Creo que no somos los únicos por aquí que esperábamos con ansia la llegada del integral o integrales del Conan de Busiek. Porque uno/a, el verdadero amante de Conan, quiere a su amado personaje de Fantasy en tomos gordos, con largas aventuras para leer, todo en una mano, en un brazo de bíceps gordo como es el nuestro, ¿no? La leyenda, el Conan bajo la visión de un guionista contemporáneo y no un cualquiera. Kurt Busiek es para mí y para muchos un autorazo de renombre al que atribuyo la reinvención del cómic de superhéroes, cosa que alcanzó con su maravillosa Astro City. Y aquí, junto al artista Cary Nord (Daredevil) vuelve a la figura del Conan el Bárbaro, un personaje que vuelven fácil de entrar para las nuevas generaciones; cosa que no ha gustado a los más puristas pero a los que les digo que antes de negarse a cruzarse el río, lo ideal es coger un palo y ver cuanta profundidad tiene.
La posibilidad de sorpresa siempre existe.
Comenzando con Conan The Leyend #0 comienza este primer tochal de Biblioteca Conan. Después, los primeros diecinueve números de la colección que ha dado bastante que hablar. Un prólogo de la nueva serie en curso que aviva los fuegos primitivos de tu mente y reintroduce a los no iniciados en el mundo del cimmerio. Un one-shot introductorio que presenta a los lectores la leyenda del bárbaro en expansión, lujuriosa y llena de batallas, estableciendo personajes y situaciones importantes para la serie y preparando el escenario para las aventuras por venir. Pero también el primer número actúa como una buena introducción al personaje de Conan y se demuestra una experiencia de lectura agradable. Hay algo refrescante en un personaje que acabará libremente con la vida de alguien que la historia muestra claramente como un ser asquerosamente lascivo. Tuve que sonreír ante los comentarios de Conan en la mesa de un comedor donde básicamente insulta a su anfitrión, diciendo que es tan feo que le está quitando el apetito.
Posteriormente, vamos con los “rescates” de los grandes relatos de Robert E. Howard, esta vez reinterpretados por los autores mencionados. En el #2 se trata La Hija del Gigante de Hielo, la primera historia reconocida del personaje, donde tras una sangrienta masacre, Conan se encuentra cara a cara con la máxima visión de la belleza, un espíritu irresistible de los páramos del norte, un ser que seducido por su belleza desnuda… Conan termina por enfrentarse a sus hermanos trolls. Una trama que te llev no mucho después a varias grapas con Conan dirigiéndose a la batalla contra los hombres de Asgard, sin sospechar nunca la traición que le reservan, ni el horror que desciende de Hiperbórea. Un relato famoso que sirve para un arco argumental que os enganchará a la saga y que establece muy bien la idea de que el bárbaro es demasiado confiado cuando se trata de su trato con los demás. Incluso los lectores más novatos en el personaje, van a ver que este tío es un baturro con poco cerebro y demasiado músculo y brutalidad. Tema bien rescatado de los inicios del personaje.
Y más aventuras. Un Conan cautivo es llevado al norte encadenado y descubre cuán equivocada estaba su visión de Hiperbórea como una tierra “de ciudades resplandecientes, de riquezas y maravillas, y mujeres exóticas, que viven vidas de serenidad y contemplación, en paz con toda clase de aves y bestias, desde el cordero hasta el grifo y la leche y la miel fluyen en arroyos desde las colinas”. Robert E. Howard insinuó las pesadillas que sufriría el personaje en su paso por Hiperbórea, pero Busiek y compañía las revelan aquí por primera vez con lívidos detalles.
En cuanto al dibujo, Cary Nord hace un trabajo fantástico. Representa además, detalles muy cuidados como cuando Conan es inducido por las drogas y se muestra su confusión visual. Jamás había visto a nadie dibujar algo así tan bien. Pero lo decía antes. Conan the Legend fue diseñado para servir como una introducción perfecta al personaje. Una nueva serie, la primera del siglo XXI, una vez que Dark Horse obtuvo los derechos. Se lanzó el primer número en USA al precio de 25 centavos. El mismo precio que tuviera la primera aparición de Conan, en la clásica revista pulp Weird Tales allá por 1932. Fue un detallazo. Un guiño bien curioso.
Como completista de Conan, te meterás en el agua sin pensártelo. Como interesado en el personaje, coge un palo y prueba la profundidad del río.