Reseña: Marvels. Ruinas, de Warren Ellis, Terese y Cliff Nielsen y VVAA

Casi cada autor que se topa de pronto con un gran éxito de otros autores, tiene dos opciones: alabarlo o criticarlo. Todo depende después de muchos factores. Pero ante la evidencia de lo bueno, lo normal y siendo honrado es elogiarlo. Y si tienes oportunidad, homenajearlo. Sin imitarlo y sin copiarlo, sacar historias paralelas, parodias, versiones distópicas o spin-offs que gusten. Arlo, -arlo y -arlo. Marvels: Ruinas fue una miniserie de cómics de dos volúmenes escrita por Warren Ellis. La serie es un “-arlo, -arlo y -arlo”, de Warren Ellis hacia la mítica serie Marvels, de Kurt Busiek y Alex Ross. Aquella maravilla que algunos tenemos en nuestra cómicteca y que desarrolla una versión distópica del Universo Marvel, una versión de superhéroes más “reales” vistas hasta el día de hoy. Una alternativa historia del a menudo mordaz Warren Ellis, que continúa con el mismo protagonista, el reportero Phil Sheldon, deambulando por Marvel alternativa, una en la que todo lo que podía salir mal, salió mal.

El QuinJet ha sido derribado matando a Los Vengadores. Más tarde, Sheldon se encuentra con Lobezno en un bar; sus huesos de adamantium le están consumiendo y propinando una terrible enfermedad. Sheldon se dirige entonces a un campo de concentración Kree donde todos están muriendo de cáncer por culpa de la radiación de misiles nucleares que destruyeron su flota después de que fuera expuesta por la energía de Silver Surfer tras un altercado pasado. Y es el Capitán Marvel quien cuenta todo esto. Luego, Sheldon conoce a Nick Furia, que es un viejo caníbal hastiado que se suicida, pero no sin antes asesinar a una mujer prostituta llamada Jean Gray… Uff. Como podéis ver, decadencia tras decadencia.

¿Mencioné la palabra «parodia»? La parodia generalmente implica risas, y uno podría preguntarse dónde están las risas aquí. Si hay alguna, solo proviene del más oscuro humor negro. Ellis quiere y propone decadencia para los superhéroes. De una pesadilla a la siguiente…

Marvels: Ruinas está ilustrada por la pareja Terese y Cliff Nielsen, así como como por Chris Moeller en la segunda mitad del segundo número. Un trabajo que sirve como contrapunto al que realizara el maestro Alex Ross con la obra original. Un desolado paisaje de la trama, totalmente opuesto a la Era de las Maravillas mostrada en Marvels. Un arte abstracto que hace pensar en Bill Sienkiewicz y sus figuras más toscas. No sé si Marvels: Ruinas, que vio la luz por primera vez en 1995, y que tuvo cierto éxito de ventas, cuenta como una sátira. Pero para mí lo es. Tampoco lo considero un What if…?, por que la sensación es que se está contando otra historia diferente con un mismo personaje. Es más bien un reflejo oscuro de la obra de Busiek y Ross. Eso es. Phil Sheldon también reuniendo información para un libro, pero aquí no se retrata a los prodigiosos héroes como estandartes de una nueva época; en vez de eso, seres que promueven lo trágico, lo oscuro, el caos.

Y el dibujo, desaliñado y onírico, ayuda a ello.

Esta nueva edición de Panini Cómics incluye además Tales of the Marvels: Blockbuster, Inner Demons y Wonder Years #1 y #2. En el primero, mola el proceso que viven distintas víctimas de un enfrentamiento entre Estela Plateada y un villano alternativo al Doctor Muerte. Tales of the Marvels: Demonios Interiores nos muestra los últimos momentos de un Namor indigente, antes de recordar quién era. Buenas lecciones para la prepotencia. Y cierra el tomo, dos numeritos de Tales of the Marvels: Wonder Years, que me parece sobradamente lo mejor del volumen. Aunque la historia haya quedado algo pasada de moda y cuando la leáis sabréis por qué.

Buena edición, con una gran cantidad de portadas, una breve introducción y una breve biografía de los autores. Una lectura desasosegante que sorprende.

Reseña: Scratch, de Sam Kieth y Alex Sinclair

Ya sólo por el dibujazo de Sam Kieth uno quiere leer cualquier cómic donde participe. Los amantes de las buenas ilustraciones, a veces, somos tan facilones que damos pena. Pero quizás no tanta si eres de los que gozan de buenos ojos para el arte. El mejor. Lo que las manos de alguien con un don es capaz de hacer, de convertir en dibujo de la nada. El último cómic que he devorado únicamente por esta cuestión ha sido este maravilloso tomito en tapa dura que acaba de publicar ECC Ediciones y que recoge la miniserie de cinco números llamada Scratch. Donde el prestigioso guionista y dibujante Sam Kieth, responsable de Batman: Fantasmas y Batman: Secretos, entre otras muchas, nos trae el relato desgarrador pero emotivo de un muchacho incomprendido. Y antes de alabar sus trazos, nuevamente, voy a por más.

