Los caramelitos que van soltando dentro del bosque comiquero de vez en cuando las grandes editoriales, sólo por eso uno se rinde a ellos como un niño que se dirige a la casa de la bruja llena de dulces casi sin saberlo. Cómics que son joyas, que valoras bastante más, cuanto más edad tienes o más años llevas dentro del fandom. Ediciones que son (nunca mejor dicho) obras de arte o artist edition de magníficos maestros con el don del trazo como fue Gene Colan. Gente con el don de traspasar nuestro cerebro, con una sola imagen, lo que se quiere contar. Para muestra de esto, La tumba de Drácula Artist Edition, escrito por Marv Wolfman e ilustrado por el maestro que os acabo de mencionar. Un genial tomo recién publicado por Panini Cómics y SD dentro de sus Marvel Limited Edition, un titulo a valorar. Una línea que me está deparando alegrías como ninguna otra.
La tumba de Drácula, de Marv Wolfman, Gene Colan y Tom Palmer, considerada como una de las mejores obras de Marvel de los 70, el tremendo ambiente que sólo Gene Colan era capaz de hacer con apenas unos trazos (nadie ha conseguido dibujar el viento o la niebla como este señor). Un arte atmosférico de Colan que fue compañero perfecto para las historias de terror de monstruos clásicos de Marv Wolfman. Y es que no recuerdo bien cuando descubrí a los vampiros por primera vez. Sé que desde muy temprano leí libros de terror a la vez que libros infantiles como El pequeño vampiro. Incluso estos mismos cómics de Drácula en Marvel…, podría tener unos seis o siete años cuando por primera vez pasaron por mis manos. Y sí, estoy hablando de lecturas, porque también desde muy pequeño tengo uso de razón de haber visto a Christopher Lee haciendo de las suyas tras expandir los brazos bajo su capa (¿Drácula, Príncipe de las Tinieblas de la Hammer?). Pero no mucho después descubrí el Drácula de Bela Lugosi y la novela original de Bram Stoker (comprada con mis ahorros la edición Scholastic Book Club). Y hay fotos mías con maquillaje de vampiro y colmillos de cartón, sangre de ketchup y una capa morada que mi madre cosió para Halloween. Todo esto es para decir que cuando el Cómic Code permitió que el Conde Drácula regresara al mundo de los colores en Marvel aquí ya había un fan de todo tipo de historias con chupasangres de por medio. ¿Y qué tenemos aquí? Pues una hermosa introducción retrospectiva de Marv y media docena de números completos, sin secuencias, de La tumba de Drácula, todos fotografiados con amor y con minucioso detalle de las páginas de arte originales. Cosita maravillosa que por estos lares no nos íbamos a perder.
Como se ha señalado en otros sitios, el hecho de que las historias no sean secuenciales no viene al caso. Este volumen es más para que pongamos el foco en el arte, el diseño y el trabajo dado por maestros del noveno arte. ¡Aquí prima el dibujo! Y es que Colan fue difícil de entintar correctamente. Su estilo más realista no se prestaba en absoluto al entintado típico de los cómics. Sus técnicas de narración y diseños de página siempre fueron retorcidos por llamarlos de alguna manera. Pero atractivos por el detalle. De hecho, en varios de sus últimos proyectos, las páginas impresas se tomaron directamente de los lápices sin entintar del artista, evitando al entintador por completo. Pero aquí, sin embargo, a pesar de que su nombre no aparece en el título, la verdadera estrella para mí es Tom Palmer. Como dije anteriormente, Colan podría ser difícil de entintar… pero no con Palmer. Usando una buena cantidad de planchas y efectos pegados, Palmer siempre parecía tomar las decisiones correctas para mejorar y generalizar las ideas de Colan. Mirar estas páginas es admirar el trabajo de ambos artistas y recuerda las hermosas líneas y delicadas, y los negros pesados que el lector ve en cada viñeta (excepto por unas pocas páginas sin tinta en la parte posterior). Este Artist Edition de La Tumba de Drácula no es otra cosa que un maravilloso tributo al artista a menudo subestimado, pero también a su memorable compañero de arte, Tom Palmer, con quien se unió para brindarnos casi una década de espeluznantes aventuras de vampiros, una colección de cómics de terror irrepetible. Si queréis más de este genial tándem Colan/Palmer los podréis encontrar en proyectos como Doctor Strange y Daredevil. Pero ni de lejos a lo que hicieron aquí.