Reseña: El Corazón de una Estrella, de Neil Gaiman y Miguelanxo Prado

Para alguien que al menos una vez al año necesita (re) descubrir historias de Sandman, mola encontrarlo tan fácil en relatos sueltos, de los que se pueden leer de forma independiente. Si encima das con ilustraciones hermosas, pues eso dice mucho, considerando que de forma general, los cómics de Sandman no han brillado mucho de este lado.

Fue en 2003 cuando se publicó The Sandman: Endless Night, una antología que incluía siete nuevas historias protagonizadas por la inmortal familia creada por Neil Gaiman. Un cómic, pero también una reunión de autores para una magnífica introducción al universo de Sandman. Una genial pieza de colección. Cada historia hacía mención a cada uno de los Siete Hermanos: Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo, Desesperación y Delirio. Esta fue la idea de esa chula antología que muchos deseamos ver publicada por estos lares en una buena y nueva edición… Y oh, se me olvidaba, cada historia fue ilustrada por un artista diferente, con un estilo narrativo y de representación muy fiel a la indispensable serie regular que todos conocemos y que marcó un punto y aparte en el cómic alternativo y fantástico.

Bien, pues El Corazón de una Estrella fue una de esas historias. La centrada en Morfeo, el más grande y poderoso de todos los hermanos. Para colmo, de todas ellas, es la trama que fue ilustrada por el gran Miguelanxo Prado, el multipremiado historietista español autor de joyas en formato cómic como Trazo de Tiza, Ardalén o Presas Fáciles. Y tal como se cuenta, curiosamente esta historia fue todo un éxito, ya que recibió el Premio Bram Stoker a la Mejor Narración Ilustrada en 2003 (el mayor premio en género de Terror otorgado en USA), pero también el Premio Eisner en 2004 a la Mejor Antología en su conjunto.

El Corazón de una Estrella cuenta una historia onírica, donde nos vamos a muchos antes de que nuestro Sistema Solar existiera. De hecho, nuestro Sol, es un personaje de la historia, y sueña con los tipos de seres que algún día habrían de poblar los planetas que están aún por despertar… Pero Sol es un joven nervioso, todo brillante y anaranjado, y sin ninguna confianza en sí mismo. No es el protagonista. No. Ese honor pertenece a Killalla, con su belleza de piel azul que puede forzar voluntariamente la Llama Verde con las yemas de sus dedos. Ella está enamorada del brillante Dios Verde que no es otro que la Luz de Oa.

Estamos antes un fragmento de la gran mitología creada por el gran Neil Gaiman, en la que Sueño se siente despreciado. Pues fue él quien trajo a Killalla a este palacio entre las estrellas. Fue él quien le presentó a los seres llamados soles. Y él es quien al final se queda mientras otros encuentran la felicidad. Una historia donde se demuestra que Sueño ha sido durante mucho tiempo una criatura triste y solitaria…

El Corazón de una Estrella es un cómic que regalaría por muchas razones. Pero obviamente siempre atesoraría una buena copia en mi cómicteca, de esas que nunca se compartirá. Por primera vez, El Corazón de una Estrella se publica de forma individual, presentando la historia en gran formato y acompañada de abundantes extras facilitados por Miguelanxo Prado en exclusiva para la presente edición. Contenidos que permiten apreciar con detalle el proceso creativo de un dibujante irrepetible, ganador de prestigiosos galardones como el premio Alph’Art, el Premio Nacional del Cómic, el Gran Premio del Salón Internacional del Cómic de Barcelona o el premio Eisner.

Una joyita, vamos.

Reseña: Joker. Primera Sangre, de Michael Green y Denys Cowan

¿Qué tipo de persona se convierte en un Joker, un sádico, asesino compulsivo, un evocador poeta o artista que pinta con sangre? El guionista Michael Green (guionista/productor de la magnífica serie de televisión, Héroes) ha sabido cautivarme como pocos con esta miniserie que contó originalmente de seis números en la curiosa colección Batman Confidential. Una posible versión de quién era esta alma en pena antes de convertirse en el Payaso Príncipe del Crimen. Una que puedo decir además, que es la más molona y original, y que se ha convertido en mi segunda favorita tras el top-one desbancable como es La Broma Asesina. Todo ideado en torno a Batman, y como el orejas picudas se cruzó por primera vez con un desdichado-tipo que estaba destinado a convertirse en su enemigo más mortal. ECC Ediciones nos trae un buen tomo que recoge lo comentado. Esta revisión del origen del Joker en un volumen que también incluye la historia Tiene derecho a guardar silencio, de  Andrew Kreisberg (Arrow) y el dibujante Scott McDaniel (Nightwing). Pero lo llamado Primera Sangre, comprende los números #7-#12 de la serie Batman Confidential, colección que consiguió albergar cincuenta y cuatro números con arcos argumentales muy chulos algunos como aquel llamado Bad Cop, del que tan buenos recuerdos tengo.

En Joker: Primera Sangre, estamos ante un cómic donde este ser demoníaco acaba de nacer. Y no muy tarde cruzará su alma desprendida de razón, con la ofuscación de Batman. A partir de ahora, veremos hasta dónde llegará el Caballero Oscuro para derribar esa nueva locura criminal que desprende ese insensato ser que la naturaleza y una vida de desdichas con los habitantes de Gotham City, ha creado. La última risa. La primera. El primer encuentro del Joker con su odiada némesis Batman y un escenario para una guerra lunática. Dos íconos de la tragedia y la comedia, el bien y el mal, destinados a enfrentarse hasta el fin de los tiempos. En una lucha sin límites, con irrupciones inesperadas de mentes muy bien preparadas como la de Lex Luthor y su Jumbo-Bots.

