Al igual que otros muchos escritores entre los que me incluyo, durante su vida, el maestro del terror cósmico H.P. Lovecraft tuvo cuadernos donde apuntó ideas, conceptos, alumbramientos de las musas y otros elementos que en algún momento de su vida le sobrevinieron. Palabras, frases y párrafos de los que partirían nuevos relatos, novelas cortas o libros. Llamó a esto su «libro común”. Bien. En 1938, justo después de la muerte del maestro de Providence, su amigo y albacea literario, Robert H. Barlow, imprimió este cuaderno de apuntes en una edición de tan sólo 75 copias; cosa que se convirtió en objeto muy valioso para los fans a la vez que obrita curiosa a reivindicar tras el alcance de los escritos de Lovecraft. Gracias a Editorial Periférica, una nueva edición del Commonplace Book, ya se puede disfrutar por estos lares y en nuestro idioma.
Un librito ligero de leer pero que inspira lo más grande a cualquiera que sienta el deseo de escribir, que tenga el don del que tanto habla Stephen King, o que tan siquiera disfrute navegando entre la mente de un autor que hizo historia casi sin saberlo.
Un cuaderno que se convirtió en libro publicado extraído a partir de fotografías de alta resolución que se consiguieron sacar de la Library of Congress, y del que se creó una réplica tipográfica para la edición de 1938 que antes mencionaba. Y en el que para hacerlo aún más entretenido, se incluyeron algunas palabras que escribió Lovecraft después de entregar su manuscrito a Barlow y que no se incluyeron en su primera edición.
H.P. Lovecraft escribió resúmenes de tramas para más de cincuenta historias clásicas de terror que se omitieron de manera similar y se reproducen aquí por primera vez. Es casi un juego ponerse a relacionar de que apunte o idea partió tal y cual relato.
Indispensable para fans del maestro y para todo aspirante a escritor.