Zack es un adolescente que descubre que es un hombre-lobo y se va de casa hasta que puede controlar su naturaleza bestial. Camina durante días a través de muchos kilómetros hasta que se derrumba por agotamiento cerca de una cabaña aislada. Allí es acogido por la señortita Sage, y allí se queda varias semanas. Más tarde, Zack descubre que ella y los niños bajo su custodia son blanco de los prejuicios de la gente del pueblo que busca culpar a alguien del caso de una niña desaparecida. Más tarde, esa noche, Zack se convierte en Scratch -el temible hombre-lobo- y se encuentra con un monstruo que lleva a la niña desaparecida a cuestas. Scratch lucha contra la criatura pero no puede rescatarla pues llega el amanecer. Entonces, Scratch vuelve a ser Zack y la criatura escapa con la niña. Al atardecer, Zack rastrea la zona donde estuvieron y llega hasta una guarida, una cueva, donde encuentra una multitud de niños deformados…

Las cosas se tergiversan y una multitud sedienta de sangre quiere a Scratch muerto. Hasta que llega el Caballero Oscuro. Pero, ¿podrá Batman protegerlo y aparte, descubrir el secreto de los Ouroboros en medio de este frenesí?

Os decía que soy un gran admirador de Sam Kieth. Su Maxx me hizo consciente de los métodos de narración de historias de lo que un maestro es capaz a través de sus lápices. Fue mi droga de entrada a su obra. Mas, oí hablar por primera vez de Scratch allá por 2003 o 2004 y estuve ansioso por leerlo. Creo recordar que me compré en la librería de un aeropuerto la primera grapa y me encantó. Pero por cosas del destino, o de lo liado que andaba entonces, que no la continué. Se me debió ir la pinza que incluso la olvidé. Y eso que me pareció una serie maravillosa donde, ¡Sam Kieth dibujaba hombres-lobo y a Batman! Pero ahí quedó la cosa. Y más de quince años después, ahora estoy aquí, algo afincado ya, hablando de la serie en cuestión. Reseñando un tomo, un volumen donde por fin conseguí obtener la historia completa y leer los cinco números que la comprenden del tirón.

Eso sí, pese a la monstruos que contempla, Scratch no es una historia que se mueva a una velocidad vertiginosa. Simplemente, avanza, saltando de un lugar a otro y cuenta escenas que aportan, sobre todo, una tremenda ambientación. De un lugar del que se podrían sacar bastantes y buenas tramas de Terror a mí parecer. Por que Scratch tiene bastante de cómic de horror de los 50s, también muy a lo Richard Corben en relatos de la Améica profunda. Pero Kieth es excelente para establecer el terreno. Lo hizo con The Maxx, Ojo, Four Women, la serie Zero Girl o Batman: Secretos. Crea un potente ambiente, aunque aquí queden cuestiones en el aire que a muchos nos gustaría saber (¿Quién es realmente Zack? ¿Y su familia? ¿No lo echan de menos? ¿Lo tenían por loco?) ; hay ahí una pretrama a resolver, que hubiera molado que se desarrollase. Quizás el contrato abarcaba únicamente cinco ejemplares…

Scratch tiene muy buenos momentos. Algunas escenas son conmovedoras y otras incluso divertidas, pese al género que trata. Y para ser justos, algunas ilustraciones de la señorita Sage (me encanta cómo Kieth dibuja mujeres) o del hombre-lobo Zack, son absolutamente impresionantes. Lo recomiendo para fanáticos de Kieth y, por supuesto, para incondicionales de las historias de Terror en formato cómic.

Reseña: Spiderwoman. Origen, de Goodwin, Sal y John Buscema y VVAA

Siempre que hablemos de una buena época en la que la mayoría de los cómics tenían su aquel, y gracias a grandes autores que iban picando de personaje en personaje, se pueden encontrar aventuras muy chulas en series de personajes que sin haberlos leído nunca, te pueden gustar. Y eso que en ciertos casos puedes llegar a pensar que son un invento más, un copy/pasteo más que otra cosa; y aún así te equivocas. El que no prueba, no descubre. Y el que lo intenta o busca, encuentra. Pues eso, sorpresa total con la lectura del nuevo Marvel Limited Edition especial de Spider-Woman: Origen, pero cuyo contenido abarca bastante más. Un volumen de la linea de los demás especiales pero contenedor, nada más y nada menos, de sus primeras apariciones en Marvel Spotlight #32, Marvel Two-In-One #29-#33 y su genial arranque de cabecera propia con los primeros ocho números de su serie particular. Un personaje que, a priori, muchos piensan en “una-versión-del-hombre-araña-en-mujer-y-ya-está”, pero donde los ineptos (grupo en el que me incluía hasta hace poco) se equivocan. Pues anda que no tiene tramas detrás la perseverante Jessica Drew.

