El tomito de Jóvenes Titanes dedicado por enteros a Beast Boy es otro ejemplar de cómic de los que he disfrutado en estos días de esta chula colección de novelas gráficas que está rescatando ECC Ediciones. Con dibujos molones y trama entretenida aún siendo algo tantas veces contado: los problemas de la pubertad.
Mucha culpa la tiene el propio Gar. Un protagonista problemático, buena persona, un chaval guapo para lo que hay por ahí. Pero claro es bajo, no musculoso y no tiene vello facial, algo a tener en cuenta entre los que le rodean. Y por alguna razón está obsesionado con ello. Lo que provoca que sea en cierto modo vanidoso y esté obsesionado con la popularidad. Sí, el típico tema juvenil entre los chicos estadounidenses que tantas veces hemos visto en pelis. Y tanto importa que incluso Gar no tiene amigos, tenía dos, pero son descartados en favor de la gente popular. Y no creáis que no es consciente de que se está engañando a si mismo, sabe que en el fondo es una tontería hacer lo que hace solo por estar en la misma acera que la multitud popular. Pero el tema es el tema. El amor. Las chicas. Simplemente lo hace para agradarle a la chica que le gusta, una de las más populares, uno de los bombones que se pasean por el instituto. Acciones ridículas por doquier le acometen entonces. Sus increíbles amigos no lo juzgan por eso, pero a ojos de un adulto es muy juzgable el temita, ¿no? Una visión muy precisa del personaje de Gar para lo que se viene después.
Beast Boy es un superhéroe que en los cómics me parece magnifico. Intento leer todo lo que salga de él. Es un personaje de la DC de antaño que me encanta y por eso ahora que se le está dando pie a autores para “hablen” sobre su juventud, ahí estoy yo para interesarme. Aunque me gustan mucho los personajes más oscuros de los Teen Titans, Chico Bestia es mi favorito. Goza de uno de los poderes que siempre he soñado tener. Por eso me encantó también la introducción que hace Gabriel Picolo donde alega cuanto ama al personaje.
La historia encaja perfectamente con Gar. Este no es un cómic de superhéroes lleno de acción. Es una historia de un chico reconciliándose con la vida, lidiando con cosas normales que todos hemos hechos mientras crecíamos, uno de los procesos por los que un chico o chica joven debe pasar. Descubrir sus poderes -en el guion de Kami García- se vuelve secundario. Pero tenemos en esta historia grandes personajes secundarios también. Me gustó lo que se cuenta sobre Tank…
No creáis que todo esto de la popularidad es algo metido con calzador y para la ocasión en la vida del Chico Bestia. Por lo que he visto de Gar en películas, series animadas y otros cómics, sí que se le ha mostrado al público siempre como un personaje vanidoso y obsesionado con la fama. Es simplemente su personalidad. Alguien muy parecido a la Antorcha Humana o a Bart en la Young Justice. Todos tenemos un amigo o amiga así en el grupo o hemos conocido a alguien así en la vida. Y si no lo conocerás. Y no tiene porqué caerte mal una persona que actúa de ese modo si comprendes bien sus sentimientos. Quizás sea un modo cómico de mostrarse al mundo, quizás sea su sistema de defensa ante el público. O el modo de intentar superarse cada día. NO TIENE PORQUÉ CAERTE MAL. Y lo puedes comprobar leyendo este volumen.