Reseña: Melvin Monster, de John Stanley

En su constante publicar de joyitas de cómic de Terror, Diábolo Ediciones trae a nuestro país una joyita del pasado como es Melvin Monster. Humor y horror, esa mezcla que si está bien hecha es puro flipe por las sensaciones que deja. Como he leído por ahí: Melvin Monster es un puntazo de buena fe. El tipo de cómic que parece destinado a niños pero que disfruta, por encima de todo, el adulto. Y añado yo:  por encima de este, el fan, el friki, el amante del buen cómic clásico que algunos llevamos dentro. Saca a la luz el niño que está en nuestro interior, ese que si le ayudas y le das «comida», nunca se va. Recordad friends, que nunca debéis dejar ir la juventud, el saber difrutar de todo, es bien. Si maduras, te pudres. Eso no lo olviden nunca. Adultos que disfrutan de sus gustos sin un ápice de vergüenza o incomodidad. Melvin Monster es disfrute y al que no le guste que no mire, como decía la canción.

Volviendo al sendero reseñil, lo que es interesante para mí es cuán frenéticas y maníacas son estas historias. Especialmente, en comparación con los cómics por los que Stanley es más conocido. ¿Qué no le conocéis? Si hombre si, John Stanley (1914-1993) fue un dibujante y escritor de historietas estadounidense que llegó a ser mundialmente conocido por ser autor de La Pequeña Lulú entre 1945 y 1959. Aunque algunos viejóvenes de por aquí conocimos la serie animada en TV en los años 80. Si bien era conocido por escribir guiones, Stanley también dibujó muchas de sus historias, incluidos los primeros números de Little Lulu y su serie derivada Tubby. Su especialidad eran los relatos humorísticos, tanto con personajes licenciados como de creación propia. Fue definido por grandes críticos como «el dibujante más consistentemente divertido». El maestro C. C. Beck (co-creador de Capitán Marvel) comentó en su día: «Los únicos libros de historietas que disfruté de pequeño venían de la mano de Stanley. La pequeña Lulú y el Pato Donald».

Melvin Monster es para mí esa joyita que uno descubre de un autor famoso por otra serie. Una que parecía reservada para mí. Si bien estas viñetas clásicas son igualmente divertidas, proporcionan una sensación un poco más estructurada que lo que uno podía encontrar en La pequeña Lulú. Se gasta la misma cantidad de tiempo en la preparación que en la entrega del cebo pues aquí Stanley simplemente apila ideas una sobre otra que son maravillosas para desplegar desde ahí a otros «senderos». Refleja las mismas sensaciones que tenía de pequeño cuando leía las revistas MAD. Un cúmulo de ideas por desarrollar -café, cacao o azafrán-, las especias más preciadas en esencia. Y una tras otra. Una tras otra. Donde esplenden además las virtudes del personaje (el pequeño monstruo solo quiere ser amable, horrorizando a sus padres, y a la comunidad de monstruos en general) lo que conduce a capítulos llenos de inspiración que si en principio pueden parecer ridiculos, al poco, te ves inmiscuido en el proceso de cambio y quedas atrapado/a y maravillado/a para siempre. Os lo aseguro. Y siempre que améis el Terror en todas sus formas, por supuesto. Como cuando Melvin sin darse cuenta hace saltar por los aires a su propio colegio, para alegría de mamá. Pero el talento y el sentido de la oportunidad de Stanley hacen que todo parezca fresco y atractivo. ¿Estamos hablando del tipo de historias en la que el monstruo hace cosas malas porque lo malo es acto ejemplar para ellos, justo al contrario que para los humanos? Sí, es ese tipo de historias que tanto han promovido actualmente pelis como Hotel Transilvania. Esa es la idea. Pero aquí estamos ante la fuente de esa idea. Y es maravilloso poder tener estas viñetas, este tomo recopilatorio en mano.

Por poner alguna pega, mi única queja es la falta de información de fondo o introducción. El diseño de este volumen es encantador y aprecié mucho la decisión de darle a la reproducción un aspecto amarillento, como si estuvieras leyendo cómics antiguos originales. Pero me frustró que no proporcionaran (a mí y, sobre todo, al lector que llega de nuevas y es flojete para investigar) más información, por minúscula que fuera, sobre los orígenes de la serie. Únicamente se añadde una breve bibliografía de Stanley al final. Pero esto pasa porque Diábolo Ediciones nos tiene muy mal acostumbrados. Siempre nos mete en sus volúmenes información a cascoporro que es muy agradecida de tener, leer y conservar. Cada tomo-joyita normalmente viene repleto de información. Pero a lo que vamos. Amigos amantes del buen cómic, no os lo perdáis. Un brindis al Terror mezclado con humor.

Reseña: El que Roba a los Muertos y otras Historias de Terror, de Lou Cameron

Nunca me cansaré de dar las gracias a las editoriales que lo hacen bien. Y digo «bien», en todos los sentidos. Por que aparte de publicar obras en buenas ediciones y en formato de calidad (difícilmente deteriorables), el objetivo certero, la punta de la lanza siempre debe centrarse en la obra en si. Lo que se publica, cómo se publica pero qué clase de título traen de nuevo a la vida, a la actualidad, al inmenso mundo de novedades. Rescates de libros, cómics, historias, que jamás pensaste poder volver a disfrutar fuera de legajos que se deshacen con el calor de una mano humana… Obritas como el nuevo tomo El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron, que recién publica la siempre genial Diábolo Ediciones. A poco que compartas el gusto por el género de Terror clásico, el bueno e indispensable; editorial de la que no deberías quitar ojo nunca entre sus nuevas publicaciones.