La superheroína Spider-Woman (Jessica Drew) aparece por primera vez en el noveno arte en el Marvel Spotlight #32 (que aquí se incluye) del bendito año 1977. Un personaje con una fuerza tremenda, como en este MLE podréis comprobar. Cuya serie particular llegó a alcanzar exactamente los cincuenta números, con los que llegaría a su fin en 1983. Y aunque las intenciones del gran guionista Brian Michael Bendis fueron buenas agregando a Spider-Woman a la lista de Los Nuevos Vengadores, e incluso realizando en 2009 una segunda serie limitada de siete números para ella, me comentó un amigo, gran fan del personaje desde siempre, que ya nada sería lo mismo. En mi opinión, merece mucho la pena conocer al personaje clásico de Spider-Woman. Al ochentero. A poco que te pongas, vas a encontrar aventuras atractivas y bien curradas de aquellos buenísimos años del cómic. Aventuras como ¡Batalla en la cima del Big Ben!, Desde Stonehenge… ¡Con muerte! O la genial, ¡El Hombre que no podía Morir!, donde hay una buena trama de un ex-soldado maldecido con la inmortalidad. Historias dentro de historias, pues de todos es sabido que esta chica no ha sido picada por nada ni por nadie, fue criada en el seno de la terrible organización H.Y.D.R.A, donde aprendió a ver el mundo desde el odio y la desazón. Hasta que un día por casualidades (o no) del destino se cruza con Nick Furia. Y en esa búsqueda de identidad que algún día tenemos todos, decide alejarse de su antiguo sino, dejar atrás el ser una vil mujer.

Jessica Drew, hija del antropólogo Johnatan Drew y su esposa Merriam, cuando era pequeña, su padre y su amigo descubrieron uranio en una propiedad y se enriquecieron rápidamente con ello. Pero la pequeña Jessica enfermó mortalmente debido a la exposición y a la radiación del uranio. Y para salvar su vida, su padre tuvo que inyectarle un suero experimental de sangre de araña, de una investigación que llevaba en esos momentos y que se había demostrado que las arañas poseen mayor resistencia a la radiactividad que los seres humanos. Sin embargo, Jessica no respondió inmediatamente al tratamiento, de modo que el doctor Wyndham, que llevaba aquella investigación, la introdujo en un acelerador genético, para un tratamiento más avanzado. Y poco después que su madre muriera y su padre se fuera, Wyndham se hizo cargo de Jessica, manteniéndola parcialmente criogenizada durante décadas, envejeciéndola a 1/7 de lo normal, y dándole educación mediante grabaciones…

Los años pasaron y Wyndham (convertido ahora en el Alto Evolucionador) decidió liberarla al comprobar que había mutado y ahora poseía una gran fuerza, una enorme resistencia a todo tipo de venenos y radiaciones, además de un exceso de energía bioeléctrica que podía descargar en forma de rayos. Pero consciente de su humanidad, Jessica se obsesionó con encontrar a sus padres y así fue descubriendo toda una serie de seres, superhéroes y villanos que rodeaban su mundo. Hasta que finalmente, en asociación con el criminólogo Scott McDowell, se dio a conocer públicamente como cazadora de recompensas.

La vida de Jessica Drew ha estado marcada por la tragedia: su captura por H.Y.D.R.A, su enredo con el Alto Evolucionador… Pero ahora Jessica es otra. Ha decidido construir una nueva vida, y no pasa mucho tiempo antes de darse cuenta que su araña interior es más fácil de llevar que su humanidad. Un Marvel Limited Edition maravilloso, asequibe y llevadero. Un pedazo de descubrimiento.

Reseña: Batman. Failsafe, de Chip Zdarsky, Jorge Jiménez y Morey

Tras gozar de lo lindo con la serie de TV de El Pingüino…, ya sabéis como va esto. Corriendo a buscar algo relacionado o más Batman. Porque en el maravilloso mundo de los cómics es donde se pueden encontrar historias más historias, más arcos chulos en los que perderse. Por eso, centré mi atención en la sinopsis de Failsafe:

El Pingüino ha vuelto a las andadas, y esta vez amenaza con matar a todos los millonarios de Gotham City a menos que donen todo su dinero. ¡Dioses, podría tener algo que ver con la serie! Pero no. El primer arco argumental de Chip Zdarsky y Jorge Jiménez sobre el título principal de Batman de DC va por otros lares. Pero atractivo también. Y es que si alguna vez hubo alguna duda sobre qué tipo de Batman está escribiendo Chip Zdarsky, las primeras siete páginas del último número de este arco (el Batman #130) te lo aclara: lanzado al espacio, el Caballero Oscuro se precipita a través del vacío (como Sandra Bullock en la mareante Gravity), sin el beneficio de otra estación espacial cercana o incluso un traje presurizado que lo proteja. Seguramente va a morir, ¿verdad? Tendrás que leerlo. ¿Y cómo llega a eso?

Es el comienzo de una nueva era en el Universo DC, ya que el escritor estrella y ganador de varios premios Eisner, Chip Zdarsky, se enfrenta al Caballero Oscuro habiendo terminado su carrera con Daredevil, Zdarsky salta de un personaje oscuro con un pasado complejo a otro. Zdarsky parece la elección perfecta para escribir la serie insignia de Batman, y parece tener mucho planeado para Bruce Wayne. Las ilustraciones de Jorge Jiménez y Tomeu Morey apoyan este arco debut cuya publicación en USA desencadenó una reacción en cadena asombrosa entre los fans. Un cómic que nos lleva de regreso al pasado mientras un pitido siniestro anuncia la siguiente escena de los tres Jokers sentados sobre un montón de aliados muertos de Batman. Bruce se despierta de su pesadilla y se prepara para otra noche de lucha contra el crimen. Un asesino en serie anda suelto y los ricos habitantes de Gotham están en la mira. Los pingüinos se atribuyen los crímenes en la televisión nacional, lo que lleva a Bruce a asistir a una gala en la que espera encontrar al maestro criminal. Como Batman había anticipado, el Pingüino intenta liberar un gas venenoso que Robin ya ha saboteado. Pero no tiene idea de que el hombre que tiene frente a él podría no ser el Pingüino en absoluto…, y es…

