del narrador. Y cierto es que estamos ante una serie, un manga que comienza un poco débil, pero con el paso de las páginas Mis cien historias de muerte se convierte en una serie realmente aterradora que pienso seguir hasta el final. Tomitos que cada poco está publicando ECC Ediciones; económicos, accesibles y con el mejor género de todos por bandera. Y no voy a compararla a las obras de Junji Ito, porque empezamos a cansar ya con el temita de las comparaciones a lo Stephen King.
Cierto día, un niño empieza el juego de las cien historias de fantasmas. Cien noches, cien historias de fantasmas. Hay una leyenda urbana que dice que si lees los cien relatos hasta el final, un espíritu vengativo vendrá a por ti. Yûma es un niño con impulsos suicidas así que el tema le mola, se entera de la existencia de esta tradición y, por supuesto, decide sumergirse cada noche en una de esas terribles historias. ¿Pero qué hay realmente detrás de todo esto? ¿Qué ocurre en su casa para tener tales deseos? Y… ¿Sobrevivirá a esta morbosa experiencia?
A partir de entonces, cada noche narra un cuento de miedo. Y las preguntas solo llevan a más preguntas, como bien dice la sinopsis. Anji Matono, que invoca a los mayores maestros del género en esta obra, ofrece una antología de terror particularmente eficaz. Tic tac, tic tac… Es el sonido del reloj y del paso del tiempo. Y cuanto más lee Yûma sus historias mortales, más corre el riesgo de exponerse a un destino desastroso. Pero la tentación es demasiado grande para este chico que hace tiempo que perdió el miedo a morir…
Solo tienes que dejarte contagiar por las atmósferas únicas que rezuman las páginas de este manga. Tomitos llevaderos, casi doscientas paginitas de experiencias, blanco y negro a lo manga, rústica, pero, sobre todo, volúmenes que aportan regusto por el género al amante del terror. Especialmente recomendable para los que intentan leer, obtener, conseguir, todo el buen j-horror que se publica en nuestro país.
Serie en cuso para no perderse.