Una buena novela gráfica tenía ganas de leer. Y buscando y buscando, tenía dos opciones: en primer lugar mis flechas apuntaban a un título que no pude conseguir en su día por estar agotado doquiera que fuera (más adelante lo conseguiré, no lo dudéis); y en segundo, un compi que tengo que actualmente reside en Queens, me habló muy bien hace poco de Bad Girls. Ah, y de cómo, viviendo donde vivía, la había pasado por alto aún. Pues sí friends, toda la razón. Y aunque soy muy de aconsejar que sigáis siempre-siempre vuestras intuiciones, es cierto que un porcentaje muy alto (debe estar escrito en algún sitio), alega que también hay que seguir las recomendaciones que os hacen vuestros amigos. Más bien, aquellos con quién compartís el gusto por leer.
Resultando que, me he topado con una novela gráfica maravillosa en historia y con dibujo deslumbrante. De colores crudos y visualmente impactante. Un script seguido de una máxima en principio básica dentro de las tramas de acción, pero que ha resultado ser una genialidad: tres mujeres tienen doce horas para salir de Cuba con seis millones de dólares en la noche de Nochevieja de 1958… Eso es Bad Girls. Una historia que evoca muy bien aquella vitalidad que tuvo La Habana en los 50s del pasado siglo. En Bad Girls vais a encontrar un activo thriller que sigue a un grupo de personas inquietas que bien podrían transitar un salón de jazz… Intentando escapar de un club nocturno el día de Año Nuevo de 1958. La misma noche en que el dictador cubano Fulgencio Batista renunció y Castro tomó el poder.
Carole, dirigente de la mafia de a pie, es el dueño del punto caliente llamado El Edén. Esa noche, cuando llega al club, descubre un enfrentamiento tenso con un intercambio de dinero sucio de por medio… Eso por un lado, por que por otro, entre diversos tejemanejes, se van sucediendo hechos entre los que destaca el rescatar a su amiga Taffy, una de las bailarinas, de su esposo malhumorado. Pero las cosas se van complicando con el paso de las horas, y las mujeres del local tienen poco tiempo para salir de allí y escapar de una Cuba en medio de una revolución política. Y tras cometer asesinato tras asesinato ya me diréis si no es para darse prisa.
Ah, y con un maletín con seis millones de dólares.
Chicas malas, malas, ¿qué harías en la víspera de Año Nuevo de 1958 en Cuba cuando tengas doce horas para escapar de un país en medio del caos? ¡Y con seis millonacos en una maleta! Esas son las preguntas que se debieron hacer los creadores Alex de Campi y Víctor Santos, a las que se propusieron responder con esta novela gráfica llamada Bad Girls. Una forma elocuente y estilística, además de una emocionante historia de un grupo de mujeres que intentan dejar atrás el caos de sus vidas y desear, aunque solo sea por un momento, el poder gozar de la riqueza y la no preocupación por el mañana.
Alex de Campi (No Mercy) ofrece un guión repleto de mujeres fatales, llenas de ingenio y emoción. Quienes, según Taffy: «Nunca se enfrentan a una crisis sin lápiz labial». La magistral escritura de De Campi está marcada por la frescura de las obras de arte en el sombreado cambiante que aporta Víctor Santos. De trazos sencillos que recuerda el estilo pop art de aquella controvertida década.
Como lector, disfruté bastante de estas viñetas noir, que en su demasía abarca, tanto elegantes detalles de época, como constantes referencias al género pulp. Del escritor nominado a un Eisner, Alex de Campi, y el virtuoso artista Víctor Santos, tenéis disponible esta historia de tres mujeres fuertes y multifacéticas que luchan por dejar atrás su pasado. Una novela gráfica de las que gustan devorar de una sentada, un tomito que cuenta ya Norma Editorial entre sus últimas novedades. Una muy molona historia.