Lobo: Retrato de un bastardo puede ser uno de los mejores tomos que se pueden recomendar de los que engloban a un personaje para conocerlo por primera vez y donde se recogen un compendio de aventuras que giran en torno a una misma trama. Retrato de un bastardo se centra en esa sinopsis inicial y siempre tan chula del tema cazarrecompensas espacial, donde Lobo recibe el encargo de rescatar a una presa para llevarla al planeta Cairn pero todo cambia cuando da por primera vez con la secuestrada, la conoce y sabe que lo que hace. Encuentra algo muy diferente a lo que esperaba. La mujer en cuestión no solo es czarniana sino que también se trata de una profesora de Lobo y está escribiendo una biografía sobre él.
Aquí es donde empiezas a partirte la caja.
Con el beneplácito de ECC Ediciones los aficionados al cómic más macarra hemos podido ir recuperando cositas muy difíciles de encontrar. La serie de Lobo es un buen ejemplo de lo que os digo. Y entonces… ¿qué demonios estáis haciendo algunos todavía sin saber de Lobo? Lobo es el macarra al que me refería: desdichado, desenfrenado, miedito de estar en su contra; un personaje con el que te ríes, disfrutas viéndolo dar palos y patadas a todo aquel que no le invita a una cerveza cuando entra en el bar… Un antihéroe que para nada goza del simbolismo de Superman o la profundidad de Batman pero es uno de los más recomendables de leer de toda la historia DC. Lobo es un personaje que aparece en los cómics publicados por DC Comics, creados por Roger Slifer y Keith Giffen en junio de 1983, pero del que Alan Grant supo sacar el máximo jugo. Lobo es un alien que trabaja como mercenario interestelar y cazador de recompensas, haciendo honor a su estereotipo macarra. Ese tipo odioso, todo lleno de músculos, que podías encontrarte en una carretera de los 80s (aún hay pero difícil verlos ya), montado en una Harley. ¿Por qué brindo yo? De vez en cuando, si se puede, hay que meterse en vena, uno de estos tomos recopilatorios de Lobo que ECC Ediciones publica. Disfrutar de un buen volumen que traen a tu mente una odisea de buenas historias en formato cómic con los que si tienes una edad, asientes mientras lees y en tu cabeza seguramente comience a sonar AC/DC.
Como buen tomo de aventuras, Retrato de un bastardo contiene varias miniseries o arcos argumentales en su interior. Concretamente, El último czarniano, El regreso y luego one-shots que son aventuras indispensables de leer como La sanción navideña de Lobo, el tan famoso Batman/Lobo (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1092), Beligerante y con el culo al aire, Un mundo en blanco y negro y ¿Quién es quién en el Universo DC?; del que recuerdo fue el primer número que leí del personaje y con el que me enganché. Comenzando por locuras de amor, encontraremos hilarantes situaciones con tangos como bailes y violencia fluyendo y ver a Lobo y la profundidad que tiene un personaje que, en principio, es todo músculo y apariencia, pero un tipo que tiene más profundidad de la que parece. Un tomo además donde tenemos aventurita compartiendo cartel con la mismísima Harley Quinn.
Otro tema importante son los guiones que aporta este tomo que vienen de la mano de maestros como Neil Gaiman, Keith Giffen, Alan Grant, Amanda Conner y Jimmy Palmiotti. Retrato de un bastardo inaugura una nueva línea de ECC llamada Grandes Novelas Gráficas DC. Un espacio en el que se publicarán las obras más destacadas del Universo DC y al que yo ya estoy suscrito.
Lobo, personaje cañero como pocos.