Este álbum que os reseño hoy es un hermoso homenaje a la emprendedora persona que fue Louis Renault. Una de sus principales cualidades fue poner en perspectiva la toma de decisiones de la época. De hecho, siempre es fácil juzgar, a posteriori, el comportamiento de tal o cual personaje, por lo que aprecio especialmente el hecho de que los autores deslicen una cita como es: «Este pacifismo frenético, inconsciente si uno piensa en los horrores por venir…, es el de una generación que recuerda demasiado bien la guerra y que no puede concebir nada más improbable que volver a la batalla.” Cita o frase de las que hacen pensar. Aunque este pensamiento no concierne particularmente a Louis Renault, simboliza a mis ojos el estado de ánimo de los autores en el momento de la realización de este álbum. Abstenerse de juzgar, después de lo pasado, y relacionar los hechos y los comportamientos, justos o discutibles, recordando el contexto de la época en la que vivió este ingenioso señor.
Renault: Las Manos Negras. Su biografía. Pero no sólo su biografía, también es un relato histórico de la primera mitad del siglo XX y más concretamente sobre el papel de este genio industrial en las dos guerras mundiales con dos resultados muy diferentes. Héroe, luego, traidor a la patria…, y ahí reside la fuerza de esta historia. Saber diseccionar la increíble vida de este hombre sin olvidar plantear el contexto histórico y su importancia. Entonces, vamos pues a seguir los inicios del pequeño Louis al que le gusta ensuciarse las manos, pero sobre todo un cerebro que revolucionará el mundo del automóvil con su eje mecánico que transmite directamente la potencia del motor.
Seguiremos sus primeras carreras de coches, la creación de su fábrica hasta la Gran Guerra y el papel que jugará allí. Luego los años 20 y la irrupción en su vida de André Citroën hasta la crisis del 29. Y finalmente los años 30, los años prósperos hasta el conflicto del 39 al 45 y el horror de aquellos años que todos conocemos. Dejándonos así una narración donde las voces en off de las personas que trabajaron con él alguna vez, dan un tono único a la historia y nos permite descubrir a un hombre solitario que nunca dejará de hacer crecer y prosperar su fábrica. Un hombre de carácter intransigente, exigente y nada fácil. La mejor definición de persona emprendedora que casi uno se puede encontrar, y un hombre o personaje del que te encariñas en este Renault: Las Manos Negras.
Un cómic también que me permitió descubrir a un personaje extraordinario y que me enseñó el trasfondo de las dos guerras mundiales. Con un dibujo que no es necesariamente mi taza de té…, pero es efectivo y transcribe perfectamente los tiempos cruzados. Los colores son ideales, eso si, están en su punto como dicen los franceses. En cuanto al diseño, Benéteau asegura un trabajo minucioso. El diseño es variado, los personajes están bien recreados y parecen similares a la realidad, por lo poco que sé de ellos. Además, la pasión del dibujante por el campo de la automoción proporciona a las viñetas una envidia por mi parte adicional.
Además, el último capítulo me conmovió tanto que vi en él un deseo de hacer justicia a un hombre que nunca ha sido idolatrado lo suficiente pero que cuya persona me ha parecido consecuente y honesta en sus elecciones. Alguien justo. Muy difícil de encontrar hoy en día.
Por tanto, una lectura enriquecedora que solo puedo recomendar.