El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron es puro amor por el buen género de Terror. Algo que muchos compartimos con el editor de esta colección de tomos denominada Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50. Terror clásico y que ahora muestra el trabajo de Lou Cameron para una de las editoriales en su día de renta más baja de los años 50, pero una que también fue subestimada por muchos fans de los cómics y por la que terminó enamorándose mucha gente. ¿Concretamente? Mucha culpa tuvo el arte de Lou Cameron, que es sorprendentemente surrealista con un talento para dibujar seres espectrales, fantasmas y muertos que es de lo mejor que se puede encontrar dentro del mundo del noveno arte. Y como Craig Yoe lo sabía, se fijó en él como uno de los pilares de esta colección. Creando otro volumen, otra de las joyitas que gracias a Díabolo Ediciones podemos encontrar en nuestro país. Véase su genial colección entre los que se encuentran ya titulazos como Haunted Love, el Frankenstein de Dick Briefer, Zombis, Momias, Criaturas del Pantano, Fantasmas…, y un potente etcétera que creo que está por venir. Al que se une como octavo volumen esta maravilla que es El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron.

También se ofrece un poderoso articulo, a modo enciclopédico, sobre la vida artística (y a veces, íntima) de Lou Cameron. Todo de la mano del antologista Craig Yoe. Excelentes comentarios que acompañan y brindan un análisis contrastado de las técnicas de Cameron, que están vagamente inspiradas en el arte surrealista. Y una breve descripción de su trabajo como escritor posterior fuera del mundo del cómic. En mi opinión, este volumen tiene quizás el mejor arte de todos en la línea Horror Library. Creo que para el que nunca haya oído hablar de él, se va a enamorar. Insisto en esta palabra-verbo porque es una consecuencia. Además, encontraréis al final, historias que os marcarán y permanecerán en vuestra memoria por mucho tiempo. Estoy seguro. Es un arte… probablemente el mejor jamás visto fuera de los cómics de Terror tan famosos de la EC, donde la calidad del dibujo fue apoteósica. En un momento dado se llega a decir que si Lou Cameron hubiera trabajado para EC probablemente habría terminado siendo considerado como uno de los mejores artistas de la Edad de Oro. Y realmente, después de leer este volumen, estoy de acuerdo. No es sólo su trabajo de línea -que estaba muy por encima del promedio de aquellos años-, sino su uso del diseño de la viñeta, los ángulos de cámara, planos secuenciales (fijaos en la viñeta del Dragón). En momentos, recueda al trabajo de Will Eisner, así como a lo que era capaz de hacer Jim Steranko años después. Se podría decir que Cameron fue influenciado por el movimiento de arte surrealista de la época, arte que parecía sacado (¿prestado?) del maestro Salvador Dalí. A ese nivel llega.

Por lo tanto, un nuevo volumen refrescante con un arte innovador y con historias como La noche en que las estatuas caminaron o Las 5 vidas de Otto Marlin; terror sobre el que seguir pensando días después de su lectura.

Súper recomendable este volumen, sobre todo, por la originalidad que muestra.

Reseña: Holms y Piorot. El Caso de los Cadáveres Exquisitos, de Jali

En la última convención a la que asistí de literatura fantástica me preguntaron qué tipo de Ciencia Ficción me gustaba. Contesté que brindaba mucho por la que va mezclada con humor. Del tipo: Sin noticias de Gurb, Los viajes de Tuf, Guía del Autoestopista Galáctico… Pero en realidad, en mi fuero interno, se clamaba a gritos que aunque amo el género de Terror por encima de todas las cosas, en realidad, una buena historia de humor siempre me hace tilín. Se mezcle con el género que se mezcle. Y es cierto que soy mucho de humor irónico, inglés, en definitiva, me encantan las bromas más sutiles o el tan famoso humor negro. Por eso, jamás hubiera esperado poder leer una obra con Sherlock Holmes como protagonista, un folletín gráfico sarcástico como es Holms y Piorot, donde el autor patrio Jali crea un cómic brillante.

¿Qué no conocéis a Jali? Jali (seguiré llamándolo con su nombre artístico) estudió Bellas Artes en la universidad de Barcelona. Comenzó publicando historietas en la revista Mala Impresión. También publicó en otras revistas y fanzines como Amaníaco, La Comictiva o La Guía del Cómic. Su primera gran publicación fue en 1999 cuando Billete de ida al espacio, fue editada por Amaníaco. Un autor y diseñador con un toque muy original. De esos que con dibujos sencillos muestran una enorme profundidad. Y es cierto que sus ilustraciones en blanco y negro, simples en principio, tienen cierto aire a los primeros trabajos y planteamientos estéticos con los que se iniciaba Tim Burton. Pero comparaciones aparte, su dibujo esplende y es atractivo como pocos. Casi que provocan una sonrisa inevitable con los detalles.

Jali, con Billete de ida al espacio, fue candidato al Premio Autor Revelación en el Saló Internacional del Cómic de Barcelona. Una obra a la que le siguió Igor Mortis, editada por Undercomic, con una ambientación cercana al género de Terror (obra que llevo años buscando). No mucho después ya publicó con grandes editoriales de nuestro país como Astiberri. Y en 2008 participó en un cómic editado por Warner España que acompañaba al disco Mentiroso, mentiroso del músico Iván Ferrero, donde adaptaba algunas canciones del artista.

Holms y Piorot es un claro homenaje a los dos más grandes detectives que la literatura ha creado. Los personajes por excelencia de Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, para más aclaración. El Caso de los Cadáveres Exquisitos es una historia que se presenta como si no fuera la primera donde se ven inmiscuidos estos dos trasuntos de detectives universales. Y eso me lleva a querer leer más historias de estos dos tipillos como protagonistas. La historia comienza con un policía patrullando un parque londinense, y avisando a los transeúntes que el parque está a punto de cerrar sus puertas. Un hombre descansa plácidamente en un banco, tapado con unos viejos periódicos y su aparente sueño se ve interrumpido cuando el policía le remueve para decirle que salga del parque. En ese momento, su cabeza cae rodando. Ahora le tocará el turno a Holms y Piorot. Descifrar un misterio donde el horror hace acto de presencia. Donde tendrán que juntar sus virtudes y sus precariedades para dar sentido al asunto. Y aquí es donde entra el humor tan destacable que rezuma El Caso de los Cadáveres Exquisitos.

