Surgida de las entrañas del extinto sello Vertigo, Flinch se basaba en una premisa poderosa: los comportamientos inesperados del ser humano… Flinch reunió a los mejores autores del mundo del cómic, cuyo talento brillaba en la oscuridad de historias tan alucinantes como perturbadoras y macabras. ¿Pero qué es exactamente Flinch para todos esos que miramos este cómic de reojo algún vez? Una colección de historias de terror, dibujadas y escritas por grandes artistas como Brian Azzarello, Kent Williams, Bill Willingham, Garth Ennis entre otros. Un pelotazo de antología aunque ya os adelanto que hay autores que se nota que no valen para este género y sus historias o dibujos se sienten un poco forzados. O bien que en ese momento de sus vidas no les salieron buenas historias y años después sí. De los que os podría decir, al menos, dos casos. De ahí la irregularidad de esta colección. Pero aun así un tomo recopilatorio bastante interesante que ECC Ediciones vuelve a poner en el candelero.
Tenemos aquí historias espectaculares, buenas, medias y otras simplemente normalitas… en el sentido de pasables. Como cualquier antología de terror que se precie. Y no pasa nada. Tampoco quiero desmerecer el trabajo hecho pero el problema de esto suele venir por tener tramas algunas demasiado cortas -o que se quedan cortas- para el argumento que se propone. Obviamente, hay tramas de terror que necesitan más desarrollo que otras. Y si no se hace, hay que ser “muy maestro” para que salgan bien. Mas, os digo que Flinch es un tomo de dieciséis numeritos que he disfrutado como un cosaco, como un poseso, pues eso, uno que ama el Terror en cualquiera de sus formas desde que tengo uso de razón.
Soy un gran admirador de los viejos cómics de la EC, por lo que extraño la falta de este tipo de cómic en el mercado. Tampoco mucho porque aprovecho para decir que Diábolo Ediciones en nuestro país está rescatando cosicas. Pero también es verdad que hay otro público, otro no tan viejoven, para el que se hicieron las historias de horror que se pueden encontrar en Flinch. De todos modos, la clásica antología de terror de la famosa editorial Vertigo, no son otra cosa que cuentos con giros al estilo Twilight Zone (La Dimensión Desconocida) que incluyen una banda violenta de personas mayores, una hija que encuentra una cura para la enfermedad de su padre enfermo que tiene sorprendentes efectos secundarios, la cadena de violencia generada por una organización criminal y un retorcido asumir para lo que fue el hundimiento del Titanic.
Y mucho más. Porque como bien se anuncia -o fue el lema de esta colección durante un tiempo-, nunca se sabe que momento, anécdota o resquicio hará que una persona explote y veamos su lado más oscuro. Un niño que se pierde y sus padres pierden la cabeza, una puerta de ascensor que se abre en un momento inoportuno o la llamada de un extraño en mitad de la noche. Acciones de emisión u omisión del deber socorrido que rompen la rutina, la paz y tranquilidad del ser humano. Y encienden la mecha. Como toda antología que sí que recomiendo, tenemos bastantes más historias buenas que malas. Algunos de los principales creadores de cómics actuales contribuyeron a esta antología. Las historias a veces se extralimitan y tratan de lograr más de lo necesario, es uno de los problemas. Pero es lo típico de: a quién le mole el gore le encantará y a los que sólo les interese el terror en sus más cortas formas, les apartará. Siempre dije que saber hacer gore del bueno es muy difícil. Frontera complicada de alcanzar.
Un cómic donde las portadas de cada grapa fueron su fuerte. Insisto, amo el Terror en sus más diversas formas por lo que recomiendo pasar por Flinch, al menos, una vez en la vida. Una serie que podríamos comparar con la famosa serie de TV del momento como es Black Mirror.