Reseña: TER, de Rodolphe y Dubois

En la estela de los últimos buenos cómics europeos leídos, me topé con TER, publicado en nuestro país por Yermo Ediciones. Un cómic, una historia muy digna de reseñar porque la idea siempre-siempre es contaros las cositas buenas para leer que se publican en nuestro país. Tres álbumes en formato original que han sido traducidos y editados en un buen integral para nuestro disfrute, pero también una muy buena serie de CF y un trabajo realmente espectacular de Rodolphe y Dubois.

Rodolphe está inspirador aquí. Nos ofrece una historia cautivadora. Una trama que no revolucionará el género pero donde sabe poner todos los ingredientes para convertir la trama en un mundo coherente donde la religión juega un papel importante. Personajes, entrañables o no, aguantan con una ligera pega, el lado ingenuo de nuestro héroe, que evoluciona lentamente y así entramos en una narración dominada con una historia que se desarrolla a lo largo de tres álbumes llenos de vueltas de tuerca. Por eso, para mí lo importante es, la trama coherente con sorpresitas que contiene.

Empezamos con El Extraño, donde conocemos a un personaje que sale de la nada y tiene un extraño don en sus manos. Es muy intrigante. Un álbum que deja un cliffhanger de narices. Menos mal que lo tenemos en integral. Un hombre surgido de la nada, en un cementerio en medio de un desierto hostil, donde nadie puede sobrevivir…Y Pip, un joven inventor y saqueador de tumbas, se topa con él, dormido en una sepultura, desnudo… No sabe hablar y el único distintivo es un tatuaje en el brazo que dice «Mano de Oro».

La Guía, tan sólo nos aporta más preguntas. ¿Quién es este desconocido? ¿Es el salvador que anuncian las profecías o es un destructor de mundos que acabará con la pacífica vida de Pip y sus paisanos? Desde el momento en que al final del primer volumen, descubrimos lo que se esconde detrás de TER, en el segundo volumen hay muchas menos sorpresas. Sin embargo, tenemos ansias por saber que pasará en una historia de la que no tenemos ni idea cómo acabará.

¿El Impostor es uno de esos spoilers metidos ya en el título? Solo puedo decir que lamentablemente esta obra sólo concluye un ciclo, de ahí mi decepción momentánea porque es un thriller de los que calan hondo. Y aunque TER puede leerse como una historia completa, recientemente ha aparecido una secuela en el país vecino que ya ando loco por leer. Si estás bajo el hechizo de este tríptico, creo que andarás loco por degustar la aventura denominada TERRE que espero publique Yermo Ediciones en no mucho tiempo.

TER es una obra donde el dibujo de Christophe Dubois es suntuoso. Soy un gran admirador de Dubois, tiene su propio estilo a lápiz, es preciso, detallado, dinámico. Y goza de creatividad, las impresionantes decoraciones y los magníficos colores contribuyen a una atmósfera del fin del mundo muy chula. Donde anda muy presente la pata de Rodolphe con el bestiario que aporta, muy al estilo de obras como Aldébaran (https://www.cronicasliterarias.es/?p=6223).

Con TER es fácil volver a la nostalgia de aquellos álbumes que contenían buena ciencia ficción clásica.

Reseña: El Dios Salvaje, de Fabien Vehlman y Roger

Le Dieu Fauve fue publicado en marzo de 2024 por Dargaud al otro lado de los Pirineos. Tan sólo dos meses después, Norma Editorial lo puso en nuestras librerías. Este trabajo supone otro lanzamiento en nuestro país del prolífico guionista Fabien Vehlman (Seuls, Green Manor, El Último Atlas https://www.cronicasliterarias.es/?p=9407). Un autor que ha llegado a nuestro país a través de diversas editoriales pero un autor de cómic europeo al que hay que seguir. Para El Dios Salvaje, Vehlman se juntó con el talentoso dibujante español Roger. Juntos, nos ofrecen una historia cautivadora y visualmente impactante, además de una inmersión en una narrativa muy particular. Porque este cómic nos traslada a la era imaginaria del Diluvio: una edad pasada y evocada unicamente en los textos antiguos y religiosos de la humanidad.

