Yo que amo el Terror, yo que amo las historias de zombies, yo que amo las historias de vampiros (bien hechas), os puedo decir que una de las series que tenía más ansias porque se publicaran en nuestro país es Night Club. La premisa prometía mucho, obviamente, atrapó a cantidad de amigos norteamericanos y ya Netflix está a punto de estrenarla como serie de TV. Y Mark Millar haciendo estragos con una nueva miniserie. Una vez más. Night Club, de Mark Millar y Juanan Ramíez, algo a lo que hincarle el diente, nunca mejor dicho. Si bien, como sugiere la evidencia de la mayor parte del primer número de seis que trae este primer tomito que recién publica Panini Cómics, parece ofrecer otra historia más de vampiros en el mundo moderno, pero nuestro héroe y vampiro recién convertido, Danny García, tiene otros planes. Entonces, tened libertad para conocer a Danny, aspirante a youtuber, cuya vida no se acerca ni de lejos a lo que esperaba cuando un día sale en bicicleta para lanzar su nueva carrera en los medios y… únicamente se encuentra con un problema de los gordos, su vida en peligro y una guerra secreta entre vampiros que nadie conoce.
Mark Millar y Juanan Ramíez hacen un gran trabajo al establecer el elenco principal de personajes de esta serie. La motivación y el misterio están muy presentes, todo a un ritmo apropiado para un cómic que tiene acción trepidante y trata los momentos más sombríos de duelo de forma muy real. El dolor que se siente por la muerte cercana de Danny y que su familia y amigos deben atravesar, antes de que Danny se convierta en un ser de la noche, peta el alma. Un hecho que Ramíez retrata con toque dramático, gracias al uso liberal de líneas de perspectiva que atraen al lector al encuadre y al abrazo frío y oscuro del nuevo señor y amo de los vampiros, Danny para los amigos.
E incluso después de saber por qué Danny fue convertido y con qué propósito, las dos últimas páginas del primer número (número debut) sugieren que para Danny hay otros planes. Y así es. Algo revelado por la sinopsis de Image Comics, por cierto, aunque queda la sorpresa de hacia donde va la historia y eso es lo que no desvelaré aquí porque es tan original como potente.
Por supuesto, tenemos las inevitables escenas de entrenamiento a las que suele verse sometido cualquier vampiro novato, que sirven como exposición ingeniosa para establecer las reglas básicas para esta especie de vampiros en particular. Lo que vale para darle al lector una idea del increíble poder que Danny tiene ahora y de sus limitaciones como vampiro. Ya sabes, el sol, estacas de madera en el corazón, ese tipo de cosas… Además de un mentor intrigante que parece conservar más que un dedo gordo del pie en el mundo de los humanos, dada su profesión. Y aparte de ser un vampiro a tiempo completo, por supuesto, quiere ser un superhéroe.
Quien domina todo esto es el escritor y guionista Mark Millar, quien una vez más toma un género bien establecido y hace más que insinuaciones para darle la vuelta a lo convencional. Por lo tanto, juega con las expectativas preconcebidas de los lectores sobre el género. Especialmente cuando la página final revela (con el genial dibujo de Ramíez), sucesos impactantes para un futuro cercano. Millar mezclando superhéroes y vampiros.
Mañana sale a tiendas.