La verdad es que no encuentro mejor manera de presentar la obra que la sinopsis editorial que Diábolo Ediciones plantea. Una editorial que, por cierto, no para de traernos grandes obras comiqueras a los fans del mejor Terror ilustrado. Aunque también gozan de la Colección Fantasmas, un sello donde publican cada no mucho, relatos y antologías de grandes autores clásicos del género. Obras inéditas muchas.

La obra de Jali es distinta, alegre y agradecida a los ojos. Un autor con todas las papeletas para dar el gran salto al mejor cómic europeo. Un autor que todos debéis descubrir.

Reseña: Weird Science Vol.1, de Al Feldstein, Wally Wood, Harvey Kurtzman y VVAA

Diré algo muy obvio. Con la publicación traída a nuestros días de joyas del cómic como son las antologías Tales from the Crypt (https://www.cronicasliterarias.es/?p=5567) y ahora Weird Science, mi opinión es que Diábolo Ediciones se ha puesto en el candelero como editorial totalmente a seguir. Obras que se agradecen en un nuevo formato, grande, a color y en tapa dura. Son obras que uno gusta tener en la cómicteca y sacar de vez en cuando para leer y quedar satisfecho con historias que con poco dicen mucho. Son (repito) joyas en sí mismas que uno debe tener. Y que se disfrutan aún más en esta época de Halloween donde los mejores géneros de la ficción se empoderan tanto en tardes de penumbra y frío. Por eso, y solo por eso, la publicación de Weird Science es otra celebración.

Weird Science fue una de los semanarios comiqueros de la famosa línea EC Comics que tanto revuelo causó a mitad del siglo pasado. Si Tales from the Crypt abogaba directamente por el Terror más puro, Weird Science lo hacía por la Ciencia Ficción. Quiero dejar muy claro ya que si recomiendo hacerse con esta nueva edición de Diábolo Ediciones, no es solo por ser una maravilla en sí que todo fan del cómic debería tener/leer; el tema es que encima os lo estoy recomendando como compra para disfrutar en Halloween y esto es porque Weird Science aún brindando por la CF, la mayoría de sus relatos cuentan con demasiado Terror cerca. Un ejemplo sería decir que estamos ante guiones súper disfrutables para aquellos que consideran el film Alien, de Ridley Scott, más una peli de Terror que de CF. Aunque a mí me gusta decir, que dicha obra de arte mezcla ambos géneros por igual. Bien, pues ese sandwich-mixto calentito es lo que encontraréis en Weird Science.

Durante un período de cuatro años, un semanario que publicó algo más de veinte números y finalizó con el número de noviembre/diciembre de 1953. Weird Science es otra maravilla que Bill Gaines y Al Feldstein se sacaron de la manga en una época en la que CF comenzaba a despuntar en mi USA de mis amores. La revista bimensual reemplazó a otra de romances (Saddle Romances) cuyas ventas no iban bien. Pero fue una transformación y Gaines y Feldstein decidieron no reiniciar la numeración para ahorrar dinero. Por eso no debéis asustaros al encontrar que este primer tomo comienza con el Weird Science #12, llega hasta el #15 y después le sigue el Weird Science #5. Fue a partir de este último que todos los números se enumeraron ya correctamente. Debido a esto, el Weird Science #12 de mayo/junio de 1950, es, en definitiva, el primer número de la colección.

Pero no hay temor aunque estemos antes cómics de los 50s. Historias bellamente representadas, y ahora recoloreadas para un genial tipo de papel. Nada que ver con anteriores ediciones. Además del avance de George Lucas (el dios creador de Star Wars), que leyó estos cómics cuando era niño, también el tomo aporta un relato de Grant Geissman sobre cómo surgieron en la EC Comics dichas revistas. Pero lo que importa es, que aquí vais a encontrar cómics súper inspiradores. Según Geissman, Weird Science y su compañera Weird Fantasy, cuentan con los considerados «primeros cómics verdaderos» de Ciencia Ficción. Ejemplos anteriores eran las historias de aventuras al estilo de Flash Gordon ambientadas en el espacio, pero Weird Science ocupó otros tantos temas variados que quedaban en el candelero: invasiones alienígenas, robots y viajes en el tiempo. Si a estos temas incluimos a villanos malos-malutos que quieren destruir el mundo porque sí, ya tenemos los ingredientes indispensables para la paella que nos gusta devorar de una sentada. Sazonadas con un vinito de ansiedad por las armas nucleares que era otro tema común entonces.

Hay una historia en este volumen que involucra a un hombre caído accidentalmente bajo la influencia de una máquina que provoca que comience a encogerse sin cesar hasta ser más pequeño que un átomo. Y continúa. Es una historia que me recordó a mi amado relato Submicroscópico, una historia que además fue publicada seis años antes que la famosa trama de Richard Matheson (The Shrinking Man), que se convertiría en la famosa película El Increíble Hombre Menguante un año después. Es decir, que nunca mejor dicho, estamos ante Historias de Anticipación. Los mejores guiones que inspiraron a grandes maestros que parieron grandes obras después. Guiones, la mayoría escritos por Al Feldstein, tío que tenía una imaginación notablemente maravillosa para la época. «Cosas” del Espacio Exterior, ¡La Micro-Raza!, El Hombre Eterno, He creado un… ¡Gargantúa!, La Última Guerra del Mundo y/o ¡El Hundimiento del Titanic!, son historias que se os grabarán a fuego. Pero también otras muchas que sorprenden por su originalidad. Feldstein dibujó además algunas de las historias pero otros grandes consagrados pasaron por aquí: Frank Frazetta, Al Williamson, Sid Check, Jack Olesen, Wally Wood, Jack Kamen, Harvey Kurtzman (estos tres últimos creadores de la revista MAD años después). Una mancha del espacio exterior, una conspiración alienígena secreta en la tierra, más de una paradoja de bucle temporal, un hombre gigante desenfrenado, plantas súper sensibles que atacan a los humanos y el final de la mundo varias veces. ¿Qué más puedes querer leer en un ratito de sofá?

