Enorme e increíblemente fuerte, MYTEK funcionaba con luz solar, absorbiendo energía a través de baterías escondidas tras la piel de su espalda. En una ocasión, estas baterías fueron cubiertas por lodo durante una pelea, lo que provocó que MYTEK gradualmente se debilitara y algunos pensaron (los malos-malutos) que por fin el gran dios mono iba a caer. Pero el lodo se fue limpiando y entonces… terror…, horro, ira, muerte e inspiración. Y más muerte y desazón.
Cuento más. El profesor Boyce era un científico que trabajaba en proyectos de investigación en África. Después de que su laboratorio fuera destruido por los guerreros de la tribu Akari, un amigo guardabosques llamado Dick Mason le cuenta cómo los miembros de esa tribu adoraban a una estatua de arcilla de un simio gigante llamado Mytek que simboliza los poderes de la fuerza y destrucción. Así que al profesor se le enciende una lucecita y se pone a diseñar un colosal robot con la forma de este simio con la esperanza de emplearlo para convencer a la tribu de que renuncie a su caminos bélicos. Sin embargo, su asistente, el enano Gogra, amargado con el resto de humanidady peleado con el mundo, se hace con los mandos del Mytek robótico y lo usa para convertir a la tribu en un ejército que busca venganza contra todo ser humano civilizado. Conquistar el mundo es una opción.
Pero Boyce y Mason persiguen al enano y consiguen recuperar el robot, aunque Gogra logra escapar, y volver una y otra vez con prototipos inteligentes y otros muchos planes de contienda. Buscará siempre destruir el proyecto Mytek. Destruir todo lo ideado para este fin. Su campaña contra la raza humana no cesa. En realidad, acaba de empezar. Tom Tully acompañado por los guiones de Bill Lace y el arte de Eric Bradbury, dieron vida a uno de los personajes más conseguidos de lo que en su día se consideró el cómic de serie B más chulo del momento. Los que indagamos en su día en este personaje, nos dimos cuenta pronto que no era un King Kong de baratillo lo que se vendía aquí. Más bien, una trama pulpera de las buenas en formato cómic.
Mytek el Poderoso (Mytek the Mighty) fue una serie de historietas británica que vio la luz inicialmente en la revista semanal Valiant entre 1964 y 1970. Por estos lares, fue la mítica (nunca mejor dicho) Ediciones Vértice la que lo hizo cruzar fronteras y lo reprodujo en tres formatos distintos (tebeos, rústica y recopilatorios) pero al que casi todo niño de los 80 accedió a través de la grapa. Eran los más económicos con diferencia. Aunque también los más fáciles de encontrar dentro de la locura que era seguir una colección quiosquera en aquellos tiempos. Ante tal éxito, se cuenta que en 1968, ante la falta de material original, Vértice llegó a encargar a Fernando M. Sesén como guionista y Rafael López Espí como dibujante la realización de una historieta apócrifa de 126 páginas que llevaría el título de El retorno de Mytek. Pero, en definitiva, y a lo que voy, es que la publicación de un integral como Mytek el Poderoso no es otra cosa que una buena noticia más, por parte de Dolmen Editorial, que en su Línea Albión está trayendo otras joyitas del mismo ramal como Zarpa de Acero (https://dolmeneditorial.com/tienda/zarpa-de-acero/), obra que aún no he tenido la oportunidad de disfrutar aunque tengo unas ganas tremendas.
Señalo que esta cosita tan mona… es uno de los títulos que siguen “vivos” en bolsitas de plástico en mi colección oficial. Pero ni que decir tiene que deseaba tener esta obra en tapa dura, en este genial y formato y edición que propone Dolmen Editorial. Para mí, son los mejores dibujos de King Kong que existen, y eso que nada que ver con el rey Kong tiene.
Una de las obras más recomendables de pillar de este 2022.