Almuerzo en el Café Gotham es un cuento de terror del escritor y ya maestro eterno por los siglos de los siglos Stephen King. Una de esas historias nacidas de una anécdota que surge, y uno (como autor con don) va corriendo a casa para poder transcribir al papel lo antes posible. Antes de que se le olvide el más mínimo detalle de lo imaginado. La inspiración. La musa. Me ha pasado y sé lo que es. Y en mi humilde opinión, salen de esos momentos relatos chulos (no tengo abuela). Pero que al maestro King, a poco que lees sus relatos, libros y demás ocurrencias, te enteras de cómo se le ocurrió tal o cual historia, y ves que esas «flechas de inspiración» hacia su mente receptora es algo que le ocurre en su vida a cada momento.
El caso es que Almuerzo en el Café Gotham es un relato que se publicó originalmente en 1995 en la antología de varios autores Dark Love. Tiene un potente aliciente y se podría decir que es una historia que rompe con las historias habituales de King al no haber ningún elemento sobrenatural. Aunque el terror psicológico sí que ya lo mostró en tramas de publicación temprana. Y donde un señor llamado Steve Davis llega a casa un día y encuentra una carta de su esposa, Diane, que le dice fríamente que lo deja y que quiere el divorcio. Él se encuentra desconcertado y se deprime cada vez más. La partida de Diane lo impulsa a dejar los cigarrillos y comienza a sufrir abstinencia de nicotina. El abogado de Diane, William Humboldt, llama a Steve con planes de reunirse con los dos para almorzar. Se decide por el Gotham Cafe y fija una fecha. El abogado de Steve no puede asistir debido a una crisis familiar. Sin embargo, a pesar de las advertencias de su abogado, Steve está decidido a mantener la cita y volver a ver a Diane una vez más…
Llega el día y los nervios lo corroen, por la situación tan desconcertante, por ver de nuevo a su pareja y por tener que afrontar uno de los momentos mas duros de su vida. Pero nada de eso es comparable a los horrores y el terror que va a encontrar en el particular Café Gotham de Nueva York. Y eso es lo que se encontrará nuestro protagonista. Lo que esperaba como un posible acto de reconciliación acaba por ser uno de los momentos más traumáticos y surrealistas de su vida. Y quizás de la tuya, porque ya no mirarás a los camareros de la misma forma…
Y mira que son muchos los que han pasado ante mis ojos, pero tengo que decir que uno de los villanos creados por Stephen King que más me han impactado y que más recuerdo es este Guy que es capaz de ir empeorando la trama ya tensa con cada participación en la historia. No sé si os pasa pero para mí, camareros y jefes de cocina, son gente a la que hay que respetar. Y temer. ¡Juegan con tu comida! O al menos, la sirven. Un mal gesto, una mala respuesta y las consecuencias pueden ser fatales si bebes o comes en el sitio. Eso sin contar que no lleves el horror ya intrínseco aunque te portes bien. Como todo trabajo, todo queda en el honor de cada persona, sí, está claro, pero que me digan si ellos no tienen un pase directo VIP hacia tu intestino y eso en un maître psicótico y homicida puede resultar fatal.
En apenas noventa páginas (lo que se considera un cuento largo) el maestro de Maine construye una historia macabra que acaba de rescatar ahora Nørdica Libros en una bonita y llevadera edición ilustrada por Javier Olivares; historietista nacido en Madrid, un referente de la ilustración que ha trabajado en publicaciones conocidas de este país como la revista Rolling Stone, Quo, El País Semanal, el diario El Mundo… Además de ser autor de numerosos libros, cuentos y novelas. Por lo demás, leer este relato te cambia la vida. Sobre todo, al que ama comer fuera de casa.
Cuidadín, cuidadín.