Cuentan que el dibujante/guionista Harry Harrison se atribuye el mérito de haberle dado originalmente a Gaines la idea de publicar Ciencia Ficción en formato cómic. Bendito el momento.

Otra colección indispensable.

Reseña: Nueve Fantasmas, de R. H. Malden

¿Cuántos lectores se arrepienten una y otra vez de que no hubiera más historias de fantasmas de M. R. James por venir? Yo, por ejemplo. De vez en cuando necesito volver a él, a sus alucinantes cuentos en las antologías de Valdemar. Sin embargo, para quien no lo sepa, el maestro James tuvo una especie de sucesor muy allegado, un hombre vinculado a la Iglesia de toda la vida pero que tuvo una breve incursión en lo paranormal (estos autores suelen ser los mejores); el distinguido R. H. Malden (1879-1951). De su mano brotaron nueve historias de Terror que se publicaron en un volumen reducido, publicado por Edward Arnold en 1943, bajo restricciones económicas por estar en tiempos de guerra. Una antología de Richard Henry Malden a la que llamó Nueve Fantasmas. Y con una portada muy llamativa (una de mis favoritas) que también rescata Diábolo Ediciones para la ocasión. Por que sí, my friends, Diábolo Ediciones aparte de estar publicando y rescatando geniales cómics clásicos de Terror (Tales from the Crypt, Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50…) también nos trae a librerías de vez en cuando alguna que otra antología de las chulas, de autores que muy pocos conocen, pero clásicos en otros países. Para el gusto exquisito de nuestro adorado género de Terror. E indagando un poco encuentro que Rowland Hilder, un talentoso paisajista que, además de producir encargos para el Ministerio de Información durante la Segunda Guerra Mundial, produjo ilustraciones de libros y diseños para tarjetas de felicitación, es el autor de la portada. Malden escribió varios libros pero quiso que Hilder fuera quien pusiera «cara» a Nueve Fantasmas.

Por otro lado, R. H. Malden llegó a conocer a su idolatrado M. R. James personalmente. Tuvo relación con él durante más de treinta años pues al igual que James, Malden se educó en el Eton and King’s College, de Cambridge, y allí se conocieron. De la propia boca de Malden salieron palabras como que sus propios cuentos eran «un tributo a la memoria y legado de M. R. James pero nunca comparables a su trabajo». Al final de la reseña diré qué opino sobre esto. Los nueve cuentos incluidos en esta colección son: La comitiva del coleccionista, La chimenea del comedor, El rompeolas de Stivinghoe, El reloj solar, Entre el atardecer y la salida de la luna, Las hojas en blanco, El decimotercer árbol, El timonel del barco de salvamento y El latón del sacerdote.

¿Una pintura puede tener un efecto extremadamente inquietante en su espectador? La chimenea del comedor te lo cuenta. El rompeolas de Stivinghoe es una historia espeluznante, la descripción del propio rompeolas, lo es, con su siniestra capilla en ruinas y el ambiente recargado que propone. Terror que entra lentamente por las venas. Pero no fue sino Las hojas en blanco, el cuento que inyectó un escalofrío de los gordos a mi columna vertebral cuando lo leí por primera vez. Por que aluciné tanto que tuve que leer de nuevo la historia para ver si me había perdido algún detalle. Y me encontré nuevamente con aquello que se agacha sobre la hierba, su cabeza saliente perfectamente calva y colgando horriblemente como si el cuello estuviera roto… Uff. Entre el atardecer y la salida de la luna es otra de las historias atmosféricas, inquietantes y genuinamente aterradoras de la antología. Pero la mejor historia de todas, al menos para mí, es El reloj solar. Donde el narrador se enfrenta repetidamente a una aparición particularmente aterradora, cuyo cuello es anormalmente largo («tan deforme que su cabeza colgaba de lado sobre su hombro derecho de manera repugnante e inhumana»), habiendo comenzado una persecución alrededor de unos pinares, donde para su horror (y el mío) pasa de ser el perseguidor al perseguido.

Aparte del hecho de que Malden era muy bueno creando atmósferas, un fuerte pavor en sus lectores, también tenía cierto sentido del humor. Lo podréis encontrar en el comienzo de El timonel del barco de salvamento donde… Ah no, no, leedlo, leedlo. No cuento más. Mi opinión es que no creo que Malden tuviera intención de imitar a James. De hecho, no creo que esa fuera la intención de ninguno de los primeros “jamesianos”. Y no creo que sea justo juzgar su trabajo simplemente comparándolo con James por muy en alto valor que se tenga. Para mí es un dios Stephen King en lo que hace, ¿y por eso ya en todo lo que escribo intento imitarlo? Para nada. Todos tenemos inspiraciones en la vida. Malden tenía su propia voz y no solo porque admirara a M.R. James, sus cuentos de fantasmas, iba a escribir exactamente lo mismo. Tenía sus miedos propios y un gusto muy sutil por… ¡¿Qué le pasaba a este hombre con los cuellos, dios mío?!

Una antología que fue cara y difícil de conseguir en su día, ahora disponible para todo amante de las historias de fantasmas que se precie.

Reseña: Tales from the Crypt Vol.1, de VVAA

La publicación en gran formato de Tales from the Crypt en nuestro idioma y a todo color, no es otra cosa que una muestra del gran momento de recuperación de grandes títulos comiqueros que estamos viviendo. ¿Quién iba a pensar que esto podríamos tenerlo en nuestras manos en estas condiciones? Poca fe tenía yo. Pero bueno, tampoco es que se mérito de todo el mundo, en este caso concreto las alabanzas deben ser para una editorial que está aportando “regalos” a los fans del género de Terror. Una editorial que llevo tiempo reivindicando para que le pongáis el ojo encima o una de esas arañitas de seguimiento que tenía el de mallas rojas y azules. Una editorial maravillosa como es Diábolo Ediciones. Una editorial que aboga por el siempre maravilloso género de Terror. Tanto en cómic (Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50: El Extraño Mundo de tus Sueños, Haunted Love, Frankenstein de Dick Briefer, Zombis, Momias, Criaturas del Pantano, Fantasmas), como en otro de los puntos fuertes del género como son las antologías de relatos clásicos (Nueve Fantasmas, El Fantasma de Agua y otros historias de espectros singulares, En compañía de fantasmas… https://www.cronicasliterarias.es/?p=2388) de los que ya os hablaré otro día. No obstante, joya tras joya. Sueños hechos realidad.