Un vistazo genial a cómo Bruce normalmente pasa sus días y noches ahora que no tiene el mismo respaldo financiero que antes. Bruce se ha sumergido por completo en el superhéroe, y el estrés resultante del trabajo se acumula sobre él, causándole pesadillas inquietantes. La historia avanza a un ritmo vertiginoso como un espectáculo de Polaroid que lleva al protagonista de una escena a otra con unos breves momentos de autorreflexión entre ellas. La narrativa se centra únicamente en hacer avanzar la trama, y cada fragmento de diálogo e interrogatorio sirve a ese objetivo. Pero cómic no exento de momentos impactantes y, francamente, la cantidad de giros que Zdarsky da son impresionantes.

Veredicto final: COMPRA.

Reseña: Sana Starros, de Ireland, Pérez, Ramos y Photobunker

La historia de Sana Starros es una trama que se desarrolla bastante bien y me gusta cómo Ireland ha construido la historia hasta ahora. Se apoya en una rápida acción inicial familiar para captar la atención, pero la mayor parte se dedica a explorar las relaciones y dinámicas familiares más adelante sin profundizar demasiado en ellas para que parezca más natural. El resultado final de esta miniserie súper indispensable para todo amante del Universo Expandido de Star Wars es, es algo que se mueve continuamente y nos hace aprender cada vez más sobre lo que impulsará a estos tomitos independientes pero de los que dependemos muchos para quitarnos el gusanillo de leer/saber cada más y más sobre La Guerra de las Galaxias. Muy buenos cómics para quitarnos el gusanillo para los que llevamos tiempo esperando más Star Wars. Este cómic que recién publica Planeta Cómic en nuestro país, te engancha desde muy pronto. Después de una serie de decepciones, Sana Starros regresa a la casa ancestral de su familia para descansar un poco, pero el tiempo en familia está lejos de ser relajante. Especialmente, cuando los soldados de asalto se cuelan en la cena… ¡Tenéis que ver como Justina Ireland y Pere Pérez llevan a Sana Starros a lo más alto! Esperad. Lo cuento mejor.

Después de sus hazañas con la Doctora Aphra y Crismon Dawn, Sana regresa a la casa de su familia y se reencuentra con su prima, su tía y su abuela. Sin embargo, las cosas no son tan tranquilas y relajantes como esperaba, ya que su prima revela que está embarazada del hijo de su esposo imperial, lo que pone a Sana y a toda su familia en la mira del Imperio. Así empieza el lío.

Este cómic que hoy os reseño es la primera serie en solitario de Sana. Un cómic que logra ofrecer la suficiente información sobre la historia del personaje y al mismo tiempo usa esa trama para mantener al lector involucrado en el presente de Sana, además de encender una misión emocionante. Y es que al igual que la serie de televisión de Andor (¡Qué ya tiene fecha su segunda temporada!), estamos ante una historia que explora también a ciudadanos aparentemente promedio que intentan existir en un momento en el que el Imperio estaba llegando al poder. Sana Starros parece estar explorando de manera similar las áreas grises de la vida bajo el gobierno fascista del Imperio y las luchas de menor riesgo que vienen junto con él. Aunque el cómic presenta algunos de los conflictos esperados que hemos visto en otros cómics de Star Wars centrados en villanos y contrabandistas, estos pequeños ajustes sobre las relaciones imperiales aportan bastante como fondo informativo al lector. Y da finalmente a Sana Starros un acabado genial, a uno de los personajes secundarios más atractivos del Universo Expandido.

Una narrativa digna de sus complejidades y encanto.

De ahí mi recomendación.

Reseña: Koshchei en el Infierno, de Mike Mignola, Stenbeck y Stewart

Koshchei en el Infierno es el último trabajo de Mike Mignola, que continúa la fascinante saga de Koshchei el Inmortal (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-americano/hellboy-2/koshchei/koshchei-el-inmortal), ilustrada por Ben Stenbeck. Quiero avisaros que este título recién publicado por Norma Editorial en nuestro país también es un epílogo de los acontecimientos sucedidos en A.I.D.P: Demonio Conocido y Hellboy en el Infierno y una continuación obviamente del mencionado antes Koshchei el Inmortal. Pues en un mundo donde la Tierra ha sido limpiada y el Infierno ha sido vaciado después de los acontecimientos de Hellboy (https://www.normaeditorial.com/ficha/comic-americano/hellboy-2/hellboy-en-el-infierno/hellboy-en-el-infierno-1-el-descenso), Koshchei vive en paz, disfrutando del vino y los libros (¡Qué envidia!). Sin embargo, su pacífica vida se ve interrumpida por la visita inesperada de un viejo amigo, Sir Edward Grey (¿Os suena? Jajaj…https://www.cronicasliterarias.es/?p=17441), que le trae noticias del regreso de Plutón, el Dios del Inframundo. Pero Koshchei está cansado ya, es un héroe reacio y… al final, que duda cabe que debe volver a tomar su espada y luchar para defender la ciudad de la destrucción que se le viene encima.