Comenzamos siguiendo a Sin Voz, un joven mono huérfano, decidido a demostrar su valía a su clan cazando al temible «Boca Larga», un viejo y feroz caimán. Pero mientras Sin Voz logra encontrar su lugar dentro del clan, presencia, completamente impotente, la masacre de su familia por parte de los guerreros de este imperio a punto de caer. Es capturado y entrenado para convertirse en un formidable guerrero sagrado, un “dios-cervatillo”, un dios salvaje. Pero Sin Voz parece desarrollar uno de los primeros instintos humanos, uno de los más feroces que sigue teniendo a día de hoy como es la venganza…

Lo fascinante de la narración de El Dios Salvaje es que la historia está dividida en capítulos y está diseñada como una historia coral. Cada capítulo se centra en un personaje diferente. La historia comienza siguiendo al mono sin voz, cuyo capítulo termina trágicamente con la masacre de su clan. A partir de ahí, seguimos a protagonistas humanos, lo que hace que esta narrativa sea apasionante es su construcción no lineal. Los personajes secundarios de un capítulo se convierten en los protagonistas de otro, ofreciendo diferentes perspectivas sobre una misma historia. Eso me encantó como me encanta cualquier serie de TV que hace concretamente esto. Cada capítulo arroja nueva luz y mejora nuestra comprensión de la trama y los personajes, por lo que tenemos un verdadero juego de rompecabezas en el que las piezas encajan gradualmente para formar una imagen compleja y cautivadora… al final.

El estilo semirrealista de Roger se inspira en los duros gráficos propios de ciertos cómics americanos. Los rasgos son claros, los personajes (especialmente Sin Voz, al inicio de la historia), están representados con sorprendente expresividad, enfatizando así la intensidad de las emociones que atraviesan. Unos colores apagados y oscuros, refuerzan la atmósfera opresiva y trágica que impregna toda la obra. Esta elección cromática crea un sorprendente paralelismo con la dureza de las situaciones vividas por los protagonistas, reforzando así el impacto emocional en el lector. Traslada de todas-todas a esa época pasada.

Por último, añadir que El Dios Salvaje delata ciertas obsesiones que encontramos, en menor medida, en otras obras de Fabien Vehlman. La dureza del mundo en el que vivimos y las relaciones y enfrentamientos de sus seres vivos. Pero también la insignificancia del poder por el hecho de que un simple evento puede cambiarlo todo en un instante. Un poco Juego de Tronos en el sentido de que nadie está realmente a salvo de nada.

Pura poesía.

Reseña: Las Sombras de Constantinopla, de Pécau y Duval

Uno más de este serial indispensable de cómic europeo para todo amante del género histórico. Jour-J (Día D) son una serie de álbumes de la BD donde cada titulo es una ucronía. Tratan un tema, argumento o hecho histórico, enfocado desde el punto de vista de otra alternativa a lo que realmente ocurrió. La ucronía especula sobre realidades alternativas ficticias en las cuales los hechos se han desarrollado de diferente forma de cómo los conocemos. Esa línea histórica se desarrolla a partir de un evento histórico extensamente conocido, significativo o relevante, en el ámbito universal o regional. Para que nos entendamos, ¿sabéis de esos famosos What If… de cómic americano? Pues con temas históricos reales.

De treinta y nueve álbumes cuenta esta colección, más algunos integrales que unen títulos. Un serie que emprendió tan atractivas ideas allá por el 2010 y que llega casi a nuestros días. Como siempre, ando recomendando una indispensable editorial de cómic europeo como es Ponent Mon. Simplemente, por que tiene el detalle de traernos del otro lado de los Pirineos, obras muy guapas y traducirlas al idioma de Cervantes, el tuyo, el mío… Títulos que de otra forma difícilmente leeríamos. En especial, la serie Jour-J, cómics que se pueden leer de forma independiente pese a estar enmarcados en su país de origen dentro de una colección. Y que Ponent Mon tiene el detalle de juntar aquí en un mismo volumen, componiendo tramas por temática, por así decirlo.