Es curioso como podemos encontrar aquí como el orejas picudas es capaz de liberar a todo un país, cuando se supone que él solo se limita a su ciudad de sombras como es Gotham. No obstante, también es una historia donde poder ver hasta dónde es capaz de llegar el Príncipe Payaso del Crimen para derribar la razón a la misma vez que impone el terrorífico inframundo en Gotham City. Joker: Primera Sangre es donde Michael Green (Supergirl) y Denys Cowan (Question) arrojan luz sobre quién fue el Joker antes de convertirse en El Mal personficado. Y cómo él y Batman se cruzaron incluso antes del día en que fue creado. La revisión de un origen, con confrontaciones algunas memorables, que probablemente recordarás bastante tiempo.

Primera Sangre es de esos arcos que uno tiende a recomendar fácilmente. Con una DC en aquellos años (2008-2011) empeñada en que su personaje icónico por excelencia del siglo XXI tuviera un arte que fuera como mínimo bueno. Y no me refiero solo al dibujo, sino también a tramas que tuvieran algo de profundidad como base. Que tuvieran jugo, independientemente de la cantidad de números en los que se tuviera que desarrollar. Y déjenme decirles que quizás el dibujo de la serie Batman Confidential no le haya gustado a muchos, porque es obvio que fue de mejor a peor con el paso de los números. Pero en estos primeros números entre los que se desarrolló Primera Sangre, mola cantidad. Tanto que he decidido buscar más obras de Denis Cowan. Conclusión: Un puntaje alto para la acción acelerada de este arco. Donde incluso la mejor acción cubre completamente el hecho de que un comienzo prometedor se lleve a límites extremos para provocar que muy poco podamos olvidar que el Mal reside en las personas siempre.

Sólo se tienen que dar las circunstancias para despertarlo.

Reseña: The Phantom 1936-1938. La Hermandad de los Singh, de Lee Falks y Ray Moore

Un genial regreso a los grandes momentos vividos con este icono del noveno arte. Eso está provocando Dolmen Editorial con estos geniales integrales, por años o por sagas, que está publicando. Una buena manera de “volver a ser” lo que fuimos, leyendo esos buenos argumentos en los que nos perdimos muchos imaginando, soñando… Y es que por fin se ha editado en este genial formato y al completo la primera de todas, la historia inicial, La Hermandad de los Singh, donde empezó a darlo todo este personaje. De todos modos, quiero hacer una pregunta, pues me consta que hay entre ciertos lectores mucho bla-bla-bla, y yo pregunto: ¿Quién es The Phantom, en realidad? ¿Lo sabéis? Kit Walker, ¿cierto? Bueno no, aunque de acuerdo con el Sunday Strip #11, de 1944, El Fantasma fue llamado “Kip» cuando era niño. E incluso entonces, solo fue llamado con el nombre que le dio su tío… Jasper Walker. Un momento, ¿Jasper Walker? ¿Hay una conexión enmascarada? Aparentemente, no. Jasper Walker está casado con Lucy Walker, quien a su vez es la hermana de la veinteava esposa de The Phantom. ¿Pero la madre de Kip entonces es? Bueno, que me enrollo. Si su nombre en USA fue Kip, ¿cómo se le bautizó? ¿Fue siquiera bautizado? ¿Podría haber una vuelta de tuerca y se podría decir que su nombre de nacimiento era Kit, pero el tío Jasper americanizó el nombre a Kip, ya que suena más a tío de la jungla? Este café que me estoy tomando está demasiado cargado, creo.

En La Hermandad de los Singh, nuestro héroe no revela su nombre a Diana, curiosamente. Sin embargo, nos dice el nombre del primer Fantasma, que es Sir Christopher Standish. La Hermandad de los Singh es la primera historia diaria de The Phantom, así como la primera historia en todas las categorías. Fue publicada originalmente en periódicos estadounidenses entre el 17 de febrero y el 7 de noviembre de 1936. La historia fue escrita por Lee Falk y dibujada por Ray Moore, con lápices de Falk durante las primeras tiras, por cierto. ¿La historia? Diana Palmer regresa a Nueva York después de dos años en los mares del sur. Sin embargo, su barco es atacado por el gángster y sus secuaces con sede en Nueva York, Fats Horgan. Todo, antes que llegue a puerto. Entonces aparece un extraño misterioso, enmascarado, y salva a Diana y la valiosa carga de ámbar gris que trae consigo. También nos enteramos de que Achmed Singh, de la Hermandad Singh, está detrás de los intentos de robar ese ámbar tan maravilloso. Y aquí comienza una genial trama que enganchará a más de uno. En especial, si amas el personaje o lo viviste en sus días de gloria, como es mi caso. Obviamente, este genial tomo, muy bien prologado como siempre por el director de la colección Rafael Marín, trae algo más. En general, son tres arcos los incluidos el volumen. Los tres escritos por Lee Falk y dibujados por Ray Moore, por supuesto.

La Banda del Cielo fue la segunda historia publicada con The Phantom como protagonista en periódicos estadounidenses entre el 9 de noviembre de 1936 y el 10 de abril de 1937. Donde tras la dura lucha contra la fortaleza de la Hermandad Singh, El Hombre Enmascarado le dice a Melville Horton que pese a la aparente destrucción, La Banda del Cielo sigue en activo. Horton no le cree. Mientras tanto, Sala, que estaba bajo custodia en un hospital del ejército, escapa y se une a la banda en la Isla de las Garzas. La Banda del Cielo comienza de nuevo «sus actividades” y The Phantom es arrestado bajo la sospecha de complicidad con Sala. Liberado y capturado en la Isla de las Garzas, es llevado ante La Baronesa, la líder de la banda de mujeres, esa extraña y oculta congregación llamada La Banda del Cielo.

