Barcelona al Alba es el ejemplo de historieta de cómic bien elaborada en todos los sentidos; trama criminal de género negro perfectamente creada que nos transporta a la Barcelona de 1923 en plena época de tumultos y altercados entre los anarquistas del momento y los poderosos señoritos de la patronal. Sin embargo, estamos ante un relato que no es todo género negro porque termina accediendo a los planteamientos clásicos de lo que concierne a una buena historia de misterio, conspiraciones y asesinatos, en la convulsa sociedad catalana de aquellos años. Uno de los momentos más efervescentes de la historia de nuestro país pero también en gran parte del mundo donde los enfrentamientos entre anarquistas, sindicatos y patronal se resolvían a tiro limpio. ¿Con mafiosos de por medio? Ome porfavó, eso siempre…
Y donde el punto fuerte está en que Font y De Blas traen a la vida maravillosamente bien toda una serie de personajes históricos para acompañar al protagonista. Tenemos a Buenaventura Durruti, figura relevante del anarquismo español y líder de la CNT; Wilhem Canaris, almirante alemán y futuro jefe de la Abwehr (servicio secreto nazi); Lluis Companys, histórico líder de Ezquerra Republicana y presidente de la Generalitat de Cataluña durante la República y la Guerra Civil. Y por último un personaje que con poco dice mucho, el capitán de la Guardia Civil, Antonio Escobar, que se convertiría en uno de los defensores del gobierno republicano contra el Alzamiento Nacional. Cada uno de ellos con sus propios intereses para ayudar u obstaculizar la investigación de Pere Marsé sobre unos misteriosos asesinatos ocurridos en el puerto de Barna.
Uno de los grandes maestros del cómic español es Alfonso Font. En este one-shot que en su día se publicó por entregas, encontramos al maestro que con tan solo nombrarlo, el comiquero de pro, sabe de sobra que se va a encontrar unas ilustraciones espectaculares que retrotraen tu cerebro a los mejores años del cómic de este país. Pese a que Barcelona al Alba se publicó en 1994. Pero Font pertenece a aquella gran generación de historietistas que brotaron en la Transición y que representaron el boom del Cómic Adulto Español. Ya sabéis, Bruguera, Selecciones Ilustradas, dibujando historietas para el mercado extranjero y en mis amados 80 alcanzando la cima en las grandes revistas comiqueras de este país como fueron Totem, Cimoc, Creepy o 1984.
El guion de Juan Antonio de Blas nos lleva de-todas-todas a aquella época de desasosiego e incertidumbre en la que se debatía no solo el futuro de este país, también el de gran parte del viejo continente. Aquí, como en otros lugares, se derramó mucha sangre y culminó con una guerra fratricida. La Ley Seca americana no es nada comparado y, de hecho, tuvo mucho inspiración en estos tumultos.
Y en tan solo 50 págs. Por lo que tenemos obrita a reivindicar, joyita a tener y mis aplausos para ECC Ediciones por recuperarla.