Koshchei en el Infierno es una historia sobre finales y nuevos comienzos. El sorprendente final del cómic ofrece una nueva dirección para este mundo. Uno que dejará a los fans del Mignolaverso como yo, esperando más historias con ansia. Aunque los dos últimos capítulos se centran principalmente en el combate, no pierden su magia y el TPB consigue aportar un final digno para la historia de Koshchei. La narrativa de Mignola, típica de su estilo, es sencilla pero llena de profundidad. Los diálogos son directos y la acción clara, dándole a la trama sensación casi de cuento de hadas. Mignola entrelaza magistralmente elementos de otras leyendas y mitos en el extraño paisaje del Infierno, creando una atmósfera única. El primer capítulo, dibujado por el propio Mignola, nos introduce en el vacío de este odiado lugar tras los acontecimientos de Hellboy in Hell; las calles están vacías, la oscuridad es omnipresente y algunos demonios se suman a la atmósfera de este enigmático sendero de senderos. Los siguientes cuatro números de la serie, ilustrados por Stenbeck, continúan esta narrativa atmosférica antes de que la trama se acelere y Koshchei emprenda un importante viaje psicológico. Y ni que decir tiene que Stenbeck, equilibra perfectamente su propio estilo con la estética de Mignola, haciendo que las ilustraciones sean únicas e inolvidables. Aunque nuevos lectores puedan tener dificultades para comprender completamente la trama sin conocer cómics anteriores, Mignola se esfuerza por presentar los antecedentes y eventos clave necesarios para comprender la trama.

Un cómic lleno de naturaleza poética y misterio, lo que lo convierte en un verdadero placer para los fans de Hellboy y Mignola. Lo siento. Yo es que estos títulos siempre los voy a recomendar.

Reseña: Aquaman. 1ª Temporada. Aguas Silenciosas, de VVAA

El Aquaman de Kelly Sue DeConnick, es decir, el arco llamado Aguas Silenciosas, a estas alturas, es una toma inusual del personaje. Un cómic editado por ECC Ediciones como Primera Temporada, pero también un inicio, un comienzo, un TPB genial para nuevos lectores o para aquellos que tienen una cuenta pendiente con Aquaman, del que solo conocen pequeños detalles sobre su identidad y tienen escasas referencias a la continuidad pasada. Y aunque en ciertos momentos lectores me di cuenta que DeConnick desconectaba de los elementos primordiales que hacían de Aquaman para mí un verdadero disfrute, tenía curiosidad por ver cómo terminaría por integrar los rasgos principales del Aquaman más tradicional. En esos que no hace mucho, tanto insistió DC para volver al personaje un superhéroe súper serio.

En Aguas Silenciosas encontramos a un personaje principal, alejado de la Justice League/Aquaman: Drowned Earth. Aquí es un depositado amnésico en las costas de El Pueblo de Aguas Silenciosas. Lo que finalmente se revela como una isla (a lo Perdidos) en la que varias deidades acuáticas parecen haber sido exiliadas. Aunque aquí a DeConnick le va bien usando una variedad de dioses indígenas en lugar de los de la mitología griega/ romana que generalmente pueblan los cómics de superhéroes. Dándonos así una trama bastante atractiva y también sin muchas complicaciones: se le pide a Arthur que negocie la paz entre unos dioses y otros. Y nuestro Aquaman lo hace, aunque eso lleva a una batalla entre seres de poderes divinos y ultra-maravillosos. Me moló ver como los acantilados animan a este perdido Aquaman a redescubrir sus poderes acuáticos, una sorpresa para él, aunque no para sus fans de siempre… Pero iré a lo que verdaderamente me ha gustado de ese TPB que recopila los números del #43-#49 de la serie regular. Se cuenta una leyenda extendida de estos dioses, que se presenta en el tercer número. Es inesperadamente apasionante y contiene ese poder de convencimiento que tenían las antiguas leyendas mitológicas. No os la voy a descubrir. Tendréis que leerla. Cuando todo aquí se extiende al alcance del Rey de los Océanos, todo más allá de la típica Atlantis, Arthur, completamente inconsciente de su vida como héroe y rey, antes por lo general, estaba empantanado de política y responsabilidades. Todo el santo día tratando de descubrir cuál era su papel entre dos mundos en disputa. Pero aquí DeConnick nos lleva a una aventura más clásica, diferente y disfrutable. Todo ello para explorar qué tipo de persona es, sin el peso de Atlantis sobre sus hombros. ¿Y adivina qué? Aquaman es un tipo genial cuando no está preocupado por un reino a sus espaldas.

Mientras sus recuerdos no regresen, eso se mantendrá.