Guerra en la Jungla (también conocida como The Diamond Hunters) es la tercera historia diaria de The Phantom y fue publicada entre el 12 de abril y el 18 de septiembre de 1937. Los buscadores rebeldes Smiley y Hill descubren un rico depósito de arcilla con diamantes en el territorio de Llongo. Pero el jefe de la zona, Tari, se niega a permitir que acaparen el área. Smiley sabe que el hijo del príncipe Kula, Tari, y la hija del jefe de Osi-Wey, Kygani, la princesa Ota, están enamorados el uno del otro. Como Kygani está en contra del matrimonio, Smiley intenta incitarlo a atacar a los Llongo, pero se niega a decir que… Bueno, no desvelo más. Historieta de acción, intrigas y matrimonios. El Hombre Enmascarado y Diana hablando sobre ello. Y una propuesta con una gran incertidumbre al final.

El Hombre Enmascarado es un cómic con reimpresiones continuas en Argentina, Australia, Brasil, Finlandia, Francia, Italia, México, Noruega, Suecia, Turquía, USA y Yugoslavia. Era obvio, que no fuéramos menos, teniendo en cuento la gran fama que alcanzó aquí sobre todo en la década de los 70-80. Como bien dice la sinopsis editorial, la leyenda empieza aquí. Y yo alego, ¿quién iba a perdérselo? Porque yo no.

Reseña: Batman. La Batalla por la Capucha, Tony S. Daniel, Fabián Nicieza, Guillem March, Joe Harris y Tom Mandrake

Uno de los grandes arcos argumentales de DC en los últimos tiempos, fue La Batalla por la Capucha. Un historia publicada en 2009 que consta de una miniserie homónima de tres números escrita por Tony S. Daniel, así como una serie de tramas vinculadas. En definitiva, todo lo que ECC Ediciones nos va a recoger en dos geniales tomitos de Batman Saga, los del frontal amarillo, los mismos que no paro de recomendar para iniciados o grandes coleccionistas de los mejores arcos en lo que se refiere al orejas picudas y quieran tenerlo todo-todito-todo bien recopilado. La historia central de La Batalla por la Capucha detalla el caos en Gotham City después del Batman R.I.P. y los arcos paralelos como Crisis Final. A groso modo, todo se debe a la percepción de ausencia y abandono de Batman del podio destacado donde siempre debió estar. Pero su desaparición en realidad es causada por la aparente muerte del personaje a manos de Darkseid en Crisis Final, lo que provoca disensión en las filas de sus aliados y enemigos que luchan por el derecho a convertirse en el nuevo Batman. En general, La Batalla por la Capucha es como un sauce gigante con cantidad de ramales que cada uno parece llegar al tronco primordial. ¿Pero lo hace? Tendréis que descubrirlo-leerlo-vivirlo por vosotros mismos. Y en tan solo dos tomos.

Hay mucho que cubrir con este tema, y estoy seguro de que cualquiera que lea esto lo espera; Batman se fue, las calles de Gotham City están en un constante estado de agitación debido al hecho de que el Cruzado de la Capa ya no existe y el caos mola. Pero os gustará saber que Nightwing (Dick Grayson) ha organizado a todos los vigilantes y protectores de Gotham City en un grupo llamado la Red (Dick, Robin (Tim Drake), Batgirl (Cassandra Cain), Oráculo, Batwoman, Jim Gordon, Damian Wayne, Catwoman, los Outsiders, las Aves de Presa e incluso los británicos Caballero y Escudera), y todos para reprender en principio a impotentes amenazas como Hugo Strange, el Dr. Fósforo, Mr. Frío, Máscara Negra o un nuevo aspirante a Batman que no duda en ejecutar a sus enemigos. Y es que Dick está totalmente en contra de la idea de que “cualquiera” se vista con el traje o imite a Batman. Y sin embargo, Tim y Alfred sienten que Gotham “necesita” a un Caballero Oscuro más que nunca. Hay que sacar a la ciudad del abismo.

Una batalla en ciernes. Y de las grandes. Yo la hubiera llamado GUERRA. Así, en mayúsculas. Por la cantidad de almas (en pena o no) que participan, y la cantidad de sucesos que se dan y que en su conjunto escriben una trama que te absorbe por completo. Pero recordad que este volumen recopila los dos primeros números y varios especiales relacionados, entre cuyos autores figuran Fabián Nicieza (Extremaunción), Guillem March (Musas de Gotham), Joe Harris (Terrores Nocturnos) y Tom Mandrake (Grotesk), por mencionar solo algunos… Es decir, tengo que devorar el siguiente tomo ya. La historia es tan grande que no concluirá hasta el siguiente tomo de Batman Saga y eso quema. La de encuentros, escaramuzas y giros argumentales vividos. Wow!

A grandes rasgos concretar que La Batalla por la Capucha fue MUCHO mejor de lo que esperaba. Valió la pena adquirirlo pese al miedo de ser una trama demasiado moderna, de las que suelo huir despavorido. Tony S. Daniel sabe lo que hace y se percibe en como maneja magistralmente las relaciones entre los diversos miembros de la familia Bat. Y es que, ¿cómo reemplazas a Batman? Tenemos aquí un tipo de arco completamente diferente a la carrera histórica de Morrison. Morrison siempre andaba más intrigado por los fundamentos psicológicos de un hombre que elige vestirse como un murciélago gigante. Usar su enorme riqueza y atributos para luchar contra locos disfrazados. Tony S. Daniel, por otro lado, está interesado en contar una historia de acción caótica y fascinante. Se llama La Batalla por la Capucha.