La Sombras de Constantinopla viene así en formato díptico. Dos cómics que Jour-J fueron editadas en los álbumes #27 y #36. Donde nos trasladamos a 1453, a esos últimos momentos del Imperio Bizantino, en el que los turcos asedian Constantinopla, la ciudad nunca conquistada. Una batalla final que esta vez quizás solo se salve con la intervención de los ejércitos cristianos de la Vieja Europa. Una lectura que se disfruta bastante al encontrar al personaje histórico, loco y terriblemente inteligente como fue Vlad The Dracul III (inspiración de Drácula). Una trama tan beligerante como absorbente donde descubrir la maldad humana en sus más altas cotas con Bizancio y los ejércitos otomanos como protagonistas. Así como la rivalidad fratricida entre la religión ortodoxa querida por Basileo y el catolicismo de las comunas italianas subordinadas al Papa de Roma. Una batalla despiadada por defender una ciudad. Un inmenso bastión. Con una terrible máxima en el aire como bien cuenta la sinopsis editorial: «A fuerza de luchar contra el tigre, ¿no se convierte uno en tigre?».

Todo el Oro de Constantinopla es el segundo titulo incluido. Se continúa de algún modo la trama sobre las ruinas del campamento turco devastado (friends, lo siento, el tema histórico es cultura, nunca spoiler), con Iskander y Vlad Tepes avanzando a pie entre ruinas y cadáveres destrozados para el deleite de aves carroñeras. De pronto, se topan con una terrible situación, en unas tiendas turcas, tres soldados mantienen a una niña en vilo para proteger sus miserables vidas y salvar su gracia. Pero Vlad Drakul no es muy dado a otorgar gracia a nadie…

En la ucronía propuesta por Jean-Pierre Pécau y Fred Duval, una vez más se mantiene un ritmo trepidante. Aunque en esta ocasión los cambios en el marco temporal son mínimos con un desarrollo espectacular. Ofreciéndonos una historia totalmente amoral, sangrienta y violenta como bien pudo ser realmente este periodo. La asistencia al dibujo de Yana, de Igor Kordey, no me pareció tan bueno como se preveía. Esperaba algo más impactante para un segundo álbum, después del listón tan alto de Las Sombras de Constantinopla. Pese a estos detalles, tenemos una buena variante del mito de Drácula, con un Vlad Tepes atractivo, fílmico e imponente, comandando sus tropas frente a una muchedumbre de anti-cristos para la fe católica.

Reseña: Space Relic Hunters, de Sylvain Runberg y Grun

Space Relic Hunters fue un título que dividió opiniones en los lectores constantes de la BD. Y es cierto es que después de hojear rápidamente el álbum, pensé que los autores iban a urdir una historia de aventuras arqueológicas futuristas, del mismo tipo que la novela de Jack Seeker McDevitt, o el ciclo de Inhibitors, de Alastair Reynolds; una historia desarrollada en un futuro muy lejano donde la trama se resuelve mediante sucesivos enigmas para al final desenterrar un potencial “tesoro”.

Y así fue. Y eso me gustó. Estoy en ese bando. Porque estamos antes una space-opera en ese sentido trabajada, el tipo de historia que está en las estanterías mentales frikis de muchos de nosotros amantes de la CF: Star Wars, Starship Troopers, Desafío Total…, todo lo que hay para bombear, no nos molesta y nos resulta atractivo con poco argumento que lleve. La evocación a un futuro que no viviremos, el traslado a esas aventuras que solo podemos disfrutar a través de la imaginación de otros o de nosotros mismos. Pero nada de completos disparates. Existen más en la vida real, demasiados sentidos que nos han tocado vivir. Muy aburrida para mí y más si estás tieso normalmente como la mojama. En fin, a lo que vamos. En un imperio galáctico donde la libertad religiosa está prohibida, una de las mejores formas de ganarse la vida es convertirse en un cazador de reliquias prohibidas. A mí, ya está premisa, me enganchó. Tenemos a la humana Xia y Little Mercur, un extraterrestre enmascarado cuya especie se desconoce; los cuales se alían con Vitellius, un ex centurión que ha desertado de las Legiones Imperiales Divinas para llevar a cabo la misión más peligrosas de sus vidas.

