Chris Roberson es el guionista al que se le permite expandir el universo creado por Mike Mignola y en La Sociedad Paranormal Británica vuelve a demostrar que vale para el puesto. Y aunque los personajes encontrados en este cómic son en realidad de una serie anterior, aquí se presentan como una especie de pizarra en blanco lo que pone como ideal este TPB para adentrarse en el Mignolaverso. Después de leer El Club de la Linterna de Plata (https://www.cronicasliterarias.es/?p=13040), donde hicieron una breve aparición, me quedé con ganas de saber más sobre ellos casi de inmediato. ¿Cuáles fueron las “tareas en Oxford” en las que estaba trabajando Bruttenholm que llevaron a su asistente por tan mal camino? ¿Qué motivó la investigación de Honora sobre esos festivales: eran puramente académicas o había algo más personal? Sin duda, aquel cómic fue la base para establecer el guion de La Sociedad Paranormal Británica pues proporciona los detalles necesarios y la emoción suficiente para involucrarte con los personajes.
Los pueblos pequeños están llenos de secretos y algunos no pueden esconderse fácilmente. Ni las sombras pueden esconderse tanto, especialmente si son de naturaleza sobrenatural. Noxton es una aldea que esconde algo extraño y La Sociedad Paranormal Británica lo sabe. Simon Bruttenholm y Honora Grant llegan juntos a Noxton pero con objetivos distintos: Honora espera descubrir información sobre las extrañas tradiciones de la ciudad y Simon busca a su asistente desaparecido. Investigaciones separadas que conducirán al mismo camino retorcido que esconde un oscuro secreto tras la inocente fachada del pueblo al que se trasladan. Es una verdad universalmente reconocida que cuando quieres que algo no se encuentre, inevitablemente alguien lo encontrará cuanto más te esfuerces en esconderlo. Los aldeanos de Noxton harían mejor en seguir este consejo cuando dos miembros de la Sociedad Paranormal Británica se presentan en la ciudad. Cada uno de ellos tiene fines diferentes, pero el mismo medio: descubrir los secretos de este pintoresco pueblo que burbujean bajo la superficie. Y todo podría estar relacionado con algunas de las antiguas tradiciones festivas de temporada del lugar, como señala Honora en las páginas iniciales.
Tenemos a Mike Mignola y Chris Roberson ampliando uno de mis más amados universos comiqueros. Una espeluznante historia ilustrada por Andrea Mutti a la que da color Lee Loughridge. Una nueva trama de folk-horror, subgénero del que estoy sumamente enamorado. Uno de los títulos que, sin duda, recomiendo meterse en vena mañana mismo para ir preparando vuestras cabecitas para la noche de Halloween. Lecturas ideales para el momento y Honora y Simon de la serie Witchfinder con su nueva serie propia. Y es que en este caso, sí que se recomienda tener muy presente series como Cazador de Brujas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6255) o El Club de la Linterna de Plata. Obviamente, no son indispensables pero si queréis no pasar por alto ningún detalle, os lo recomiendo. Honora menciona que Sarah y Sir Edward «se escaparon al continente», lo que indica que esto puede haber pasado en algún momento de su última investigación con el Club. Equilibrar esta exposición para dar cabida a nuevos lectores junto con los ya establecidos que buscan pistas y conexiones más importantes no es una tarea fácil. Leer una historia donde Mignola ha participado, es un ejercicio del concepto del arma de Chéjov. Ningún detalle debe dejarse al azar, ya sea una conversación con un aldeano, un cuadro en una iglesia o un juego infantil. Los personajes y conceptos más pequeños deben tratarse con sumo cuidado, ya que pueden entrar en juego y, de hecho, entrarán en juego más adelante. Es por lo que amo estas obritas.