Un nuevo equipo creativo toma las riendas de este Aquaman que engancha. Y no es por sus referencias a la última película. Tiene mucha culpa su atractivo visual, los lápices de Robson Rocha, las tintas de Daniel Henriques y los colores de Sunny Gho son maravillosos a los ojos. Una aire manga preciosista dan entre todos y el dibujo es puro deleite. Con una guionista en estado de gracia que trabaja diligentemente en la elaboración del misterio que se origina en El Pueblo de Aguas Silenciosas. Una historia que a medida que avanza, se revelan distintos detalles que no se perciben a simple vista, en especial, cuando se trata de la aldea y sus habitantes. Con los que, sin duda, quieres profundizar y de los que quieres obtener todas las respuestas posibles a lo que en tu cabeza se está removiendo.

Soy uno que hace mucho que está cansado de tanta política en la Corte de Atlantis. O al menos de las historias de Aquaman que ven a Arthur principalmente bajo el agua. Prefiero aventuras aleatorias así, más mundanas, con su intriga y su resolución. Dentro y fuera. Tramas anteriores en la carrera de Dan Abnett, con Arthur jugando con el FBI o abriendo una estación diplomática sobre el agua están bien, de vez en cuando, pero uno cada vez más, quiere complicarse menos su vida lectora y dedicar su lado del cerebro activo a sólo disfrutar con la trama-simple. Lo palomitero, que se dice. Con ese fin, la historia de DeConnick es digna de guión de película o miniserie de TV. Un guión fresco y emocionante para todos los públicos. Y muy gustoso para el fan de Aquaman de toda la vida.

No se necesita más, señoría.

Reseña: Viuda Negra. Juego Sin Restricciones, de Jen y Sylvia Soska

En breve, cuando todo vuelva a la normalidad, llegará a los cines el nuevo film Marvel de la Viuda Negra. Sabemos que siempre fue un personaje secundario, quizás hecho para los que nos gustaba el género negro en formato cómic, pero no queríamos alejarnos demasiado del pijameo. Y cierto y verdad es, que es un personaje de cómic que protagonizó en su día muy buenos arcos. Y que duda cabe que en cine (con una Scarlett Johansson deslumbrante) se terminó por relanzar a esta villana, heroína para el público de a pie. Convirtiéndose easí n uno de los personajes favoritos de los fans del Universo Cinematográfico Marvel, una Natasha Romanoff que siempre-siempre gusta ver en acción. Pero, ¿quién es ella? ¿Por qué es tan querida? ¿Qué papel juega exactamente? Según la versión cinematográfica de Los Vengadores, es miembro fundadora del grupo superheróico, pero esta doble agente secreto rusa que opera en la películas bajo las órdenes de S.H.I.E.L.D. oculta un pasado tenebroso y los interesados deberían saber bien quién es…

Actualmente, en Panini Cómics se pueden encontrar tomitos interesantes con arcos o miniseries del personaje, como la Viuda Negra, de Mark Waid, que  ya reseñamos por aquí o este Juego Sin Restricciones que traigo hoy. Pero cierto es, que en este país no hay muchos títulos con los que ponerse al día; aunque que duda cabe que cuando el estreno de la película “se consiga”, vendrán bastante titulos más. Entre los que espero unas buenas reediciones de la aventura clásica Viuda Negra: Red de Intrigas (una antología con material clásico y selecto de la espía) o los dos volúmenes del 100% Marvel Viuda Negra (una colección editada y publicada en torno a la época de Marvel Now!) que aquí se dividieron en tres volúmenes: Los Delicados Hilos de la Telaraña, Enmarañada Telaraña y Los Últimos Dias de la Viuda Negra. O los tomos La Más Buscada de S.H.I.E.L.D, No Más Secretos o aquella joyita Viuda Negra: El Nombre de la Rosa, que recopilaba el material publicado originalmente en Enter The Heroic Age y Black Widow V6, y que por lo visto ha servido de inspiración para lo que veremos en el nuevo film. Este último está claro que Panini Cómics lo traerá.

A lo que iba, que he devorado Juego Sin Restricciones de una sentada. Una buena aventura que ahonda en las profundidades del Mal con una Viuda Negra muy bien llevada, escrita por las hermanas Soska. Natasha Romanoff fue entrenada para matar. Durante años ha intentado superar esa programación, ponerse del lado de los “ángeles” para ser una heroína. ¿Y a dónde la llevó esto por culpa de uno de los pocos amigos verdaderos que se permitió tener? Es un tema delicado. Pero ha vuelto de entre los muertos, furiosa como el propio infierno, y encuentra que esos ángeles se hacen cada vez más ininteligibles. Jen y Sylvia Soska (las llamadas en USA, Gemelas Retorcidas del Horror) se unen con el ilustrador en ascenso Flaviano para tejer una trama, una red de vicios, violencia y venganza que pondrá frente a Natasha a uno de los tipos más sangrientos a los que jamás se haya enfrentado. Tal vez, para ponerla nuevamente bajo tierra. O no. No obstante, Juego Sin Restricciones abre con la víspera de Año Nuevo en la ciudad de Nueva York. Establece bien la relación entre Capitán América y Viuda Negra e inicia con una buena secuencia de acción. Las hermanas Soska hacen un buen trabajo devolviéndola a su base como espía, dirigiendo el programa y el Capi mostrando su respeto para que sepa que aún está en la cima. Pero a medida que se desarrolla la historia, con algunos giros muy interesantes y un eventual cambio de ubicación, todo se tornará en desgracia.