Sí que recuerda a pelis como Rebel Moon…, visualmente potente pero donde el guion no es tan épico como podría ser. No obstante, se consigue una obra que da pie a secuelas y a mundo de mundos, universo de universos abiertos. Como me dijo un colega que lo había leído, afortunadamente, está Grun para salvar el barco del hundimiento. ¡Qué artista! Lo vi en Metronom y luego lo redescubrí en On Mars (https://www.cronicasliterarias.es/?p=11824). Un artista que nunca deja de sorprender, una evolución en la dirección correcta, ¿podemos decir que hoy está en la cima de su arte? Para mí tiene todo lo que me gusta: inventiva (si dejo de lado el aspecto a veces kitsch de los personajes), minuciosidad a todos los niveles, una línea limpia y legible, una delicia visual con dibujos a toda página, diversificados y extremadamente buenos. Colores pastel a juego con el lugar o planeta visitado. Ojalá pudiera poner su arte al servicio de uno de mis relatos o futuros libros.

En definitiva, Space Relic Hunters es de esos cómics que se disfrutan, sobre todo, por su arte. E insisto, es una pena porque la ambientación es tan potente que, en mi opinión, se le podría haber sacado más (mucho más) a una premisa en principio muy interesante. Pero como autor tampoco voy a recriminar nada porque sé que es difícil a veces conseguir que la trama llegue. Y aquí el agravante es que Sylvain Runberg nos tiene acostumbrados a cositas mejores y no tramas lineales y sin tensión. Pero mi atención la seguirá teniendo porque como poco, queda un álbum ligerito de leer que tampoco deja malas sensaciones. Quizás me hubiera flipado de adolescente.

Reseña: Ira Dei, de Vincent Brugeas y Ronan Toulhoat

Históricamente, antes de leer sabía que, por ejemplo, Tancredo de Hauteville era el padre de Guillaume (o Guillermo) Bras-de-Fer. En este cómic que os traigo hoy, Tancredo y Guillermo son dos guerreros normandos, sin relación aparente y ese anacronismo me dejó con el culo torcido. Inmediatamente me confundió. Así que me dispuse a leer con muchas ganas este Ira Dei ahora que Yermo Ediciones lo tiene en su catálogo de cómic europeo en un tomo que recoge los cuatro álbumes de los que se compuso la serie.

La sinopsis nos dice que nos vamos al año 1040. El ejército de Bizancio intenta reconquistar Sicilia, en manos de los árabes, mientras la ciudad de Taormina sigue resistiendo a Harald, el terrible jefe varego que lidera las tropas bizantinas. Pero un normando llamado Tancredo y Étienne (un joven monje legado del papa), ofrecen los servicios de su tropa de mercenarios a Harald, con un trato muy peculiar: si logran hacer caer Taormina en tres días, recibirán todas las riquezas que existen. Y eso ya sabemos que traerá consecuencias y nefastas seguramente.

Respecto a mi desincronización histórica con el argumento (sé algo de estos temas porque estoy a un paso de ser un medievalista por amor al arte), además Trancredo desea llamarse Robert. Pero ojo, no creo que «Robert» esté vinculado aquí a la historia real (estaba Robert Guiscard, hijo de Tancredo, medio hermano de Guillaume Bras-de-Fer, precursor del reino normando de Sicilia, y él también llegó a Italia tras la muerte de Guillaume Bras-de-Fer). No, no, desestimé el tema porque creo que Vincet Brugeas se limitó a establecer sólo un vinculo de leyendas. ¡La de Roberto el Diablo! Por eso, a lo largo de la historia contada en este Ira Dei, nos enfrentaremos a un personaje, a veces Tancredo, el legal bueno, a veces Robert, el aterrador y despiadado. Esta ambigüedad confiere una profundidad increíble al personaje principal y eso me encantó, porque asociado al tremendo dibujazo de Toulhoat, tenemos un cómic europeo que es de esos que se disfrutan a tope a poco que ames el tema histórico medieval.

