Vamos a decir Suspense por no decir Terror. El buen Terror, la mejor intriga, el cómic que increpa, esas historias que mantienen la tensión desde el primer momento y que de bien que están hechas rápidamente te meten en situación…
Como a todo aquel que ahonda en un tema, llega un momento que, no es que sepa demasiado, es que ya casi lo ha visto todo. Y a mí me pasa con las Antologías; recopilaciones de terror, suspense, relatos policíacos… Y las diferentes formas que existen de llamarlas. Volumen con guiones variados que aúnan un todo que me incita a leerlos y la mayoría de las veces a devorarlos. Por que de lo bueno, siempre quiero más. Sencillamente, por eso a uno se le cae la baba y se debe dar patadas en el culo por conseguir este último Marvel Limited Edition publicado por Panini Cómics y SD en nuestro país. La primera parte del Maestros Marvel del Suspense: Lee y Ditko. Ahí es nada. Los creadores de Spiderman y Doctor Extraño en sus inicios, haciendo sus pinitos y dándole también a “lo prohibido”, sí. Creando relatos en formato cómic al estilo de las clásicas antologías The Crypt of Terror, The Haunt of Fear, The Vault of Horror o la archiconocida Tales from the Crypt (Historias de la Cripta), que a cine y televisión llegó. Creando una buenísima recopilación para la ocasión donde se le dice Suspense por no decir Terror.
Escalofriantes historias de suspense y misterio, parábolas de tensión psicológica desgarradora, que ahora aparecen recopiladas en un tomo de cómic imprescindible. Un buen volumen que no recoge una serie sino los diferentes números en colecciones diferentes donde dichos maestros publicaron sus más macabras ideas fuera del emergente pijameo. Y eso mola porque encontramos historias que vieron la luz en inencontrables revistas (hoy en dia) como Journey into Mystery, Journey into Unknown Worlds, Mystery Tales, Marvel Tales, Strange Worlds, World of Fantasy o la World of Suspense de la época, por poner unos ejemplos. El primero de dos fantásticos ómnibus que publicó Marvel, historias de cinco a diez páginas como mucho, donde Ditko y Lee crean monstruos (en sus más diversas formas), historias de terror, suspense, crímenes y Ciencia Ficción. Gran cantidad de material que vuelve a ver luz y que nadie debería, al menos, ojear.
Buenas historias que con poco, te atrapan. En el Oeste, dos ladrones de bancos escapan a un rancho remoto, justo cuando uno comienza a dudar de sus acciones criminales. Un científico crea una píldora que podría cambiar el mundo para siempre, pero un sueño le convence de no seguir su objetivo. Un malvado ser es revivido por un tipo gracias a la magia negra. Los marcianos amenazan con invadir y destruir toda vida terrestre y todas las naciones de la Tierra se unen para hacer un viaje y convencerlos. Un hombre consigue introducirse en un platillo volante y tras perder el sentido, cuando vuelve en sí en la Tierra, tiene recuerdos de haber pisado Júpiter. Un hombre roba un anillo místico de los monjes en el Tíbet, lo que le da fortuna pero arruina su salud. Un hombre usa una máquina del tiempo para resolver sus problemas de dinero. El Capitán Kane navega con su barco de pesca cuando su tripulación logra atrapar una langosta de casi tres metros y medio de largo y empiezana buscar de dónde procede tal bicho…
Más de cuarenta historias para disfrutar.
Joyitas que resucitan.
Tengo un profundo amor por los cómics que leí en la infancia. Y me encantó saber que antes de que Marvel entrara en el negocio de los superhéroes, ya publicaban antologías que trataban los tres grandes géneros y en especial, la Ciencia Ficción más clásica como Strange Tales y Journey into Mystery. Pero a finales de los años 50 del pasado siglo, la fiebre de los platillos volantes empezó a ser reemplazada por monstruos, de manera segura y dentro de los límites del Cómic Code. Un terror más cercano al que sólo había que cambiarle el nombre. Por eso, los niños de la época disfrutábamos (monstruos que rara vez lastimaban a nadie), incluso cuando devastaban ciudades. Lo mejor de estas época fue dibujado por Jack Kirby y en nuestro país se llegó a editar algo de eso en Diábolo Ediciones. Pero en aquellas revistas tras las buenas historias de Strange Tales, mis ojos de niño empezaron a reconocer unos gloriosos dibujos que aparecían casi siempre en una historia en los cinco o seis últimas páginas de la revista. Un artista que llegaría a reconocer por su estilo distintivo desde entonces y ya por siempre. El famoso estilo de Ditko que desafía las comparaciones e imitaciones y se muestra espectacularmente en esta enorme colección de cuentos cortos que Panini y SD llevan a librerías especializadas.
Historias completamente diferentes a lo que estáis acostumbrados si apenas habéis leído cómic de terror o suspense de esta época. O que disfrutaréis y con las que sonreiréis levemente si conocéis y/o ya habéis degustado gloriosas series de televisión como The Twilight Zone (La Dimensión Desconocida), Thriller (la llamaron en España, Tensión) o Más Allá del Limite (The Outer Limits). Historias que se dicen que son para adultos, pero que disfrutas como cochino en un charco desde muy joven. A menudo retorcidas, a menudo, surrealistas; la brillantez de Ditko junto al ingenio de Stan Lee en sus primeros años. Tomo único e inclasificable.