Desde su debut en 1966 en las páginas de Showcase #62, Inferior Five ha sido uno de los súper grupos más eclécticos e inusuales de DC. Presentado como una parodia, el equipo ha aparecido esporádicamente en todo el Universo DC desde entonces, generalmente en breves apariciones en las que continúan satirizando a La Liga de la Justicia, quizás más notablemente durante la carrera clásica de Grant Morrison en Animal Man. Ahora el quinteto ha sido reimaginado en una encarnación moderna muy diferente en una nueva maxi-serie de Jeff Lemire y Keith Giffen, cambiando drásticamente el equipo y su lugar en la DCU. Y, por supuesto, potenciando el personaje de El Pacificador aprovechando que HBO Max cuenta con una serie de TV en su nombre.
Jeff Lemire ha dejado principalmente los cómics de trabajo por contrato para el mundo del indie, donde está creando sus propios universos compartidos, aventuras épicas de ciencia ficción y narrativas de terror retorcidas. No hace mucho hablaba de su maravilloso trabajo en El Soldador Submarino (https://www.cronicasliterarias.es/?p=10004), pero resulta que tiene un último acto para las publicaciones mensuales de DC, comenzando con Inferior Five+El Pacificador (eso sin contar su próxima serie Black Label). Esta colaboración que os reseño hoy con el icónico guionista y artista de DC, Keith Giffen, es una gran aportación para el mundo del cómic. El macabro, el desenfadado, el ido de olla…, y todos esos sinónimos para un cómic alocado y sin miramientos a los códigos éticos que se puedan poner delante a lectores jóvenes. Sin embargo, no se equivoquen: Giffen está en la trama y el arte, pero este es un proyecto de Lemire muy reconocible y que está mucho más en la línea de su trabajo de Vértigo e Image de lo que se le ha permitido antes en las propiedades de DC.
Tenemos aquí cuatro numeritos recogidos en un mini-integral con apariencia de one-shot. Una narración retorcida que lleva un poco de tiempo entender, ya que se mueve entre varias tramas y, a menudo, te hace dudar de lo que está pasando. Pero parece tener lugar después de una devastadora invasión alienígena (inspirada en el evento ¡Invasión! de los años 80), solo en un mundo donde Los Dominadores tuvieron éxito y la mayoría de los héroes principales de DC fueron capturados o asesinados. Ahora la única resistencia parece estar agrupada en un pequeño pueblo de Arizona. Y es que los ciudadanos de Dangerfield se ven acosados por sucesos extraños después de aquella invasión que sacudió a todos y ahora sólo cinco chavalotes inadaptados parecen darse cuenta. ¿Podrán descubrir lo que está pasando antes de que una fuerza siniestra los atrape a todos? Además, El Pacificador está en una misión ultrasecreta de Checkmate y Amanda Waller necesita encontrar una misteriosa arma antes de que los rusos den con ella.
La incertidumbre. Con eso juegan los guionistas en esta mini-historia de encuentros y desencuentros con un mundo que se va a la mierda en varios aspectos. Una trama que a veces se siente como una historia sobre la mayoría de edad, otras como puro terror apocalíptico, toda una serie de coincidencias eventuales que nunca son menos en conjunto que fascinante. Este cómic es terriblemente desesperante por lo del ansia de querer saber más. Y cuando viene lo bueno: Amanda Waller enviando a su agente secreto El Pacificador, el inestable mercenario, para el mismo misterio en el que están los cinco chavalotes…, cuando viene lo bueno y los dos grupos entran colisión va y… bueno, me callo.
¡¡Pero qué esto dura naaaaaaaaa!!
Una serie de Lemire que promete terror y drama familiar.
Voy a buscar más de este tema porque no puedo conmigo mismo.