En cualquier caso, el entorno o marco es suficiente por sí solo: Sicilia era un lugar complejo en aquella época, un estilo al Abismo de Helm de El Señor de los Anillos pero con más gente y de diferente índole. Imaginaros: árabes, bizantinos, normandos, varegos… (vikingos mayoritarimente suecos) en Sicilia, un lugar no muy grande gobernado por la presencia del islam, la ortodoxia y el catolicismo, en definitiva. Los credos enfrentados. Ahí es nada. Un lugar así en un cómic donde ver todas las cuestiones de poder para cada civilización reunidas en una región tan pequeña y tan estratégica como fue dicha isla. Por eso tengo que decir que es sumamente ambicioso abordar este tema y felicito a guionista y dibujante por el trabajo realizado. Y quitando esa mezcla de leyenda e historia que no queda muy clara, y que por supuesto solo puede molestar tiquismiquis amante de la Historia como yo, tenemos un cómic que se disfruta una barbaridad.

Un integral chulo de verás que hará las delicias del buen amante de cómic europeo.

¿Conseguirá llevar a cabo su misión Tancredo, este guerrero de pasado misterioso convertido en un arma de la Iglesia?

Tendréis que descubrirlo por vosotros mismos.

Ya el álbum introductorio tiene una fuerza increíble.

Reseña: Notre Dame de París, de Victor Hugo y Georges Bess

Con sus dos adaptaciones anteriores (Frankenstein: https://www.cronicasliterarias.es/?p=13176y Drácula: https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-europeo/dracula-v1), Georges Bess ya goza de una buena calificación por nuestros lares. Si bien tengo sus tomos, cada no mucho los admiro como pequeñas obras de arte que son. Del mundo del cómic, de ese noveno arte que tanto se acerca a los lienzos de los mejores museos europeos. Por tanto, mi mirada estará libre de comparaciones y estoy muy feliz de descubrir el trabajo de Georges Bess con este clásico de Victor Hugo en este nuevo volumen publicado por Norma Editorial (la que siempre sabe traer el mejor cómic europeo). Así que ojo, no me malinterpretéis, no tengo ninguna afinidad con esta historia (como otras a priori, ya que aún no estaba publicada, pero cuando veo la calidad y el mimo puesto en el trabajo, me dije antes de leerlo, disfrutaré aún más si cabe porque no voy a una obra tantas veces leída como puede pasar con el vampiro o el moderno Prometeo).

Insisto, no soy un gran conocedor de la obra original y debo decir que todavía no seré un gran admirador de ella después de los años. Pese a ello, creo que esta versión entierra todas las demás, acaba con las versiones aguadas de Disney, los musicales… aquí estamos con algo auténtico y fiel, el autor hace honor al material básico, sin digresiones innecesarias. Porque Bess pone su talento gráfico al servicio de la historia, la que está perfectamente secuenciada y producida. Quasimodo es tan feo como hermosa Esmeralda, mira sus apariciones en la galería y honestamente, es el candidato perfecto para este fresco romántico hecho para que disfrutemos y nos sumerjamos en este clásico de una manera muy hermosa.

No obstante, tengo una pequeña queja sobre el final. No me dejó tan conmovido como quería, ¡¿y no puedo decidir si simplemente es culpa de este volumen o es así en la novela?! Así que solo me queda señalar que fuera de las obras de arte que se muestran en casi todas las páginas, tenemos un volumen, un cómic, muy bien escrito. Los numerosos encartes están ahí para recordárnoslo, y bueno, también reconozco el mito aunque me cueste convencerme completamente en su desarrollo.

Notre Dame de París, en un tomo prestigio, de tapa dura, un volumen gráfico que es una maravilla y que disfrutará bastante el que muere por el buen cómic europeo. El gran formato y la ausencia de aguada en el fondo lo convierten ciertamente en un objeto bello, y el dibujo incita a la imaginación como suelen hacer siempre los autores que laboran con el estilo de punta fina en perfecto blanco y negro. Donde curiosamente las viñetas más recargadas o barrocas quedan más sublimes todavía.

Una muy buena sensación lectora y un paso más hacia la afinidad por el hermoso trabajo de un autor, que entrega un clásico de un clásico.

Grande Georges Bess.