Tales from the Crypt es volver a mi infancia de nuevo. Regresar a una de las piezas del puzzle que me hicieron como persona. A friki, a fan, a una de las puntas de lanzas que me hicieron amar el género de Terror por encima de todas las cosas; como se quiera llamar. Algunos dicen: «Si te encanta el terror clásico, este cómic no te defraudará». De lo que solo estoy de acuerdo en las tres últimas palabras. ¿Terror clásico? ¿En serio? Quizás se pueda encuadrar así, si necesitáis etiquetarlo de algún modo. Pero que todas y cada una de estas historias son meramente actuales, que han sobrevivido súper bien al paso del tiempo, que casi un cien por cien de ellas podrían ocurrir hoy mismo (en 2021), eso os lo aseguro yo ya. ¿Qué si dan miedito a día de hoy? Otra cosa por la que pongo la mano en el fuego. Claro que como todo, donde brilla el género de Terror, se deberá a la persona, lugar y circunstancia en las que se lean. Pero la base está aquí. Las fuentes de muchos guiones, libros, películas y gustos de grandes directores de cine que vinieron después. Ellos «nacieron» aquí. Con Las Historias de la Cripta (Tales from the Crypt), los cuentecillos de horror que narraba el Tío Creepy en la serie de TV, o los diversos “presentadores” del horror en sus publicaciones hermanas como fueron The Haunt of Fear y The Vault of Horror.

Tales from the Crypt fue una serie bimensual de cómics de terror estadounidense publicada por EC Comics de 1950 a 1955 que produjo en principio veintisiete números. El primer número con este título fue el número #20 porque anteriormente la revista tuvo los nombres International Comics (#1-#5), International Crime Patrol (#6), Crime Patrol (#7-#16) y The Crypt of Terror (#17-#19) para un total de cuarenta y seis números con los que terminó la serie. Maravillas de historias que asustaron a niños pero, sobre todo, a padres y madres cuando se percataron de lo que podían estar leyendo sus vástagos (como si el mundo real no fuera ya bastante horrorífico). En fin, no voy a hablar demasiado de este tema tan trillado. Lo resumo: los cómics fueron atacados por un susodicho americano aburrido, los padres le creyeron en su valorización y todo deparó en prohibir historias o ponerles un sello para clasificarlos para adultos. El famoso Código que después repercutió en que guionistas e ilustradores empezaran a hacer malabares para esquivarlo de algún modo en sus obras. Pero una cosa era crea un Código y otra fue cancelar Tales from the Crypt y sus dos títulos de terror complementarios, junto con las series de ciencia ficción y crímenes restantes de la compañía en septiembre de 1954. ¡Odio eterno a esos norteamericanitos aburridos! En fin, que nos quedaron historias para el recuerdo. Todas aquellas con las que no pudo esa “ley seca” y que ahora gracias a esta genial edición regresan a nuestras mentes deseosas de perturbación. Historias sobre esa cosa que sale del mar y va en tu busca porque… ¡Te ama! Historias también de un alimento fatal para el ser humano que intenta reproducirse; de unos rayos-x que te llevan a ver tu muerte inminente; una forma impactante de morir, o pasear por una avenida del terror a altas horas de la madrugada; pararse a ver una de esas mansiones en las que nadie pasaría un minuto de su vida. Otras en las que… ¡La muerte le convenía! Terror, horror, pasión por un género que gusta. Tramas, guiones, todos alabados por maestros en su arte como Stephen King, Steven Spielberg o John Carpenter (que abre este primer volumen con un Prólogo en el que cuenta su experiencia con estos cómics). Cuentos que fueron inspiración pura para incluso pintores y cantantes (he oído decir), historias de cabecera de nuestra niñez.

Dark Horse Books hizo en USA esta genial edición que Diábolo Ediciones ha hecho un gran esfuerzo por trasladar aquí. Ilustraciones (¡Portadacas!) de Johnny Craig, arte y guiones muchos de Al Feldstein, George Roussos, Wally Wood, Harvey Kurtzman, Ghastly Graham Ingels y Jack Kamen; y todo editado por el legendario Bill Gaines. Impreso en un formato grande, colorido, de los que mola ver que incluso se reimprimen en su formato original los anuncios y las cartas de los fans fechados originalmente. Esos comentarios divertidos y respuesta del que sería en un futuro el Tío Creepy. Maravilloso, maravilloso, maravilloso. Cómic indispensable del año.

Reseña: El Extraño Mundo de tus Sueños, de Craig Yoe, Jack Kirby, Joe Simon y VVAA

Después de seis maravillosos tomos de Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50 (Haunted Love, Frankenstein, de Dick Briefer, Zombis, Momias, Criaturas del Pantano, Fantasmas), a uno, como amante del género en todos sus formatos, ya casi que se le acaban los halagos a Diábolo Ediciones por lo que supone traer a nuestro idioma, a nuestros días, estas maravillosas obras súper inencontrables aun incluso en su idioma original. Una serie de cuentos, relatos de Terror, macabros, inquietantes ideales para lecturas nocturnas de verano, de balcones o azoteas. De playas. Lecturas que ganan con la oscuridad casi total y con un lenguaje de intenciones malas para nuestras ensoñaciones. El disfrute del miedo una vez más, de la mano del gran antologista norteamericano Craig Yoe, ganador del Premio Eisner, con un tomo que recién llega a librerías y que se publica esta vez en una cuidada y restaurada edición en tapa dura (con un cambio considerable en la calidad de las páginas), en formato grande y a todo color. Y producida por el mejor tandem de la historia de la Edad de Oro de los cómics de género. Joe Simon y Jack Kirby. Un volumen que para mí, tenerlo entre manos, se convierte en un sueño hecho realidad. Nunca mejor dicho. El cómic que, si en otra vida hubiese sido editor de cómics, hubiera hecho todo lo posible por editar.

