Reseña: Mundo de Krypton, de Robert Venditti y Michael Avon Oeming

De todos los fans de DC es conocido que el mejor tomo, historia o miniserie para profundizar en las raíces de Superman es, sin duda, Mundo de Krypton. Un cómic (de los pocos) a los que vuelvo cada poco y de los que tengo como objetivo conseguir todas las ediciones posibles. Cosas de frikis, sí, pero es que amo su contenido, ese mismo que se utilizara para los inicios del film de El Hombre de Acero. Aunque ahora estamos ante una nueva revisitación de la historia. Lo que vengo a decir es, que este Mundo de Krypton NO ES EL MISMO que en su día publicara John Byrne con el dibujo de un jovencito Mike Mignola. Ahora un volumen escrito por Robert Venditti y dibujado por Michael Avon Oeming que para el que no lo sepa aún, relata los últimos momentos del famoso planeta, tierra natal del superhéroe más famoso de todos los tiempos. Pero también de muchos de sus habitantes. Un regalo de historia para ojos acostumbrados a dibujos clásicos, una delicia totalmente inesperada.

Soy un hombre de mediana edad que lleva unos cuarenta años leyendo cómics. He leído muchas versiones de la historia de Krypton, incluso leí una miniserie anterior que se hizo hace millones de años que ni recuerdo el nombre. ¿Estaba listo para una nueva versión? Si os soy sincero, se pueden contar con los dedos de un dedo (sí, de uno sólo) las revisitaciones de historias clásicas que me llegan a gustar. Recordad que el propio Brian Michael Bendis incluso reescribió algo de esto hace no mucho, llevando con él hacia al abismo al propio Rogol Zaar. Pero el caso es que no debería sorprenderme que el escritor Robert Venditti haya logrado crear algo tan chulo. Me ha gustado todo lo que leí de él, lo último Superman 1978 (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10112). Una gozada. Y es que su versión de la historia de Krypton se siente clásica y fresca al mismo tiempo.

Maravilloso ver a Jor y Zor amigables nuevamente. Y tras la lectura tuve la sensación de que en este cómic se puede encontrar la mejor interpretación de Kara de todas las existentes. Y todo porque Michael Avon Oeming está en los dibujos. Un toque, un estilo que funciona de maravillas en base a la cantidad de ángulos rectos que promete por viñeta. Me gusta cómo su Krypton se parece a la estética de Byrne, aunque con un poco más de estilo renovado para que se vea «moderno» a ojos de los chavales de hoy en día. Su visión del paisaje kryptoniano es ingeniosa. Y la acción se desarrolla muy bien. Y me alegro que aquí se retome el tema de la anatomía clásica de la Bestia del Pensamiento con el loco triceratops como un escudo para la cabeza que muestra lo que están pensando. Muy interesante que de alguna manera estos animales están tan en contacto con el mundo y lo que está sucediendo cuando predicen la destrucción.

Pero tranquilos, no es una miniserie que sólo nos muestre los últimos momentos del planeta. Comienza la historia a unos quince años de la destrucción…, aunque avanza rápido. Y así gozamos de momentos muy chulos como la ceremonia de bautizo de Supergirl, por ejemplo. La interacción entre los miembros de la familia de La Casa de El me encantó.

Seis numeritos reunidos en un tomito de tapa dura, una miniserie súper disfrutable.