Reseña: La Carretera, de Manu Larcenet

Que me diga alguien que no se siente atraído por ver en formato cómic (y más en cómic europeo) una enorme historia como fue la novela de Cormac McCarthy o la película que protagonizó Vigo Mortensen. Y más aún cuando lo entendidos de los BD vean que el encargo de tal adaptación ha ido de la mano del siempre genial Manu Larcenet, y porque además de los ademases este podría ser uno de los mejores cómics y de los más esperados del año.

Al adaptar esta oscura obra del maestro McCarthy, Manu Larcenet ha vuelto a conseguir una hazaña. Con Blast me asombró con su talento narrativo, y aquí repite la hazaña de Los combates cotidianos con sus magníficos gráficos. Un anterior álbum (El Informe Brodeck) que también se basó en el blanco y negro para sacar lo mejor de la trama, quizás la fuente inspiradora gráfica para La carretera.

Larcenet nos ofrece toda una tonalidad de grises, propia de la atmósfera de la novela, con sus incesantes lluvias de cenizas y nos ofrece además numerosas viñetas mudas que nos trasladan a la soledad absoluta de un mundo donde ya no queda ruido alguno. Un dibujo tal que merece nuestra atención, que aisla, que evoca la muerte cercana.

Se consigue toda la atmósfera pesada y lúgubre de McCarthy en este cómic. Si no la conocéis aún, esta es una de las mejores post-apocalípticas escritas. Largos años después de un apocalipsis global, el mundo sigue en ruinas; el aire es gélido, llueve ceniza y la tierra está contaminada. En medio de la devastación, un niño y su padre recorren una autopista interminable cruzándose con los últimos restos de la civilización humana: locos, caníbales, desesperados… Y ahí se van a topar con todo lo malo del ser vivo, lo peor de este planeta como siempre la propia raza humana.

¿Qué queda? A un Manu Larcenet sabiendo permanecer fiel a la obra original, que no la distorsiona sino que la sublima añadiendo su toque personal. Conmovedora, terrorífica, brillante, insuperable, etc… Me voy a quedar ahí con los superlativos porque podría ensartarlos uno a uno como perlas.

Larcenet cumplió totalmente su reto, incluso me dio ganas de releer el libro nuevamente, cosa que haré seguramente este verano. Estamos ante una obra maestra absoluta, una historia inspiradora como pocas. Al otro lado de los Pirineos ya lo categorizan como el cómic del año.

Reseña: Las Guerras de Lucas, de Hopman y Roche

No engaño a nadie ni descubro un nuevo mundo si digo que Las guerras de Lucas es de visita obligada para los fans de la saga de ciencia ficción cinéfila más grande de todos los tiempos. Una novela gráfica que trae a librerías Norma Editorial, una novela gráfica súper bien elaborada que, sobre todo, será del interés de los fans del cine de esos que quieren saber más y más de lo que hay o hubo tras cada escena, cada grabación, cada momento vivido por los afortunados que alguna vez hicieron acto de presencia en estas historias eternas.

Obra llena de anécdotas y al mismo tiempo con narración fluida y asimilable para cualquiera. Porque Las guerras de Lucas se lee como si fuera un auténtico pasapáginas, engancha de principio a fin y creo que puede ser uno de los tomos que más rápido he devorado en los últimos tiempos. Y lo he dicho muchas veces, no fui de los primeros en engancharme a Star Wars. Sí que fui un niño de esa época (nací el año que se estrenó en USA el Episodio IV), pero en principio algo no me llegaba ni sobrepasaba mi amor por el género de Terror, que ese sí casi que me llegó al nacer. Pero no mucho después vi las primeras seis películas decenas de veces cada una, he leído cómics, novelas y he jugado a videojuegos del Universo Expandido. Con la edad me volví un auténtico fan. Entré en la religión hay que decirlo y se puede decir que a estas alturas conozco bastante bien el universo de Star Wars en comparación con el ciudadano medio aunque no llego al nivel de algunos ni tampoco quiero. Serían ya demasiadas especializaciones y por eso creo que disfruto más. Mola que de vez en cuando te sorprendan.

No sabía, por ejemplo, que los intérpretes de C3PO y R2-D2 no se llevaban bien en el set, no sabía nada sobre el infarto de Lucas, su juventud rebelde de la que no tenía la más mínima sospecha (siempre hemos visto a George Lucas como un tío tranquilo, incluso de más joven, ¿o no?). Pero tranquilos, no voy a estropear tu placer de lectura, no contaré ninguna anécdota más de las que aporta este volumen que es una auténtica maravilla.

