Una historia de una tremenda atmósfera sudorosa, desesperada, fatalista, en una África todavía en guerra, fetichista, fascinante, despiadada con los débiles y en la que la ley del más fuerte aún aparece en toda su cruel y más absurda sencillez. Esto es T´Zée. El nuevo cómic europeo que cruza los Pirineos gracias a la editorial Nuevo Nueve. Realmente una historia atrapante a poco que te interese todo lo que el primer mundo, de algún modo, ha provocado en los países africanos. Todo en atmósfera, sí… todo en atmósfera… Una mini novela gráfica o un one-shot que nos habla del fin de una dictadura en un imaginario país africano pero súper parecido a todos esos que se os pueden venir a la cabeza en este momento, sobre todo, si ya tenéis una edad.
Cuentan que para la historia, Apollo se inspiró fuertemente en la historia del continente primario del hombre. Salvaje, brutal, lleno de creencias, en definitiva, fascista y peligroso donde lo militar se impone a los débiles. T´Zée está subtitulado como Una tragedia africana. Como maestro de orquesta, el guionista desarrolla su obra en cinco actos, todo finamente elaborado para conducir a lo ineducable. Y Brüno, como sinfonista de la ilustración, ejecuta la composición con maestría, y todo se vuelve perfectamente preciso «en tempo»; la atmósfera húmeda y crepuscular está magníficamente representada. Como punto negativo (o no) no hay empatía por los personajes, no nos apegamos a ellos, tal vez, para el tema amoroso, pero al final no dejan de ser peones en este juego de ajedrez. Lo que sí que importa es que este tándem de autores transcriben magistralmente la caída del poder. Como bien se señalo una y otra vez, cuestión de atmósfera.
T´Zée, al que accedí atraído por el tándem de autores de cuyas obras ya he disfrutado en más de una ocasión, por ello, fácilmente me dejé tentar por la historia. Aunque ni la ambientación ni el perfil de los personajes me parecieron atractivos… a priori, una vez comencé a leer, me costó abandonar la trama hasta terminar el volumen. Estamos en un país imaginario, fuertemente inspirado en el Congo (o Zaire) donde Appollo sitúa su trama y es difícil no pensar en Mobutu Sese Seko al leer esta historia. T’Zée, dictador impasible, megalómano, temido, admirado, odiado, personifica al dictador africano tal como lo imaginaba. Su hijo, dividido entre un padre al que admira y una visión política alimentada por sus numerosos viajes, parece paralizado por la magnitud de esta sombra que se cierne sobre él. Educado, inteligente, pero quizás demasiado educado para asumir un papel para el que no está hecho, ni siquiera tiene el coraje de declarar su amor a un amigo de la infancia. La segunda esposa, una arribista desesperada, cuya belleza selló su destino y que descubre el amor incluso cuando todo está perdido… Sí, efectivamente estamos ante una tragedia tal y como la describe el guionista. Una tragedia africana.
El dibujo refinado, los diálogos concretos, una forma de inevitabilidad en el destino de los personajes, y siempre esa África, a veces, paraíso, a veces, infierno, por culpa del ser humano, y bien descrita con amor pero sin complacencia, nos lleva a parar a un guionista muy inspirado.
Cómic muy recomendable.