Con anuncios que invitan a la sonrisa como: ¡Ahorre mucho dinero en sus facturas psiquiátricas, obtenga este hermoso libro a un precio económico y fascinante en su lugar! O: ¡Cómics que enloquecerían a Freud y a Dalí! Maravilloso. Magnífico. Además, con un Prólogo del propio Craig Yoe donde nos cuenta lo que suponía en aquellos años en los que nacieron los denominados cómics de ensueño de donde parte el contenido de El Extraño Mundo de tus Sueños. Pues argumenta que los sueños y los cómics van de la mano debido a la naturaleza del marco en el que se presentan. Se habla como ejemplo de Little Nemo In Slumberland (El Pequeño Nemo en el País de los Sueños), el cómic de Winsor McCay, considerado el primer gran clásico de la historia del cómic. Un título con el que no estaba muy familiarizado pero del que le consta que provocaba vívidos sueños a sus lectores. Artículo muy interesante.

Naturalmente, cualquier libro, cómic o tema de entretenimiento que enfoque el tema paranormal o extraño llama mi atención. El Extraño Mundo de tus Sueños se centra en ese detalle, relatos de Terror en el que los sueños tienen mucho que ver con nuestras desgracias. Este volumen proporciona una visión invaluable (de buena calidad) de las ofertas más inusuales y oscuras de los cómics de los años 50, así como de sus lectores. Es cierto que tiene contenido que haría temblar a los lectores de hoy en día y por una buena razón; los cómics de aquellos años no tenían ningún miramiento, ningún tipo de censura (por el momento) y sólo tenían un fin. Provocar MIEDO. Y el contenido de El Extraño Mundo de tus Sueños no es una excepción. Cuentos como: ¡Yo hablé con mi difunta esposa!, La Chica de la Tumba, ¡Al borde de la locura!, Romance en las Estrellas, El Esqueleto en su Armario y El Desprecio de la Gente Sin Rostro, son claros ejemplos de historias que increparan al lector por lo que supone. Y ese es el objetivo. Desestabilizarte a través de una historia que tenga que ver con los sueños, «vivencias» en un tomo con veintiseis relatos con los que de algún modo sufrirás. Sueños llevados a la palestra, tramas que rara vez podemos explicar.

Maravilloso, muy maravilloso todo el trabajo que Diábolo Ediciones está haciendo por hacer feliz al fan del género de Terror. Ese que tiene una enorme cantidad de seguidores, los cuales muchos lo intentan ocultar y no lo entiendo. Los complejos y lo que piensen de ti ya debió quedar en el siglo pasado… O antes. Mira únicamente tú disfrute. Y con ello, nacerán buenas ideas y las editoriales nos traerán cositas gloriosas, dignas de la mejor cómicteca, como El Extraño Mundo de tus Sueños. Todo este sermón viene para contaros a continuación el detalle de los detalles. El Extraño Mundo de tus Sueños apareció por primera vez en 1952 y estaba destinado a atraer a lectores adultos. Esos adultos que presumiblemente siempre se interesan por la autorreflexión y examinan la vida con ojos racionales, siempre. Pero la idea para la publicación de este cómic era que los lectores enviaran sus más inquietantes y terroríficos sueños relatados a una especie de analista de sueños ficticio llamado Richard Temple. Los editores elegirían algunos de esos sueños para incluirlos en el cómic (y pagarían 25$ por enviarlos, si los elegían). Con la obra de arte de Jack Kirby, los sueños se establecerían en formato cómic y serían analizados por el personaje de Temple. ¿Veis la idea? Viéndola así, estamos ante una recopilación de historias de algún modo verídica. Una maravilla.

Una buena colección de cuentos de Terror y por qué no, una gloriosa antología donde encontrar haciendo lo mejor que sabían hacer a unos inspirados Joe Simon, Jack Kirby, Mort Meskin, entre otros autores. Una antología de relatos de Terror que parte de una idea maravillosa. Recomendable, es decir algo demasiado obvio.

Reseña: Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50. Fantasmas, de Steve Banes y VVAA

Es Enero y aún no se han ido los fantasmas. Siguen viniendo más y a cual peor… O mejor, según se mire. La prueba es esta maravillosa aportación que hace nuevamente Diábolo Ediciones al mundo del cómic de nuestro país, trayéndonos un volumen más de la Biblioteca de Cómics de Terror de los Años 50. Esta vez, un especial a esos espectros intangibles que no tuvieron paz en vida y con suficiente poder o ira como para hacernos daño durante la nuestra. Fantasmas, es el sexto volumen de la Biblioteca de Cómics de Terror de los años 50, un exitazo de publicación para el mejor amante al cómic que se precie. Tras Haunted Love (Historias de amores malditos que abría la colección), el genialmente recuperado Frankenstein, de Dick Biefer, un volumen especial Zombis (que guardo como oro en paño), Momias y Criaturas del Pantano; ahora le toca el turno a apariciones, espectros, a todas esas criaturas que desaparecieron de este mundo y están tan llenos de espanto que no se quieren ir. No, sin hacernos la vida imposible a los vivos. No son fantasmas con buenas intenciones, no.