Reseña: Lo Mejor de… Rigoberto Picaporte, de Robert Segura

Bruguera sigue en activo. Fue en 1910 cuando Joan Bruguera fundó la editorial El Gato Negro y tras la Guerra Civil la editorial, comenzó a ser dirigida por los hijos del fundador. Bruguera fue una editorial visionaria que supo detectar y desarrollar el talento de los grandes historietistas españoles y, sobre todo, fue la editorial que contribuyó a la educación sentimental de varias generaciones. Descubrió talentos capaces de crear personajes de tebeo que a dia de hoy se consideran universales. Personajes de cómic que gustaban a niños y a mayores, un sello que contó con Mortadelo y Filemón, Rompetechos, 13, Rue del Percebe, El Capitán Trueno, Rigoberto Picaporte, Anacleto, Esther y su mundo, Carpanta, Sir Tim O’Theo, Zipi y Zape, Las hermanas Gilda, Superlópez…; en fin, que el curriculum es largo y de categoría. Y ahora con sus ediciones de Lo Mejor de…, volvemos a recrearnos en la comedia del mejor cómic español.

¿Quién era Rigoberto Picaporte? Principalmente, un personaje que nunca disfruté en su momento. Y aunque me hago algunas conjeturas de porqué, no entiendo muy bien la razón de que nunca llegara a mis manos teniendo un tío con una librería que me traía libros y cómics por doquier. Pero como decía, me hago una idea; quizás miedo, censura, o algo así para con un niño de unos ocho años. Por que el título original era Rigoberto Picaporte, Solterón de Mucho Porte, el que fue creado por Robert Segura para el semanario Pulgarcito, en 1957. Rigoberto Picaporte apareció por primera vez en el #1137 de la famosa revista y posteriormente se publicó también en otras de la emergente por entonces editorial Bruguera. La cual lanzó también un par de álbumes allá por 1971 (Rigoberto Picaporte, Solterón de Mucho Porte y Rigoberto Picaporte, Por Amor de Curruquita); de estos sí tengo algún que otro recuerdo borroso.

Actualmente, podemos encontrar un maravilloso tomo editado en la colección Lo Mejor de…, que edita el sello Bruguera dentro de la editorial Ediciones B. Una genial colección donde obtener el tebeo más esencial de la historieta española con autores, personajes y aventuras, de los más importantes de la historia del cómic español. 13 Rue del Percebe, Zipi y Zape, El Botones Sacarino, Rompetechos, La Familia Ulises, Delirante Rococó, Sir Tim O´Theo… Muchos de ellos ya disfrutados. Un largo etcétera del viñetario más cómico que aporta sonrisas, risas e incluso carcajadas. Y creado por maestros patrios, por lo que te identificarás con cantidad de situaciones hilarantes que te pasaron o podrían pasarte a ti.

El susodicho Rigoberto siempre lleva pajarita, sombrero y bigote. Entre sus primeras historias se dedica a intentar conquistar a una joven de un nivel social superior, hasta que conoce a la atractiva Curruquita Cencérrez. A partir de entonces, la serie satiriza los empeños del protagonista, por casarse con la joven Curruquita, para lo cual hace lo imposible por agradarlas a ella y a su madre, Doña Abelarda. Una serie que toma forma a base de sketches, situaciones rocambolescas, donde también se nos cuenta el ambiente laboral de Rigoberto. Es oficinista, sometido al humor caprichoso de sus jefes…, y cosas por el estilo. Todo en un tono muy acorde, marcado por un modo costumbrista, tanto que incluso algunas situaciones han soportado bien el paso del tiempo y se reflejan a las dadas a día de hoy. Y os lo dice alguien que ha trabajado en oficinas durante ocho años y acabó casi odiándolas.

Algunos personajes secundarios son Eufemia, criada de Rigoberto, que le da algunos consejos desaconsejables o recomendaciones mal entendidas. Pepito, sobrino del mismo, que siempre mete en problemas a su tío y termina por llevarse unos cuantos capones. O Bautista, mayordomo de Doña Abelarda que, sin duda, tiene enfilado a Rigoberto. El caso es que Rigoberto es un tipo con mala suerte por todo lo que le rodea. Y en su intento de ligarse a Curruquita, mil y una escaramuzas no le harán sino más fuerte para volver a intentarlo una y otra vez. Un tío perseverante que trata de salvar su maltrecho honor, armando cada vez líos más grandes.

La verdad, hacía tiempo que no me reía tanto como lo he hecho revisando estas páginas. Rigoberto Picaporte es el más clásico de los personajes de Segura, en todos los sentidos. Otro indispensable de esta selección de los mejores títulos que el cómic español tuvo en su haber.

Reseña: Superman. Año Uno, de Frank Miller y John Romita Jr.

Con todo el escándalo con respecto a las continuas dificultades de Batman: Damned, DC avanza firmemente con su sello Black Label. Quizás para sofocar los humos, se hizo otro recuento; los primeros años de Superman. Y ahora algunos diréis, ¿cuál es el punto? No hace mucho tuvimos el fantástico Superman: American Alien que cubre un terreno similar (en intención). Se llegó a valorar como un fallo de inicio de El Hombre de Acero, de John Byrne, pero el caso es que a todo el mundo gustó. Y lo digo ya: Superman Año Uno va por el mismo sendero. No defrauda a nadie.

