Por lo visto, en 2017 con These disappearing days, Timothé Le Boucher ya había producido esta historia de «puerta cerrada», protagonizada por jóvenes adolescentes en un vestuario. En los vestuarios (La boîte à bulles) llega ahora a nuestro país de la mano de Yermo Ediciones y nos invita hoy a redescubrir aquel relato con una nueva presentación (nueva portada, nuevo título), una obra de cómic que reivindica y saca a la luz todo aquello por lo que pasamos algunos mientras fuimos estudiantes.
Una historia donde vemos escenas muy particulares que reconocemos, momentos muchos desagradables en ese cruel teatro del paso por la pubertad donde se concentran todas las rivalidades entre estos adultos en ciernes, permitiendo que la “edad estúpida” encuentre su plena expresión. Porque sin la supervisión de los adultos, esto llega a convertirse en una micro-sociedad abandonada a su suerte, la misma que florece (recordemos un poco El señor de las moscas), con sus propios códigos y sus propias clases sociales, donde todos serán juzgados en su propio derecho… O no.
Es también el lugar donde se revela la propia personalidad que va a empezar a nacer en cada chico o chica, donde hay que hacer alianzas juiciosas para sobrevivir; donde es mejor ser guapo y popular o caer bien, y si no, al menos, convertirse en el chivo expiatorio de la manada para que no te pateen el culo. En definitiva, el vestuario o los vestuarios de un colegio o instituto pueden ser una jungla donde abundan las novatadas de todo tipo, las bromas y los juegos estúpidos, donde queda excluida toda empatía, donde dependiendo de la cantidad de probabilidades de paso, lugar donde terminará ocurriendo una tragedia…
En un estilo cercano a Bastien Vivès, Timothé Le Boucher, también guionista de sus propias historias, se convierte en un diseñador de almas. A través de sus líneas simples y depuradas, apoyadas en un encuadre relevante, logra transcribir a la perfección la psicología de sus personajes en este álbum que hoy os reseño. La narración, dicho sea de paso, es muy fluida aunque logra mantener cierto suspense psicológico. Por lo tanto, no podemos más que saludar la iniciativa de Yermo de dar a conocer un tipo de cómic europeo así en nuestro país. Títulos que, siendo sincero, no suelen tener muy buena acogida por los fans pero que son necesarios para tratar temas que pocas veces salen a la luz. En los vestuarios es un álbum que inevitablemente atraerá a todo el público masculino, resonando inevitablemente en sus recuerdos del instituto, pero que, por su realismo y su tono justo, no debería dejar de atraer la atención del “sexo opuesto”. Me gustó la idea de desarrollar toda una historia en un solo lugar. Como dicen los críticos entendidos, hay un lado voyeur/reality-show en el tratamiento de la historia, ya que la mirada permanecerá constantemente dentro del vestuario. Incluso las imágenes del exterior nos llegan a través de las ventanas borrosas del vestuario. Por eso, la historia en sí es un estudio de personajes. El diseño de la portada me asustó un poco pero el interior no me disgustó.
Un cómic para reflexionar.