Las historias que encontraréis aquí, dan mucho miedito. Hay un gemido espeluznante al fondo de la habitación y no es el viento de medianoche tras la cortina. No. Vives en un pisito alquilado a muy buen precio pero con el detallito de que tu balcón da al cementerio del lugar. Ese gemido espeluznante viene de una de las verjas del cementerio. Algo viene. Si te fijas, la puerta de una cripta se abre lentamente a su vez y una forma extraña emerge de la oscuridad. Vuela a través de la noche fría y neblinosa, con ojos encendidos de odio y lo peor es que no puedes moverte. Estás paralizado. Viene… y está cada vez más cerca… Más cerca… Más cerca. Terror puro del estilo encontraréis en Fantasmas, este terrorífico volumen que cuenta con nada más y nada menos que dieciocho historias a cual más inquietante. Una maravilla de antología con el detalle de contener al final una historia (La venganza de Ouanga), que no aparecía en el volumen original del antologista Steve Banes, culpable de estos maravillosos volúmenes en USA, que lleva adelante la idea de rescatar los mejores cómics de horror Pre-Code. Todo lo genialmente publicado antes del famoso código de censura al que fueron sometidas estas maravillas del noveno arte. Y con maestros consagrados a día de hoy entre sus páginas, autores que en los años 50 del pasado siglo ya empezaban a mostrar su calidad en el formato viñeta: Alex Toth, John Blummer, Sid Check, Lin Streeter, Ross Andru, Lou Cameron, King Ward y muchos más.

Para los curiosos e indecisos, rápido repaso a la antología sin ánimo de spoilers: Yo, fantasma (La figura desamparada deambula entonces, a través de las extrañas brumas, un alma perdida), Venganza (¡Me encantan los funerales! La gente ama las bodas así como yo amo los funerales), Los espectros rondan la torre maldita (¡El fantasma de Ana Bolena!), El fantasma perseguido (¡Doce mil dólares! ¡Yujuuuuuh!), Jurado de muertos vivientes (En un minuto estarás muerto. Tenemos planes para TU fantasma), La mujer sonriente (Apuesto a que no pasarías una sola noche en esta casa abandonada), Baffling Mysteries (Mi venganza se ha completado), Sesión de Terror (Nunca debemos mencionar esto a nadie … ¡Nunca! ¡No nos creerían!), Espíritu de humo (Bueno, ella dijo algo sobre vengar su muerte y entonces…), Si un cuerpo mata a un cuerpo… (Un curioso encuentro fantasmagórico), El deseo mortal (¡No consigo resolverlo!), El fantasma del Teatro Abbey (Una historia sobre un hombre murciélago), El fantasma de la sombra blanca (¡Esa horrible sombra!), Nunca llames a un fantasma (¿Cómo? ¿Qué intentó atraparte el qué?), Una noche en el Collado Negro (Voces en la noche como el correr de hojas muertas…), Los fantasmas de los olvidados (¡Madre de Dios, qué es eso!) y La maldición del fantasma ( ¡Corre por tu vida!).

Una mirada retrospectiva a los que considero primeros cómics de Terror de calidad de la historia. Sombras de seres humanos fallecidos, fantasmas del Mal. Más de 240 páginas de apariciones espantosas, sesiones de espiritismo escalofriantes, espectros y más espectros escalofriantes y malignos. Con mucho más que venganza por sus cuerpos asesinados. El volumen cuenta además con una introducción de John Rozum (guionista de series como El laboratorio de Dexter, Expediente X o Scooby-Doo) y una galería de cubiertas de la época.

Dicen que debes asegurarte bien de cubrirte la cabeza cuando estas sombras difusas de antiguos seres vivos aparecen cerca de ti.

Yo recomiendo correr.

Reseña: En Compañía de Fantasmas, de Amyas Northcote

No sé si vamos tarde o no, la cuestión es que nunca debemos olvidar que Octubre es el mes del Miedo, del Terror en todas sus formas y todos los sinónimos que se os ocurran de pasarlo mal… Pasándolo bien. El mes que amamos los que disfrutamos de Halloween, los que con el frío solo queremos mantita y peli; el mes en el que libros y cómics de Terror son vitaminas energizantes para nuestro cuerpo serrano que siente escalofríos en el frío de la noche. Así que, a tope con el tema que quema. Terror del bueno, viene esta vez de una antología recién editada por Diábolo Ediciones. Una editorial que nos tiene súper enganchados a sus geniales ediciones en tapa dura del mejor cómic de Terror recopilado de los gloriosos años 50. Tomos, maravillas, que nadie debería perderse. Pero ahora nos acomete algo muy diferente. Antología de relatos de fantasmas, formato libro, las de siempre, las buenas, las que muchos coleccionamos de toda la vida. No conocía a Amyas Northcote y no me sonaba de nada, lo que alzó mis orejas como las de un perro de caza en el monte, cuando me enteré de la publicación de En Compañía de Fantasmas. Lo bueno de todo es, que Diábolo Ediciones ha presentado esta antología como primer número de una llamada «Colección Fantasmas» y la relacionan de algún modo con los grandes de este género, dentro del género, los dioses maestros del relato como fueron M.R. James y E.F. Benson.

En Compañía de Fantasmas cuenta con trece relatos del autor inglés Amyas Northcote (1864), un autor misterioso que nos dejó muy pronto y del que se dice que incluso fue bastante desconocido en su propio país (Inglaterra). Pero después contaré algo más. Vamos al miedo:

En Brickett Bottom, la hija de un vicario de camino a casa, se fija en una mansión en la que no había reparado. Su hermana miope no puede verla. Planean visitarla al día siguiente, la hermana se lesiona el pie y no puede ir, la hija del vicario va sola y no regresa…

En El retrato, una niña queda cautivada por el retrato de un Conde muerto en una casa solariega.

La joven dama de negro cuenta como una joven se acerca a un artista y le ruega que le pinte un retrato. Aunque no puede estar presenta más de media hora…

En Las colinas, un viajante llega a un prado en el que se encuentra con misterioso extraño.

El diario del señor Mortimer es un diario de un hombre encontrado muerto en circunstancias extrañas en el que se narran los hechos terroríficos que acabaron con su vida.

(Todos interesantes, ¿no? Esperad, que hay más)

El señor Kershaw y el señor Wilcox cuenta un acuerdo comercial entre dos vecinos. Un final retorcido como pocos he leído.