Nada más y nada menos que Frank Miller, es el guionista que lleva a Clark Kent a través de sus primeros años. Pero es un Clark diferente. Casi desde el principio, hay una silenciosa arrogancia en él, ya que se da cuenta de lo diferente que es de sus adoptados Ma y Pa, sus amigos de la escuela y los matones necesarios de turno. Este Clark no es tan simpático como el Clark al que estamos acostumbrados. Y eso mola. Que sí, que sí, que basta que cambies algo y tanto conservadores como gente de a pie se quejará. No obstante, por mucho que mole, se quejarán. Pero lejos de esas almas innrenovables, Miller siempre demuestra ser como mínimo diferente a sus semejantes. Y bueno, siempre me han gustado las historias de Superman que cuestionan cuánto poder puede usar realmente la persona más poderosa del planeta.

Al igual que Miller, el ilustrador John Romita Jr. ha tenido varios detractores por su estilo a veces pesado, pero por mi parte seré breve: cuando lo borda, lo borda. Y en Superman: Año Uno un buen costurero es. Entonces, ¿cómo los duetos en las canciones? ¿Qué fue antes? Bueno, da igual. De todos es sabido, que uno siente atracción por lo que de dos grandes artistas pueda surgir. Y si es una historia corta y con un personaje de renombre…, todo suma.

Magnífica esta edición y en este nuevo formato del Superman Año Uno, de los consagrados Frank Miller y John Romita Jr, los cuales cuentan a su modo, desde la huida in extremis del agonizante Krypton hasta el aterrizaje en las bucólicas tierras de Smallville. El viaje emprendido por Kal-El durante su atípica infancia le obliga a descubrir y perfeccionar el dominio de sorprendentes poderes y a tratar de averiguar el papel que debe desempeñar en un nuevo mundo… Hasta aquí todo bastante conocido, ¿no? Pero el viaje de autodescubrimiento de Clark Kent continúa, y vamos junto al poderoso joven a la costa del Pacífico y más allá. A un lugar tan sensacional e inspirador como es… ¡Atlantis! Donde conoce gente nueva, encuentra el amor y se topa con grandes aberraciones que sacan de él la fuerza inusitada para descubrir al hombre que quiere ser. El Libro Tres cierra con su estancia en la Marina, Clark Kent llega a Metrópolis, donde encontrará un nuevo hogar y desarrollará todo su potencial. Son muchos los desafíos que le aguardan en la gran ciudad: el inicio de su carrera profesional en el Daily Planet, el primer encuentro de Superman con Lois Lane, el nacimiento de su rivalidad con Lex Luthor… y la irrupción de un imprevisible villano…

Muy al estilo de los álbumes de la BD llega este tríptico, la versión a ojos vista de dos legendarios autores; Frank Miller (Batman: El Regreso del Caballero Oscuro) y John Romita Jr. (All-Star Batman: Yo, mi peor enemigo) cierran uno de los proyectos más ambiciosos y esperados de la línea DC Black Label, tras colaborar en la novela gráfica El Regreso del Caballero Oscuro: La Última Cruzada. Donde debieron hablar sobre tal proyecto y el futuro ha querido que se reencuentren para las páginas de este Superman: Año Uno que nos cuenta una historia en conjunto de tres, cuanto menos curiosa. Una nueva mirada, más espectacular y actual, al personaje con el que casi ningún autor quiere trabajar, por lo difícil de llevar a un superhéroe que todo lo puede.

Reseña: Viuda Negra. Juego Sin Restricciones, de Jen y Sylvia Soska y Flaviano

En breve, cuando todo vuelva a la normalidad, llegará a los cines el nuevo film Marvel de la Viuda Negra. Sabemos que siempre fue un personaje secundario, quizás hecho para los que nos gustaba el género negro en formato cómic, pero no queríamos alejarnos demasiado del pijameo. Y cierto y verdad es, que es un personaje de cómic que protagonizó en su día muy buenos arcos. Y que duda cabe que en cine (con una Scarlett Johansson deslumbrante) se terminó por relanzar a esta villana, heroína para el público de a pie. Convirtiéndose easí n uno de los personajes favoritos de los fans del Universo Cinematográfico Marvel, una Natasha Romanoff que siempre-siempre gusta ver en acción. Pero, ¿quién es ella? ¿Por qué es tan querida? ¿Qué papel juega exactamente? Según la versión cinematográfica de Los Vengadores, es miembro fundadora del grupo superheróico, pero esta doble agente secreto rusa que opera en la películas bajo las órdenes de S.H.I.E.L.D. oculta un pasado tenebroso y los interesados deberían saber bien quién es…

Actualmente, en Panini Cómics se pueden encontrar tomitos interesantes con arcos o miniseries del personaje, como la Viuda Negra, de Mark Waid, que  ya reseñamos por aquí o este Juego Sin Restricciones que traigo hoy. Pero cierto es, que en este país no hay muchos títulos con los que ponerse al día; aunque que duda cabe que cuando el estreno de la película “se consiga”, vendrán bastante titulos más. Entre los que espero unas buenas reediciones de la aventura clásica Viuda Negra: Red de Intrigas (una antología con material clásico y selecto de la espía) o los dos volúmenes del 100% Marvel Viuda Negra (una colección editada y publicada en torno a la época de Marvel Now!) que aquí se dividieron en tres volúmenes: Los Delicados Hilos de la Telaraña, Enmarañada Telaraña y Los Últimos Dias de la Viuda Negra. O los tomos La Más Buscada de S.H.I.E.L.D, No Más Secretos o aquella joyita Viuda Negra: El Nombre de la Rosa, que recopilaba el material publicado originalmente en Enter The Heroic Age y Black Widow V6, y que por lo visto ha servido de inspiración para lo que veremos en el nuevo film. Este último está claro que Panini Cómics lo traerá.

