No es una broma. Otro tomo joyita, grandísima recuperación del cómic europeo es la que acaba de desembarcar en nuestro país con la publicación de Hägar El Horrible. Dolmen Editorial ha tenido la brillante idea, otra en el cúmulo de todos esos rescates de grandes cómics clásicos que está haciendo, de traer a tierras hispánicas las tiras de Hägar Dünor, que yo personalmente leí en las penúltimas páginas del periódico Ouest-France, en casa de mis abuelos cuando tenía poco más de diez años. Por lo que este rescate, que ya alabé en su día en RRSS cuando Dolmen lo anunció, me puso tierno como una magdalena…
Seguir las aventuras del terrible vikingo Hägar Dünor es verdaderamente emocionante. La vida de este valiente guerrero que solo teme a una cosa, a su esposa Helga (Hildegarde), se nos presenta en forma de tiras en blanco y negro en uno de estos tomos tan chulos que recopilan historias por años. Y lo que mola es que con esos dibujos que estás viendo con unos pocos trazos de lápiz, se crean personajes con carácter, escenarios, y como la nata blanca y fresca de un pastel de humor extravagante y situaciones perfectamente ambientadas en épocas vikingas. Y a mi adulta edad vislumbro aún mejor el verdadero maestro de la concisión que fue Dik Browne, para el que tenía ubicado como uno de los grandes de la BD y resulta que ahora que me documento para la reseña encuentro, para mi sorpresa, que Richard Arthur Allan Browne (1917-1989) fue un gran caricaturista sí, pero estadounidense y para colmo paisano neoyorquino. Y dibujante de mapas en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial donde en su tiempo libre creó el cómic Ginny Jeep, del que me hablaron muy bien, uno de esos cómics que aparecieron en los periódicos de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Y con el paso de los años el éxito le llegó en 1954, cuando junto a Mort Walker co-creó la tira cómica Hi and Lois, un cómic sobre una familia de barrio obrero, tira cómica de éxito que desde 1954 a día de hoy se sigue publicando.
Pero a lo que voy es que os insto a leer rápidamente las aventuras de Hägar Dünor, su esposa Helga y sus hijos Hamlet e Ingrid, sin olvidar a su compañero de desgracias Fortunato. Este volumen es un bellísimo objeto editorial que se presenta con un retrato del autor y una ficha sobre la adaptación de su obra en Francia. Y es que como todo el mundo con el que alguna vez hablé de esta serie, me encantó volver a las aventuras de este vikingo de armas tomar. Sinceramente conecté aún más (con la edad que tengo ahora) con el humor de Dik Browne. Un autor que como os decía, con sus trazos hace fácil lo difícil. Y el detallito que recuerda a Robin Dubois con el tema de un protagonista que siente una poderosa atracción por las tabernas para huir de una mujer controladora…, friends, con eso, me partí el culo.
Esta tira utiliza hábilmente a los vikingos como personajes cómicos tras los que se vislumbra una sátira de nuestro tiempo y de la sociedad norteamericana de los años 70. Anacronismos, dentro de un decorado simplificado, con una gráfica muy despojada. Dick Browne, cuyo dibujo se acercaba al de Mort Walker, sabía plantar un sketch en tres trazos de lápiz. Y pocos saben darle importancia a eso fuera del mundo del noveno arte. Hägar es ese hombre gordo, barbudo, brusco, pendenciero y fiestero, presa de frecuentes meditaciones, un tipo de hombre en el que podemos convertirnos muchos a poco que nos descuidemos. Su formidable esposa Helga, con fuerte poder acaparador, no es otra cosa que un reflejo de muchas parejas en la que el comportamiento podría ser perfectamente lo contrario a lo que se propone. Sólo es una crítica a la vida en pareja más que al ser humano.
En 2023 cumplirá 50 años esta joyita. Aventuras que aseguran risas.