Lo endiabladamente interesante, y la proeza de los autores, es haber conseguido combinar una biografía íntima de George Lucas y al mismo tiempo una historia sobre la producción de la primera peli, el deseo del director de crear algo que se le parezca y que se saliera de lo común con el estreno de dicha película y la corriente cultural que ideó. Una auténtica aventura paralela a esta fantasía espacial que se nos cuenta, y de una manera muy bonita: Lucas, este hombre taciturno y afable, me conmovió con su reserva, la gente de la 20st Century Fox, por el contrario, parecen los villanos de James Bond, personas venales y calculadoras (puede ser ficticio o quizás demasiado cerca de la realidad). Y con noticias que decepcionan. No sabía, por ejemplo, que Alec Guinness encontraba los diálogos de la saga infantiles, o que Ford, Fisher o Kenny Baker, se burlaron abiertamente de esta película de “mierda”.

Fue más que una carrera de obstáculos hacer lo que hemos visto con los años, lo que a todo el mundo le ha terminado por entrar. Historias que envejecen muy bien. Esta misma mañana hablaba con unos amigos que ahora todo el mundo lleva camiseta friki sin saber exactamente qué es o qué significa lo que tienen en el pecho. Hoy en día mola ser friki, antes no, era raro. Y de eso tiene mucha culpa Star Wars.

¡Ah si! Y el dibujo es simplemente perfecto, con gran detalle, sirve perfectamente a la narrativa, el código de colores es brillante, no hay nada de qué quejarse, es muy agradable de ver.

Reseña: Loira, de Étienne Davodeau

Cuando Louis recibe una invitación de Agathe, se conmueve un poco. Le intriga. Hace mucho tiempo de aquello y aunque nunca volvió a saber de ella, nunca la olvidó. Louis tiene recuerdos deslumbrantes de los pocos años que pasó con ella a orillas del Loira por eso no puede resistirse a la idea de tomarse unos días para volver a la luz del río y la sombra de aquella mujer. Pero decide ir hacia el lugar de encuentro que Agathe le indicó por correo electrónico…

Es por la tarde. Hace calor. Louis camina con gusto por el río y en una playa decide refrescarse antes de llegar. Se desnuda y entra al agua. Error. Pierde el equilibrio y comienza a desviarse. No entra en pánico y se deja flotar sin luchar. A pesar del peligro, se siente bien. El problema es que empieza a oscurecer y la corriente deposita a Louis en la otra orilla. Allí está desnudo, teniendo que caminar unos kilómetros para llegar al puente y volver al otro lado. Espera la noche oscura y comienza este largo paseo que al final resulta bastante divertido, y que luego describirá como mágico. Pero llega el amanecer. Y Agathe obviamente no está. Su casa parece vacía. En ese momento no sabe nada de lo que vendrá después. No sabe nada de la sorpresa que Agathe tiene reservada para las personas que la amaban…

Ediciones La Cúpula sabe del poder narrativo y comiquero que tiene Étienne Davodeau. Loira es el tercer título que publican en nuestro país, otra de las publicaciones por las que los amantes del buen cómic europeo damos las gracias porque con Loira, una vez más, Davodeau consigue conmoverme.
Loira es una continuación de Lulú, mujer desnuda (https://www.lacupula.com/catalogo/lulu-mujer-desnuda-integral/) y Les couloirs vins. Una ficción con mucho realismo donde los personajes se revelan lentamente, tanto a sí mismos como al lector. Y si Lulú, mujer desnuda nos habló de la crisis de la mediana edad, Loira es una oportunidad para que el autor se detenga en el paso del tiempo, piense en la muerte que se acerca inexorablemente, sobre la huella que dejamos y la que nos hubiera gustado dejar. ¿Y qué podría ser más simbólico que un río para hablarnos del paso del tiempo? Frente a él, nos convertimos en viajeros inmóviles, observadores de la vida en su interior, de vidas cortas; un lugar como el nuestro en el que suceden una y otra vez las estaciones que nos pasan por encima como el viento.