El arte de Flaviano con colores de Veronica Gandini tiene un ligero toque manga (muy leve) que no me atraía en un principio. Sin embargo, muy pocas páginas después me fue gustando el ambiente, el aire que toma la serie muy parecido a una peli animada, me adapté. Pero insisto, Sylvia y Jen Soska, las hermanas guionistas, son las que demuestran aquí tener una muy buena habilidad para atrapar al lector con lo que escriben y cómo lo escriben. Tomito ligero y llevadero para echar un buen rato con un cómic. Con lo que nos conformamos muchos.

Reseña: Hijos del Átomo, de Joey Casey, Paul Smith y Esad Ribic

El formato asusta. Vale. Pero qué te maravillas de todas-todas al tenerlo entre las manos, esa virtud no se la quita nadie a estos Grandes Tesoros Marvel que está publicando Panini Cómics. Como dijo alguien hace poco, este deleznable virus nos ha robado a seres queridos pero también dos meses de nuestra vida. Aunque parece que volvemos a ver la luz, poco a poco. Siempre fuimos ese tipo de gente que resurge con fuerza, capaz de recuperarse de lo peor, y recordad que los superhéroes están basados, sobre todo, en personas como nosotros. Es por eso que nuestras librerías, nuestros lugares preferidos donde obtener “mundos de evasión”, vuelven al candelero. Con editoriales como Panini Cómics, proporcionándonos lo mejor de lo mejor, con títulos geniales como este nuevo tomo gigantesco que recopila los seis números que compila la miniserie Hijos del Átomo. Esa joyita creada por Joey Casey para el mundo mutante de La Patrulla-X. Y es que las reedicioness así, siempre se recibirán con los brazos abiertos.

Joe Casey es un prolífico guionista de cómics estadounidense. Ha trabajado en títulos como Wildcats 3.0, Uncanny X-Men, The Intimates, Adventures of Superman y G.I. Joe: America’s Elite. Además, como parte del grupo creador de cómics Man of Action Studios, Casey fue  uno de los creadores de la serie animada Ben 10. Pero, sobre todo, ha elaborado numerosos títulos para DC y Marvel. En su día, Joe Casey solía promocionar Hijos del Átomo jurando que no era un nuevo reinicio mutante. Ni siquiera quiso escuchar esas palabras. Y se aprecia que fue muy cauteloso para que Hijos del Átomo no contradijera abiertamente cualquier cómic anterior, a esos inicios que todos conocemos. Pero finalmente tuvo que admitir que sí que quería cambiar cosas. Por ejemplo, los orígenes del elenco original estaban fuera de continuidad (a excepción de Ángel, que ese origen le encantaba). Y Casey defendió el tema en su día, citando a otras veces que se habían hecho mal, títulos que encima había sido reimpresos una y otra vez o incluso referenciados en otros cómics. Por ello, diseñó Hijos del Átomo. Algo diferente, en ese punto…

El agente del FBI Fred Duncan, un personaje olvidado del pasado, sirve principalmente como punto de vista para el lector. Duncan no parece tener una opinión muy sólida sobre el tema mutante, que es una de las razones por las cuales el Profesor Xavier considera necesario formar una sociedad con él antes que sea demasiado tarde. Es entonces cuando Casey retrata a Duncan como un cínico, pero no como un fanático, usándolo como portavoz plausible para el ciudadano promedio que acaba de descubrir que los adolescentes, aparentemente normales, tienen poderes horribles y los podrían usar de manera irresponsable. Pero los fans incondicionales de estas historias sabemos que Duncan es un tipo que sirve como contacto gubernamental para La Patrulla-X, así que el maestro guionista Joey Casey agrega una intriga para cogernos por la pechera… ¿Por qué Duncan habla constantemente con un amigo imaginario llamado «Bill»? Esperad, esperad, un momento. Me centro y lo cuento bien: El agente Duncan del FBI y su jefe están viendo un informe de noticias sobre mutantes. William Metzger es el líder de la Milicia Anti-Mutante. Discuten sobre el tema y éste indica a Duncan que investigue un poco. Cuando llega a su oficina, Duncan descubre que Charles Xavier también está allí y los dos tienen controversias sobre la verdadera intención del FBI. Mientras tanto, Warren Worthington III se pone su traje y patrulla la ciudad de Nueva York. Es entonces cuando percibe un atraco a punta de cuchillo, lo detiene y “deja caer” al agresor sobre un coche de policía… Warren se va volando y Magneto observa en las sombras.

Intrigas y desavenencias con el estado, son siempre los temas que perseguirán la vida de mutante. Me encantan las historias de inicio, pero en especial las que cuentan a modo de anécdotas la verdadera historia de lo que se quiere contar. Un ejemplo: se cuenta que los primeros X-Men solo fueron unas pocas docenas de mutantes en todo el mundo y ahora sólo se conocen tres que van a la misma Escuela Secundaria. Nos parece todo prosperidad. Hasta que aparecen los malos con malas intenciones. Es el tipo de conveniencia de la trama que no solo increpa a los personajes, sino también al lector. Y en estos detalles es muy bueno Joey Casey como guionista. Pues podría haber usado cualquier cantidad de artilugios para llevarnos a la historia de siempre. Sin embargo, recurre a un poderoso suspense y nos integra en una historia bastante profunda en Hijos del Átomo. Y esto, con un arte memorable de Paul Smith, Esad Ribic, Steve Rude, y en formato lienzo grande…, pues todo esplende.

