Y cayó. Por supuesto, que iba a caer. Porque así va uno o una a los sitios o cines. Preparado. Tenía que leer Flash: El hombre más rápido del mundo antes de pasar por el film. Entre otras cosas, porque sabía que me iba a gustar bastante el cómic; siempre tengo muchas más esperanzas en ellos que en los films. Quintuplican los grandes momentos que me ha dado el noveno arte versus el séptimo.
Flash: El hombre más rápido del mundo publicado por DC Comics, escrito por Kenny Porter e ilustrado por Ricardo Lopez Ortiz y que ECC Ediciones puso como disponible en formato íntegro hace nada en nuestro país. Aunque en USA vio la luz en septiembre de 2022. Pero obviamente era bueno rescatarlo entre las novedades ya que actúa como Precuela de lo que se puede ver en la peli que se estrena en nuestros cines dentro de seis días aunque yo ya la he podido disfrutar.
Una aventura, un no parar de trama, donde se puede ver como el mundo alrededor de Barry Allen con La Liga de la Justicia y diversos personajes empieza a cambiar respecto al hijo predilecto de Central City. Que, por cierto, sigue actualmente como un superhéroe realmente habilidoso e inspirador. Todo hasta que surge una nueva amenaza. Y aunque el Velocista Escarlata viene de hacer frente a una amenaza cósmica junto a la JLA, en su ciudad no le faltarán enemigos que derrotar. Porque si de algo siempre ha podido presumir el tío rapidísimo de mallas rojas, ha sido de “disfrutar” de un enorme elenco de súper villanos. A eso sumad que Barry recurre a Batman para que le aconseje sobre cómo entrenarlo para dominar sus poderes. Y claro, bajo la tutela del Caballero Oscuro, El Hombre Más Rápido del Mundo tendrá que encontrar, como primera orden, como no ser aplastado por la fuerza de Chatarra que reparte ostias como panes.
Este tomito contiene los tres números que englobaron esta mini-mini-serie (The Flash: The Fastest Man Alive núms. 1-3 USA) que se ha usado como trasfondo principal para el film. El entrenamiento del joven superhéroe por parte de un señor Batman algo cabroncete, que comienza un tiempo después del final de la película de la Justice League. Donde Barry todavía está aceptando sus nuevos poderes y no los usa en todo su potencial. Pero el guionista Kenny Porter nos da poco tiempo con ello antes de enfrentar a Barry contra un enemigo colosal y todo para demostrarnos varias cosas. En primer lugar, el desafío físico es demasiado para el disfraz hecho en casa de Barry. En segundo lugar, al recibir tal paliza, el joven héroe cuestiona la poca confianza que tenía en si mismo.
Ricardo López Ortiz ilustra la historia de manera experta, dándole un estilo vibrante a los sucesos que van llegando y destacando el estilo frenético y lleno de acción que un cómic de Flash siempre requiere. Creo que queréis tener este cómic y no solo por la portada.
Mola ver lo que se pretende hacer con uno de los superhéroes más chulos de todos los tiempos.