En La difunta señora Fowke, un hombre sigue en secreto a su esposa en uno de sus viajes fuera de la ciudad. La encuentra participando en actividades de ocultismo.

La historia de la institutriz cuenta como una señorita sigue escuchando a alguien correr y abrir una ventana en una habitación del piso de arriba, todas las noches. Un sombrío secreto familiar.

En El difunto conde de D., un abogado es testigo de una recreación fantasma de un crimen violento.

Un hombre entra en una tienda para comprar un pañuelo y se encuentra con una dependienta poco atractiva. Cuando sus ojos se encuentran, él se llena de un pavor inexplicable. Esto es lo menos terrorífico que le sucederá a El señor Oliver Carmichael.

En los bosques habla de una joven y como queda cautivada por el bosque que hay junto a su casa. Pasa tiempo libre allí y comienza a ver los árboles como sus únicos amigos. Lo que no sabe es que es allí se esconde un poderoso mal.

En La casa en el bosque, dos hombres se ven obligados a pasar la noche en una casa muy apartada de la civilización. Todo lo que penséis que les va a pasar, es poco.

Cierra la antología una maravillosa historia, de las de leer junto a la chimenea como hacía M.R. James con sus alumnos. En Los Pasos, una joven es perseguida por los pasos de un hombre que no puede ver.

Una muy buena introducción de Manuel Mota nos sitúa sobre lo que vamos a encontrarnos en esta antología que por mi parte recomiendo leer este mes, con frío, a solas, en invierno, en lugares de descanso, lejos del mundanal ruido. Todos esos momentos que inspiran. De hecho, ha provocado que quiera escribir más, y me ha ayudado a terminar un relato de fantasmas que tenía hacía tiempo bloqueado.

Amyas Northcote nació en 1864. Su padre, Sir Stafford Northcote, era el señor de una mansión y un conocido político de la época. Me pareció interesante que Amyas asistiera al Eton College al mismo tiempo que M.R. James, aunque se desconoce si los dos se conocieron. Esta colección de historias de fantasmas, su única obra publicada, vio la luz en 1921. Desafortunadamente, Amyas murió apenas dieciocho meses después de su publicación, lo que provocó oscuridad sobre la obra. Los relatos de Amyas Northcote podrían haber caído en el olvido de nos ser por Montague Summers que incluyó una de sus historias (Brickett Bottom) en su influyente Omnibus Supernatural (1931).

En Compañía de Fantasmas es una linda obra, muy recomendable para los que amamos el mejor género de todos y en formato breve. Un volumen que hace que me pregunte cuantos grandes escritores han quedado enterrados junto a sus bien llevadas ideas escritas. No es M.R. James, difícil serlo, pero los hados bien saben que disfruté muy mucho de Brickett Bottom, En los bosques, Los Pasos y, por supuesto, El señor Oliver Carmichael.

Joyita.

Reseña: Herbert West. Reanimador, de H.P. Lovecraft y Edu Molina

Herbert West: Reanimador puede ser una de las obras más veces traducidas y remodeladas a los diferentes modos media de diversión (cine, videojuegos, cómic), que hemos conocido. Este cuento del famoso escritor H. P. Lovecraft cuenta la historia de un estudiante de medicina que suele trabajar en la Escuela Superior junto al notorio médico llamado Herbert West…, que ahora anda desaparecido. La notoriedad del Dr. West es conocida gracias a sus experimentos mórbidos realizados con animales muertos. Cree haber ingeniado un nuevo reactivo para su interés constante en su esfuerzo de reanimar a los muertos. En última instancia, el alumno cree que quizás esta sea una solución final para resucitar a un ser humano muerto, como todos hemos soñado siempre. Pero bueno, todos sabemos de sobra que esas ideas nunca llegan a buen puerto. ¿O no?

La siempre genial Diábolo Ediciones nos trae este cómic de Terror. Una fiel adaptación de este chulo relato que el artista mexicano Eduardo Molina ha adaptado fielmente y de forma espectacular, con un ritmo narrativo y un estilo de dibujo clásico muy a lo Creepy. Un blanco y negro de setenta páginas que transmite toda la angustia y el horror de un drama que nunca debiera haber ocurrido.

Contaros que, Herbert West: Reanimador es uno de mis relatos preferidos del maestro de Providence. El loco Herbert West es fácilmente un personaje admirable, a pesar de su fascinación por la muerte y sus perversos experimentos, se le describe fantásticamente como un «…joven pequeño, delgado y de anteojos con rasgos delicados, cabello amarillo, ojos azul pálido y una voz suave…». Su imagen se yuxtapone a ese amigo empollón que todos hemos tenido alguna vez. Un tipo que esplende inteligencia, un amigos al que se le daban bien las ciencias, pero que tras sus gafitas seguramente ocultaba horribles pensamientos… Lovecraft es maestro en contarnos sobre esa «gente que hemos conocido». Especialmente, si has ido a la Universidad. Por ello siempre pensé que hay más lectores universitarios enamorados de la prosa de Lovecraft. Crea monstruosidades grotescas e indescriptibles, sí, eso gusta, pero normalmente Lovecraft se movía entre gente de alta alcurnia y de un alto nivel cultural, y sus personajes lo representan. Te indentificas más con ellos si has vivido, te has movido o conocido gente de este tipo. Como ocurre en Herbert West: Reanimador.

Como dice la sinopsis editorial, probablemente la historia más particular y sangrienta del maestro del horror. De los pocos que se alejan de Los Mitos de Cthulhu. Asesinatos, profanación de cadáveres, zombis, violencia extrema; pocas cosas faltan en esta historia. Estoy de acuerdo.

Si no lo has leído aún, pecado. Si lo leíste en su día pero nunca en formato cómic, blasfemia. Si eres como algunos (yo) que lo necesitas leer cada poco y te gusta tenerlo en tu biblioteca en todas las ediciones posibles; cómo se dice por estos lares, estás peor que el que tiraron al río…