Me asusté un poco cuando vi este cómic. Hay que decir que el estreno de la película Tolkien en su día ya me asustó, aunque pensaba que con algo de lo que hay tanta información como es la vida del maestro-dios de la Fantasía, poco iban a jugar con los invents. Pero también pensé: ¿un cómic dedicado a este periodo del autor de El Señor de los Anillos (J. R. R. Tolkien y la Batalla del Somme)? Por lo menos, intentarlo. Eso que no quede por mi parte que leo todo y cuento puedo de este autorazo que nos ha dado tanto. Y sí, no voy tarde. Ya he leído varias biografías, sus cartas y sus títulos… creo que no me queda ninguno por leer siempre que no salga de pronto alguno de esos que de prono encuentran tras una pared de donde vivió.
Sarcasmo aparte, cualquiera que haya disfrutado de El Señor de los Anillos, de la obra primaria, que lo haya flipado con ella e intente saber más del autor, diría que necesariamente querrá obtener de algún modo la peli que trata la vida del maestro en formato cómic. Es algo ligero de devorar y un lugar donde aprendemos mucho sobre el hombre que fue. De forma rápida. Insisto. Una buena sentada de lectura de tardecita de té o café en mano.
Un cómic donde los autores parecen haber retomado escrupulosamente los elementos y aspectos más destacados de su vida. Pese a todo, debe admitirse que el objetivo del cómic está conseguido y obtiene las cualidades y defectos de la obra fílmica. No es desagradable, ni mucho menos, cuenta lo importante y los autores no han olvidado los pequeños y discretos guiños a su emblemática obra, comenzando por la campiña inglesa así como otros de su estilo tan característico. No falta nada, ni siquiera los extractos de los poemas del autor esparcidos por aquí y por allá por las páginas. Y comprendemos los traumas vividos por Tolkien, los de la Primera Guerra Mundial, durante la cual perdió a sus amigos más queridos, culpables de que se le encendieran muchas luces al autor para la creación de la poderosa mitología que estaba creciendo en su interior. Sin duda, el guionista Will Duraffourg ha aportado un trabajo riguroso, con un toque romántico que consigue compensar la linealidad de la narración.
Tolkien: Iluminar las tinieblas no logra salirse de la masa del género biográfico en boga en el noveno arte. Se opta por un academicismo a capa y espada, es un sabio homenaje gráfico con una destacada narración así como dibujo. Una biografía inédita en este formato en nuestro país que llega de la mano de Aleta Ediciones. Desde su infancia hasta su dolorosa experiencia en el campo de batalla de la Primera Guerra Mundial. Y muy importante, de cómo J. R. R. Tolkien se convirtió en el legendario escritor que revolucionó la literatura fantástica.
Volviendo a mis ovejas (como se dice en mi tierra), fui con un poco de aprensión con este álbum, pero después de unas pocas páginas, finalmente me metí en él. Hay que decir que Duraffourg, el guionista, utiliza el proceso de una fuerte escena de apertura, lo que me hizo estremecer un poco. Pero justo después comienza la historia de Tolkien desde el principio, es decir, su nacimiento y su primera infancia en Sudáfrica, y así sucesivamente, hasta que la guerra ocupa buena parte del álbum.
No conocía el trabajo de Caracuzzo, pero siento que es un ilustrador digno de seguir o de revisar en futuras obras de las que pueda tener oportunidad de reseñar. Algunas de las primeras tiras de Tolkien: Iluminar las tinieblas son un poco ligeras pero poco después de la página quince puedes sentir que el estilo se nivela, a pesar de que los personajes, incluido Tolkien, cambian de cabeza regularmente en algunas viñetas posteriores… jaja. Echadle un ojo.