Uno de los pocos libros de la gran Shirley Jackson que me quedaban por leer. Fue en 1958 cuando una Shirley Jackson de cuarenta y pocos años, publicó esta novela, y eso que fue escrita antes que sus dos libros más populares como son La maldición de Hill House y Siempre hemos vivido en el castillo. Y tengo que decir que haber leído este libro ha sido una especie de placer doloroso. Solo lo dejaría bajo un leve escalón de sus otras dos potentes obras que son realmente la cúspide del arte de Shirley Jackson. Pero todos los elementos que enganchan de la autora están en El reloj de sol: la vieja casa, la sensación de decadencia y fatalidad, cuchicheos familiares, personajes extraños, la confusión de la realidad y la magia, una comedia de costumbres tan negra y mordaz que te hace estremecer.
Placer doloroso.
La novela comienza con una familia que regresa a su finca después del funeral de Lionel Halloran, el heredero de la fortuna, que fue empujado escaleras abajo por su propia madre. ¿Las primeras palabras pronunciadas por la madre? ¡Se acabó!, dijo la señora Halloran. Y luego, a su marido, el padre del joven le dice: Se ha ido, Richard. Todo salió maravillosamente... (Uff) Pero pronto, uno de los miembros de la familia tiene una visión del fin del mundo, y el resto de la novela nos lleva a prepararnos afanosamente para este suceso apocalíptico. Y todo el tema gobernado por la señora Halloran, quien se convierte desde ya, en la líder de este pequeño grupo de supervivientes.
La única palabra que puedo usar para describir a esta autora es: GENIO. Como todos esos grandes autores, no puedes leer rápidamente su trabajo porque si eres un lector constante, percibes pronto que estás ante obras que tienes que leer detenidamente, para disfrutar a tope, absorber y admirar. ¿Sabíais que la escritura de Shirley Jackson puede ser tremendamente divertida? ¿DIVERTIDA? Para un verdadero amante del Terror, por supuesto, que sí. Por otro lado, la descripción que Shirley hace de la vida en 1958 es tan vívida, que para alguien que no la ha vivido de cuerpo presente… traslada de todas-todas.
Es todo muy ingenioso y oscuro en El reloj de sol. Y luego el final (que no revelaré) y que sirve para profundizar todo el trabajo, como si en cierto modo regresara a su triste comienzo. Entonces, si bien todos los elementos no se combinaron tan perfectamente como en Siempre hemos vivido en el castillo o La maldición de Hill House, ¿por qué esta novela apenas es conocida? ¿Por qué es una historia que se me ha resistido tanto hasta ahora? ¿Por qué este libro es una de las maravillas que he podido leer este año gracias a la nueva edición que nos ha brindado Editorial Minúscula? MADRE DE DIOS. Lo digo muy en serio, obra magnífica que dejaré reposar un tiempecito y que, sin duda, volveré a leer.
Con placer.
Lo juro.
Shirley Jackson, era bruja, como mínimo.