A lo que iba, que he devorado Juego Sin Restricciones de una sentada. Una buena aventura que ahonda en las profundidades del Mal con una Viuda Negra muy bien llevada, escrita por las hermanas Soska. Natasha Romanoff fue entrenada para matar. Durante años ha intentado superar esa programación, ponerse del lado de los “ángeles” para ser una heroína. ¿Y a dónde la llevó esto por culpa de uno de los pocos amigos verdaderos que se permitió tener? Es un tema delicado. Pero ha vuelto de entre los muertos, furiosa como el propio infierno, y encuentra que esos ángeles se hacen cada vez más ininteligibles. Jen y Sylvia Soska (las llamadas en USA, Gemelas Retorcidas del Horror) se unen con el ilustrador en ascenso Flaviano para tejer una trama, una red de vicios, violencia y venganza que pondrá frente a Natasha a uno de los tipos más sangrientos a los que jamás se haya enfrentado. Tal vez, para ponerla nuevamente bajo tierra. O no. No obstante, Juego Sin Restricciones abre con la víspera de Año Nuevo en la ciudad de Nueva York. Establece bien la relación entre Capitán América y Viuda Negra e inicia con una buena secuencia de acción. Las hermanas Soska hacen un buen trabajo devolviéndola a su base como espía, dirigiendo el programa y el Capi mostrando su respeto para que sepa que aún está en la cima. Pero a medida que se desarrolla la historia, con algunos giros muy interesantes y un eventual cambio de ubicación, todo se tornará en desgracia.

El arte de Flaviano con colores de Veronica Gandini tiene un ligero toque manga (muy leve) que no me atraía en un principio. Sin embargo, muy pocas páginas después me fue gustando el ambiente, el aire que toma la serie muy parecido a una peli animada, me adapté. Pero insisto, Sylvia y Jen Soska, las hermanas guionistas, son las que demuestran aquí tener una muy buena habilidad para atrapar al lector con lo que escriben y cómo lo escriben. Tomito ligero y llevadero para echar un buen rato con un cómic. Con lo que nos conformamos muchos.

Reseña: Hal Jordan y los Green Lantern Corps. La Ley de Sinestro, de Robert Venditti, Rafa Sandoval y VVVA

Retornando a lo verde, de vez en cuando, un poco de verde, eso recomienda el médico. Y tiene más razón que un santo. No lo dejes, de vez en cuando, un poquito de Green Lantern, del mejor de ellos, del que sacó adelante un autorazo como Geoff Johns, un personaje que se notaba que amaba y que se preocupó por que no quedara en el olvido en su paso por DC. Y para colmo, en última instancia, otros autores actuales lo han llevado y no lo han hecho nada mal. Por que Green Lantern cuanto más lo lees, no solo se vuelve interesante el personaje, sino todo lo que le rodea. Siempre me encantó de Green Lantern (del ochentero, no aquel de sus principios que eran casi de chiste las cosas que hacía con el anillo), fueron sus innumerables aventuras intergalácticas. Y eso se ha mantenido. Un ejemplo de lo interesante que rodea a la cultura Lantern es Thaal Sinestro; originalmente un antropólogo del planeta Korugar, con afinidad natural por el orden, como lo demuestran sus meticulosas reconstrucciones de ruinas antiguas. En uno de estos yacimientos arcaicos se topó con un Linterna Verde herido llamado Prohl Gosgotha, le otorgó su anillo y mostró el poder del objeto. Cuando Gosgotha solicitó su anillo después de la batalla para que pudiera mantenerlo vivo, Sinestro le permitió morir y tomó su lugar. Los Guardianes, sin darse cuenta de sus acciones, permitieron que Sinestro se convirtiera en el Linterna Verde del Sector-1417 y ahí se creó un personaje la mar de interesante con miles de aristas, creado por John Broome y Gil Kane como enemigo para Hal Jordan y todo el Green Lantern Corps en 1963. Un personaje que mola mucho cuando es el tema central de un cómic.

Tal como se cuenta en la sinopsis editorial de ECC Ediciones, al comenzar Renacimiento, el guionista Robert Venditti (Hawkman) siguió al frente de las crónicas del Gladiador Esmeralda. Y cuando parecía que iban a terminar de manera agónica, las reavivó gracias a giros inesperados que perpetuaron el legado dejado por Geoff Johns. Pues yo no lo habría dicho mejor. Este primer recopilatorio de Hal Jordan y los Green Lanterns Corps contiene dos buenos arcos argumentales; el que inicia y da nombre al tomo, La Ley de Sinestro, y otro muy interesante, sobre todo, para gente amante de los buenos cómics de Ciencia Ficción llamado Luz Embotellada. Bien, pues me alegra decir que La Ley de Sinestro, de Robert Venditti, me ha dejado alucinado. Un comienzo tremendamente positivo para esta Era que pone en marcha la serie con un volumen de apertura increíble. La colección comienza de una forma que funciona tanto para lectores nuevos como antiguos. Luego, continúa representando escenas fantásticas de acción y escenas apasionantes de suspense, creando una narración dinámica en todo momento, y mientras todo esto sucede, personajes como Hal Jordan, Sinestro, John Stewart, Guy Gardner y Soranik tienen momentos para mostrar lo que los hace geniales. Todo un volumen que se siente como una celebración de los conceptos que impulsan a Green Lantern…, que se vuelve agradable por diversas razones.

