Como se puede leer en otras muchas reseñas, también opino que como amante del cómic de superhéroes e incluso del tema detectivesco, Ciudad Rota y otras historias debería ser una compra obligada. Muy en especial porque Broken City marcó una de las primeras incursiones de Brian Azzarello en el mundo más convencional de DC Comics. Y es cierto que su nombre sonó y resonó gracias a la maravillosa 100 Balas que elaboró con el artista Eduardo Risso. Así que era obvio que Ciudad Rota fuera destinada a petarlo en ventas. Tiene una premisa realmente atractiva y el poder de sumergir al lector en la trama de forma atrapante, para mí, la hace indispensable de leer.
Ciudad Rota presenta al Caballero Oscuro en busca de un asesino. Uno bastante común en principio incluso en su modus-operandi. Naturalmente, existe un giro, y en este caso, es un niño que fue testigo del asesinato de sus padres. ¡Oh Dios mío! ¡Lo mismo que le pasó a Bruce Wayne! Exacto. De todos modos, con el paso de las páginas nada es lo que parece y el orejas picudas se sumergirá en el inframundo de Gotham, en lo peor de lo peor, de una ciudad que ya se estimaba horrenda en sus anales. Y todo para toparse con un villano, uno de los que más odio le tiene a Batman y el que es para mí uno de los “mejores tratados” por los guionistas. Mola además lo que Azzarello es capaz de hacer con él.
Lo parece que se va a presentar como un problema en este guion, resulta ser lo que se convierte en su mayor virtud. Es el hecho de que el modo de actuar de Batman es confuso. Azzarello intenta retratar tanto a Batman como a Bruce Wayne de una manera muy parecida a los personajes del cine negro. Ese de los años 50, de personalidades notables e implacables en sus quehaceres. Llenos en ocasiones de monólogos internos y exceso de cavilaciones. En ciertos momentos pensé que estaba leyendo Sin City. Risso incluso hace todo lo posible por canalizar esas ilustraciones que todos tenemos en mente del trabajo de Miller. No obstante, referencia o no, homenaje o no, la historia fluye y mola verla como un Batman que tiene un “trabajito” dentro del mundo de Sin City; sumando que es otro cómic donde aparte del villano final a derrotar (sí, no voy a decir quien es), hacen aparición toda la patulea de villanos de siempre.
¿Merecía Ciudad Rota estar entre las Ediciones Deluxe con sobrecubierta tan chulas que se está marcando ECC? Para mí, sí. Si no indispensable, es una historia que como amante del Caballero Oscuro debes disfrutar y en el mejor formato siempre. Aunque después de recorrer sus ciento cuarenta y cuatro páginas, me quedé con la sensación de que esta trama casi que le valdría a cualquier superhéroe. Y no sé si eso es bueno o malo. Podría valer para otro señor en pijama o con algunas modificaciones podría haber sido otra historia de 100 Balas. Un buen cómic-noir a degustar. El “…otras historias” se refiere a dos relatos breves que le siguen, donde se reflexiona sobre las motivaciones de un asesino en serie y sobre las maquinaciones de una mujer fatal, tal y como dice la sinopsis.
Batman investiga el asesinato de Elizabeth Lupo, que se cree fue asesinada por Killer Croc. Batman deduce que el hermano de Lupo, Ángel, contrató a Croc para asesinar a su hermana. Mientras persigue a Ángel por un callejón, parece que el sospechoso huye porque sí que ha asesinado a un padre y a una madre, dejando a su hijo huérfano. Eso al orejas picudas le saca de sus casillas. Todo este tiempo el Joker va monitoreando los movimientos de Batman… A esta historia le seguirían los eventos de Mientras vuela el cuervo.
Un cómic donde Azzarello demostró que tenía mucho que decir en el mundo del pijameo.