Tenemos un álbum que ofrece muchas escenas contemplativas de las que emerge una forma de apaciguamiento, de serenidad ante este flujo inevitable. Al mismo tiempo, Étienne Davodeau compartirá con nosotros el encuentro de los antiguos compañeros de Agathe, centrándose más particularmente en Louis, el mismo que desde el inicio de la historia se deja llevar por la corriente. Louis, que realmente no sabe lo que está haciendo allí pero tampoco quiere estar en ningún otro lugar. Louis que piensa en el paso del tiempo, que quiere ser padre e incluso abuelo. Louis, que se verá ante el final de su vida casi en un suspiro como tarde o temprano nos sucederá a todos.

Una vez más, los personajes interpretados por Étienne Davodeau me hablaron. Una vez más el simbolismo que utiliza me pareció acertado. Una vez más me ha conmovido.

Reseña: Las Guerras de Arran. La Compañía de los Desterrados, de Istin, Cossu y Nanjan

¡Otra nueva serie en el mundo de Arran! Después de los elfos, los enanos, los orcos y goblins y magos (¿olvido algo?); nos vamos al título que es, sin duda, el que promete más acción. Las guerras de Arran. Porque mezclándolo todo y haciéndonos una nueva serie, Jean-Luc Istin (¿Tiene insomnio? ¿Trabaja con un ejército de esclavos? ¿Es un señor guionista cruzado con un cyborg?), lanza aquí una nueva serie donde los pueblos mencionados están abocados a la hecatombe que siempre es el enfrentamiento directo y la muerte. Y lo peor/mejor aún es, que este primer álbum que publica Yermo Ediciones en nuestro país, es bueno no, lo siguiente. Porque yo, que todavía iba un poco en la dirección opuesta, casi en la dirección equivocada con esta enésima variación del universo, quedo bastante asombrado por la coherencia de la historia y el aliento épico-histórico que emana de ella.

Si encontré un número determinado de protagonistas de las series antes mencionadas, no es necesario que nadie los haya leído y conozca cada personaje y sus referencias para embarcarse en esta última. Eso es lo bueno pero también algo muy difícil de conseguir en un mundo abierto o sandbox como este. Aunque obviamente se hace más bueno si leíste alguno de los títulos anteriormente mencionados y dedicados a cada una de las razas de este mundo. Pero la genial idea de Istin es haber creado una trama muy humana que explica la desaparición de razas antiguas como orcos, trolls, elfos y otros imbéciles que decidieron que la guerra era el mejor camino. ¿Os suena? Porque a mí me dirige directamente a aquella época de esplendor social pre-primera guerra mundial donde el ansia, el egocentrismo y la prepotencia de la vieja Europa, los países poderosos que después no lo fueron tanto como se demostró, cayeron en desgracia. Países, una raza, o varias en este caso, que no pueden vivir y gozar de la vida en paz, sin buscar problemas, que no pueden mantenerse unidos y ya está, y que, sin embargo, después necesitan de pactos unos con otros para no caer. El imperialismo y colonialismo haciendo aguas.

¿En la historia del cómic? Unirse para formar la Compañía de los Desterrados… (un variopinto ejército que conseguirá golpear fuerte y hacer temblar a la viuda negra). Dunnrak y Hidden creando una alianza que pretende aniquilar a las razas antiguas a través de una droga, usando para ello la ayuda del siempre inquietante hechicero Altherat. Y Dunnrak yendo directamente a por el rey de Venkor (¿el asesinato del heredero Francisco Fernando de Austria?).

En cuanto al dibujo, otra chulada magna de los chicos del otro lado de los Pirineos. Muy bueno todo lo que hace Brice Cossu (destacado por la última adaptación de Grendizer con Bajram, Sentenac y Dorisson); lo hace de maravilla. Los escenarios, personajes y escenas de acción están finamente elaborados y nos sumergen en la que se prevé será la mayor guerra que azotará este mundo poblado de fantásticas criaturas.

Como bien dice la sinopsis, el crossover definitivo de las series de las Tierras de Arran. Bastante ansia por leer ya el siguiente álbum.