La primero es que la Ley de Sinestro transita muy bien sus personajes de Los Nuevos 52 a la era Renacimiento. En lugar de dejar todo y comenzar con una nueva pizarra, este cómic recoge hilos de trama ya intrigantes y los presenta bien para nuevos lectores. La acumulación de poder de Sinestro, la pérdida de las Linternas Verdes y la lucha de Hal Jordan contra sus propias habilidades; son puntos interesantes de la trama que continúan aquí. Sin embargo, ninguno de ellos se incluye en la historia de una manera que los haga inaccesibles para lectores iniciados. Lo segundo es, que la Ley de Sinestro cuenta con mucha acción pero simple y llana. Un cómic simplemente (reitero) emocionante que cautiva sin mucha profundidad. De principio a fin. E inmediatamente presenta a los lectores una gran premisa: Sinestro tiene casi el control del universo y está listo para llenarlo de miedo, mientras que los Green Lanterns están en uno de sus puntos más bajos. En el transcurso de este volumen, los Green Lanterns pueden superar probabilidades casi abrumadoras debido a la fuerza de voluntad y al conocimiento de que lo que están haciendo, es correcto. Esto lleva a un momento épico hacia el final.

Luz Embotellada cuenta como los Green Lantern Corps vuelven a funcionar pero, ¿cómo protegerán el universo con el Sinestro Corps como socios? Una idea curiosa.

Una vez más, un buen tomo de ECC, con páginas de diseño gráfico de un Rafa Sandoval (Flash) deslumbrante, ayudado de las tintas de Jordi Tarragona, y combinado con dibujante experimentado como es Ethan Van Sciver. La etapa Renacimiento supuso terminar con las propuestas planteadas en los últimos años de Los Nuevos 52 y recuperar el “status-quo” de todos los personajes de la editorial. Incluso respetando los equipos creativos que estaban teniendo hasta la fecha. Gracias a los cielos que Robert Venditti, tras la marcha de Geoff Johns, mantuvo enormemente bien a los centinelas de la Luz Esmeralda. Cosa que se demuestra aquí.

Reseña: La Patrulla Condenada. Libro Uno, de Gerard Way, Nick Derrington, Tom Fowler, Mike Allred y VVAA

Los átomos están zumbando, revolucionados como lo están los soñadores que se amontonan en calles inteligentes. El equipo original ha sido advertido: ¡Volved ahora o sufrid la poderosa consecuencia del caos psicoanalítico! Los pirómanos de dicha generación se unen y entonces un nuevo amanecer azul verdoso, y algo metalizado, como pinchos de puerco espín azul celeste se blanden en horizontal. Toda esta muestra de psicodelia imaginativa es la nueva visión futurista y atractiva de La Patrulla Condenada… Pero claro, eso no quita que el Dios de los Superhéroes esté sangrando en el suelo de la habitación.

Robotman. Crazy Jane. El Hombre Negativo. Flex Mentallo. Juntos forman La Patrulla Condenada, el más extraño grupo de superhéroes que afrontará desafíos inaudito. Una reimaginación renderizada se podría decir, de la última serie de lo extraño; la posible llegada del Juicio Final, la comercialización de un misterioso producto que hace que «todo sea mejor ”, el nacimiento de una nueva Hermandad de Nada y el papel que parecen destinados a jugar el gato Loción y Terry None en esta delirante historia. La nueva revisitación de la gloriosa Patrulla Condenada ahora traída a nuestros días. Donde los autores, bien conocedores de «la base», encaminan este nuevo grupo hacia elementos de carreras clásicas, nuevas direcciones y cosas que no podrían ser…, pero serán. Sin duda, serán en un porcentaje muy alto, sí o sí, en un futuro. Ya el mismo guionista Gerard Way lo advirtió en una entrevista: – Las tramas, al poco tiempo, se volvieron extrañas en mí -dijo -, con el artista Nick Derington agarrado a mi brazo, no podíamos parar aquella alocada ambulancia. ¿Nuestra comunicación para crear la serie? Gritar por las ventanas abiertas a alta velocidad. ¿Quién necesita un nuevo compañero de cuarto? ¿Quién llama a un gato «Loción»? ¿Y cuándo hemos podido ver tanto alto-estrés-acción-post-traumática junta?

Nuestro punto de entrada es Casey Brinke, una joven paramédica en el turno de noche, con un pasado tan extraño que la pobra no está del todo segura de lo que es real y lo que no. Junto con su compañero, Sam Reynolds, la pareja se abre camino a través de la ciudad y sus habitantes, encontrando que el único silencio que existe a las tres de la madrugada es el caos del cerebro. Cuando este duo responde a una llamada de golpe y fuga, se encuentran cara a cara con una figura familiar: Cliff Steele, también conocido como Robotman. Pero no sólo él, los tipos con los que se van encontrando os dejarán con el culo torcido: Crazy Jane, Niles Caulder, Hombre Negativo o Flex Mentallo; todos están más pallá que pacá… Seres increíbles que han redefinido lo que significa ser un superhéroe y han ampliado las metafronteras del cómic hasta dejarlas irreconocibles.

Pero, ¿qué le pasó a Larry Trainor? El héroe conocido como Hombre Negativo todavía está por ahí. Pero no es exactamente el mismo tipo que fue cuando la Doom Patrol aún formaba grupo… Como una muñeca rusa, hay un hombre dentro del hombre, y quién sabe cuántos más hombres o demonios dentro habrá. La constante Casey intenta reconstruir a Robotman, a pesar de que todavía no sabe exactamente cómo Cliff Steele terminó cruzándose en su camino por primera vez. Y así Brinke llega al otro lado. Pero, ¿qué es exactamente eso? Teniendo en cuenta todas las cosas extrañas e inexplicables que han aparecido en su vida en los últimos días (hombres-robot y ambulancias que hablan y un tipo que literalmente se nutre de energía negativa) seguramente este mundo nuevo y sorprendente que ha descubierto no puede ser más raro aún… ¿O se equivoca?

