Cuando queráis leer un género específico, cuando digáis eso de “mira, me apetece leer una novelita de misterio o detectivesca”, cuando el cuerpo os pida marcha, id a por lo mejor de lo mejor. Que luego vienen las decepciones y en este género, sí que se publican joyitas casi cada mes. Sólo tenéis que echar un ojo a reseñas o directamente en la sección de Novedades de las librerías y mirar portadas. Las portadas normalmente están hechas para llamar mucho la atención.
Pero si ya sabéis a por lo que vais pues mejor que mejor. Y si esto mismo que he comentado, ese género es el que os pide el cuerpo como a mí en estas fechas de cambios de temperatura constantes, tenéis una oportunidad de éxito lector con El Caso del Asesinato del Criadero de Perros, del gran S. S. Van Dine que acaba de publicar Reino de Cordelia. Novelita clásica de casi un siglo de vida pero novelón con enganche para los amantes de la investigación a más puro género negro o detectivesco.
Una aventura de Philo Vance… sino la mejor. Y es que S. S. Van Dine no es para nada tímido en dar pistas para este nuevo caso de dicho detective. Las esparce generosamente y eso descuadra bastante en un género famoso por contar poco al lector, al menos, no de forma tan rápida. Así que nos vamos muy rápido a conocer a Markham, el fiscal del distrito para…, bueno, aclarar que estamos ante un misterio interesante con varias historias paralelas que complican un poco las cosas. Tenemos el punto de vista del perro y el punto de vista de los artefactos chinos (los cuales le dan a Vance una amplia oportunidad para educar a Markham y compañía, así como al lector). Pero, ¿qué ha ocurrido? ¿De qué estamos hablando? Arthur Coe ha sido encontrado muerto tras una habitación cerrada a cal y canto; habitación con ventanas cerradas y sin otra entrada. Y es que el difunto tiene una mirada pacífica y tranquila en su rostro y una herida de bala en la sien. Tiene un revólver sujeto con una mano (el rigor mortis bien establecido), pero la posición de su brazo en relación con la silla en la que está sentado y la mesa debajo del brazo es bastante extraña. Y sí, el hombre recibió un disparo, pero no murió por la herida de bala. Recibió un golpe en la cabeza antes de que le dispararan aunque eso tampoco lo mató. ¡Fue apuñalado con una extraña daga china! Pero esperad, esperad, que hay más. El hombre fue apuñalado a través de la ropa que se ha quitado al llegar a casa… pero aún tiene puestos los zapatos de calle.
Y ahora, por supuesto, la gran pregunta es: si esto no es un suicidio (¿y cómo podría serlo con tres tipos diferentes de heridas?), entonces, ¿cómo entró y salió el asesino de una habitación cerrada por dentro? Luego hay otras cosas insignificantes, como el perro escocés herido tras una cortina. El perro no pertenece a la casa y, de hecho, a nadie en la casa le gustan los perros. Y está el jarrón chino de valor incalculable perdido que ha sido reemplazado por una pieza muy inferior y se encuentra roto con manchas de sangre. Ah, y no se olviden del hermano de la víctima, Brisbane, quien también fue apuñalado y metido en el armario de los abrigos…
¿Sospechosos? Tenemos a la sobrina de la víctima, Hilda Lake, quien discrepó enfáticamente con las opiniones de su tío sobre dinero y con quién ha elegido para casarse. Raymond Wrede es su pretendiente y tuvo una discusión con Arthur poco antes del asesinato. Gamble, el mayordomo, parece estar en todo lugar que sucede algo, aunque otros estaban más cerca, eso es cierto, y deberían haber escuchado ruidos o indicios de altercados antes que él. También tenemos a Liang Tsung Wei, el cocinero chino, que parece ser de todo menos un cocinero y más un agente que investiga el robo de artefactos chinos raros por parte de su empleador, otro que tal anda como es el signor Eduardo Grassi del Museo de Antigüedades Orientales de Milán, que tenía bastante interés tanto en la colección del difunto como en la de su sobrina. Grassi también tuvo una discusión con Coe sobre un acuerdo sobre parte de la colección: Coe había cambiado de opinión de un tema en el último momento cosa que molestó bastante a Grassi.
Pese a los años, la trama de El Caso del Asesinato del Criadero de Perros es bastante chula, una historia de la que sabía poco aunque bastante menos de la película famosa que se hizo sobre dicha trama. Los personajes bien dibujados. Si no hubiera localizado al asesino y tenido una buena idea de cómo funcionó todo (no hasta el último detalle, pero casi), entonces definitivamente calificaría este novela de sobresaliente. Eso si, el notable alto se lo lleva. Mi caso es que quizás uno ya está demasiado instruido en estos temas.
¿Lo están ustedes?