Reseña: Alien 3 – El Guión No Filmado, de William Gibson y VVAA

Los megafans de Alien tenemos que ir buscando/rebuscando entre ciertos mundos aislados de novedades de cómics, videojuegos e incluso juegos de mesa para tener cada no mucho algo con lo que nutrirnos. Pero es cierto que gracias a Norma Editorial llegan cómics de la franquicia poco a poco y así podemos contentarnos de alguna forma y relajarnos pues la cuestión es volver a ese universo de Terror y Ciencia Ficción, uno de las mejores mezclas de todos los tiempos. Si no la mejor. Bien, pues desde ya os puedo decir que estamos de enhorabuena pues por fin llega a nuestro país esta maravilla hecha cómic como es el guión no filmado de la saga del siempre interesante escritor William Gibson. Enormemente curioso como fue desechado este guión viendo después en qué quedó en cines la tercera parte de la franquicia.  Un mal recuerdo para los fans de la saga. Pero buscad Alien 3 en vuestro buscador favorito e inevitablemente aterrizaréis en ciertas webs de cine y malas criticas hacia un film que para muchos no debió ver la luz.

Para los curiosos os diré que existen diferentes versiones: la versión cine y el montaje del director, película algo más larga, pero una recreación que tampoco aporta mucho; variaciones del mismo trabajo, una película rara, visualmente impactante eso sí, pero nada exitosa que dejaba a Ellen Ripley en un planeta carcelario lleno de piojos que no estaba preparado para defenderse de una infestación de los xenomorfos. En fin, el tema es que todo buen fan debe saber que dejando de lado el ámbito cinéfilo, hubo varias Alien 3. Siempre las hubo. Unas Alien 3 de las que nunca filmaron un fotograma, y que se quedaron en borradores o guiones descartados, que en su día fueron leídos por un grupo de «personas selectas” para luego caer en el olvido. Lo guay es que con la llegada de internet y la enorme globalización que esto supone, algunas de esas versiones se colgaron en la red. Y aquellos fans decepcionados con la película entre los que me incluyo, de repente, tuvimos la oportunidad de imaginar otra cosa.

Alien 3 – El Guión No Filmado, de William Gibson, Johnnie Christmas y Tamra Bonvillain, ofrece uno de esos caminos alternativos. Gibson, autor de la súper recomendable Neuromante, Mona Lisa Acelerada o (esto algunos no lo saben) del genial relato Johny Mnemonic en el que se basó el film de Keanu Reeves; tuvo su propia visión y/o encargo de representar lo que sucedió después de que Ripley, Hicks, Bishop y Newt bombardearan el LV-426 desde la órbita de un planeta en Aliens, El Regreso. Un guión que fue descartado y ahora tenéis la posibilidad de degustar en formato cómic. Así que cierra los ojos, o mejor dicho, ábrelos mucho. Y entra en lo que pudo ser una gran film de una trilogía (por entonces, ahí parecía acabar todo), de una tercera película de Alien que nunca conocimos.

Una experiencia sorprendentemente diferente. Como film no habría reinventado radicalmente nada en la franquicia Alien, pero es fácil disfrutarlo como thriller efectivo de aventuras. El guión de Gibson combina elementos de las dos primeras películas con giros inesperados y por mucho que las películas dependan de sus sorprendentes imágenes, el cómic aquí propuesto goza de grandes momentos en formato viñeta. El drama gira en torno a una historia centrada en las aventuras de Hicks y Bishop después de que la nave Sulaco se desplace primero al territorio controlado por la Unión de Pueblos Progresistas, tras Anchorpoint, una estación espacial de científicos idealistas. Lo que deja una especie de eco o de guerra fría entre los científicos de la U.P.P. al estilo comunista y Anchorpoint, esos mismos que comienzan a experimentar con el material genético alienígena que quedó en el cuerpo de Bishop. Lo que finalmente obliga a Hicks, y algunos nuevos conocidos a enfrentarse de nuevo a esa vieja amenaza que aquí empieza a adoptar nuevas formas…

El cómic abre con una introducción del propio William Gibson llamada Trabajo por Encargo, donde cuenta muy bien que sintió -y siente a día de hoy- con lo ocurrido en todo el proceso que hubo del que pudoaber sido un buen film de Alien. Los productores Walter Hill y David Giler comisionaron el guión a Gibson cuando decidieron seguir adelante con una secuela de la segunda parte de James Cameron, todo a pesar del gran interrogante sobre si la estrella de la serie Sigourney Weaver llegaría a participar en futuras pelis. Buscando nuevas ideas, recurrieron a Gibson, que en la época, tras unos primeros cuentos exitosos y ser considerado el creador del movimiento conocido como cyberpunk, estaba de moda. Se hizo, se entregó, pero ahí quedó todo.

Joyita de cómic para los fans.