Esta nueva visión de La Patrulla Condenada me ha recordado bastante, en cierto modo, a las sensaciones que tuve cuando leí por primera vez el Transmetropolitan, de Warren Ellis. Una joyita del cómic de Ciencia Ficción muy particular. Esa obra maestra futurista con ciertos guiones contados de boca en boca casi sin sentido pero que cuando la encauzas como lector, en primera persona, te sumerges de lleno en un mundo distópico, atractivo y cómico a raudales. Ahora el joven guionista y cofundador de My Chemical Romance, Gerard Way (The Umbrella Academy) y el dibujante Nick Derington (Catwoman, X-Statix) dan el pistoletazo de salida al sello Young Animal de DC con La Patrulla Condenada. Una reinvención disparatada de una de las franquicias más alucinantes en su día del Universo DC, que ahora vuelve a la carga.

ECC Ediciones lanza este genial Libro Uno que recopila los primeros doce números de la serie. De una sentada quedarás sorprendido.

Reseña: Scratch, de Sam Kieth y Alex Sinclair

Ya sólo por el dibujazo de Sam Kieth uno quiere leer cualquier cómic donde participe. Los amantes de las buenas ilustraciones, a veces, somos tan facilones que damos pena. Pero quizás no tanta si eres de los que gozan de buenos ojos para el arte. El mejor. Lo que las manos de alguien con un don es capaz de hacer, de convertir en dibujo de la nada. El último cómic que he devorado únicamente por esta cuestión ha sido este maravilloso tomito en tapa dura que acaba de publicar ECC Ediciones y que recoge la miniserie de cinco números llamada Scratch. Donde el prestigioso guionista y dibujante Sam Kieth, responsable de Batman: Fantasmas y Batman: Secretos, entre otras muchas, nos trae el relato desgarrador pero emotivo de un muchacho incomprendido. Y antes de alabar sus trazos, nuevamente, voy a por más.

Zack es un adolescente que descubre que es un hombre-lobo y se va de casa hasta que puede controlar su naturaleza bestial. Camina durante días a través de muchos kilómetros hasta que se derrumba por agotamiento cerca de una cabaña aislada. Allí es acogido por la señortita Sage, y allí se queda varias semanas. Más tarde, Zack descubre que ella y los niños bajo su custodia son blanco de los prejuicios de la gente del pueblo que busca culpar a alguien del caso de una niña desaparecida. Más tarde, esa noche, Zack se convierte en Scratch -el temible hombre-lobo- y se encuentra con un monstruo que lleva a la niña desaparecida a cuestas. Scratch lucha contra la criatura pero no puede rescatarla pues llega el amanecer. Entonces, Scratch vuelve a ser Zack y la criatura escapa con la niña. Al atardecer, Zack rastrea la zona donde estuvieron y llega hasta una guarida, una cueva, donde encuentra una multitud de niños deformados…

Las cosas se tergiversan y una multitud sedienta de sangre quiere a Scratch muerto. Hasta que llega el Caballero Oscuro. Pero, ¿podrá Batman protegerlo y aparte, descubrir el secreto de los Ouroboros en medio de este frenesí?

Os decía que soy un gran admirador de Sam Kieth. Su Maxx me hizo consciente de los métodos de narración de historias de lo que un maestro es capaz a través de sus lápices. Fue mi droga de entrada a su obra. Mas, oí hablar por primera vez de Scratch allá por 2003 o 2004 y estuve ansioso por leerlo. Creo recordar que me compré en la librería de un aeropuerto la primera grapa y me encantó. Pero por cosas del destino, o de lo liado que andaba entonces, que no la continué. Se me debió ir la pinza que incluso la olvidé. Y eso que me pareció una serie maravillosa donde, ¡Sam Kieth dibujaba hombres-lobo y a Batman! Pero ahí quedó la cosa. Y más de quince años después, ahora estoy aquí, algo afincado ya, hablando de la serie en cuestión. Reseñando un tomo, un volumen donde por fin conseguí obtener la historia completa y leer los cinco números que la comprenden del tirón.

Eso sí, pese a la monstruos que contempla, Scratch no es una historia que se mueva a una velocidad vertiginosa. Simplemente, avanza, saltando de un lugar a otro y cuenta escenas que aportan, sobre todo, una tremenda ambientación. De un lugar del que se podrían sacar bastantes y buenas tramas de Terror a mí parecer. Por que Scratch tiene bastante de cómic de horror de los 50s, también muy a lo Richard Corben en relatos de la Améica profunda. Pero Kieth es excelente para establecer el terreno. Lo hizo con The Maxx, Ojo, Four Women, la serie Zero Girl o Batman: Secretos. Crea un potente ambiente, aunque aquí queden cuestiones en el aire que a muchos nos gustaría saber (¿Quién es realmente Zack? ¿Y su familia? ¿No lo echan de menos? ¿Lo tenían por loco?) ; hay ahí una pretrama a resolver, que hubiera molado que se desarrollase. Quizás el contrato abarcaba únicamente cinco ejemplares…

Scratch tiene muy buenos momentos. Algunas escenas son conmovedoras y otras incluso divertidas, pese al género que trata. Y para ser justos, algunas ilustraciones de la señorita Sage (me encanta cómo Kieth dibuja mujeres) o del hombre-lobo Zack, son absolutamente impresionantes. Lo recomiendo para fanáticos de Kieth y, por supuesto, para incondicionales de las historias de Terror en formato cómic.