Dudo mucho que algún día veamos el escenario de Dulces Tinieblas adaptado al cine pero la idea intrínseca de la maldad sí que está ahí en muchas de las pelis que hoy vemos. Más tarde volveré a eso. Tenemos ya publicado en nuestro país un cómic de la BD muy deseado por estos lares porque Dulces Tinieblas es un álbum, que es de todos conocido por el norte de Europa, que este titulo es una obra que no deja indiferente y que, en mi opinión, podría ser una de las obras más chulas que la gente se puede perder por tener una portada y unas ilustraciones engañosas. No es una trama infantil. Por supuesto, nos va a remitir a historias como la de El señor de las moscas pero aquí lo que destaca es que los personajes provienen del mundo de la primera infancia. La imaginación está en plena construcción y, por lo tanto, ver a estas pequeñas bailarinas, pequeños duendes y otras lindas criaturas matarse unos con otros al azar es suficiente para sorprender a las almas virtuosas que todavía creen que la infancia es la hermosa época de la inocencia o que los niños pequeños no harían daño a una mosca… miau, miau, requete-miau.
Una inclasificable fábula tan bella como perturbadora, eso dice su publicidad y eso es más verdad que mentira. Tenemos a una pequeña comunidad recién salida de un cuento de hadas donde los cuchillos van a salir a la luz y la diminuta Aurora poco podrá hacer para evitarlo. Un mundo de fantasía que también se derrumba y se vuelve atroz. La crueldad de las personas (o personitas) a espuertas… Todo comienza como un cuento de hadas entre la bella supuesta princesa Aurora y su novio durante una refinada fiesta de té cuando la decoración se derrumba y Aurora debe escapar del cuerpo de una niña que yace allí en la naturaleza (…) por razones que nunca sabremos. Pero otros personajes, igualmente jóvenes, despreocupados y sometidos a la misma prueba, se encuentran con Aurora en plena naturaleza y se vuelven ansiosos por protegerse y alimentarse, despreciando majestuosamente el cuerpecito del que parecen provenir. Así comienza la intrigante historia que sólo se desarrollará con la imaginación y la sensibilidad de cada lector. El resto sólo será una sucesión de escenas deliberadamente grotescas e impactantes sin un hilo conductor… pero que tocan el alma. Porque a partir de entonces seremos testigos de una masacre por naturaleza de todos estos personajes despreocupados y sin ninguna lógica aparente; las escenas se sucederán, desde la maldad de Plim y la narcisista Zélie hasta el frágil Timoteo y los cándidos trillizos. Aurora tendrá que reaccionar para sobrevivir y volver a la tranquilidad que perdió a costa de su inocencia.
Me gustaría elogiar la originalidad e inteligencia de los autores que nos brindan un álbum que, sin duda, es un brindis al contraste dentro del cómic europeo. El simpático dibujo con una historia atroz detrás. Actos que se desarrollan en un entorno magnífico y…, bueno, hablaré de mí un poco. Correcto. En mi juventud aplastaba bichos, generalmente insectos (mostradme una chica o chico que no lo haya hecho nunca) pero, ¿este acto nos convierte en psicópatas formidables? Por supuesto que no, al mismo tiempo que aplastamos a la siguiente criatura, porque lo hicimos, ciertamente disfrutamos de ella, un placer inocente pero quizás un poco perverso. ¿No es eso contrapsicología? No sé. Quizás sea simplemente una realidad que muy pocos de nosotros estamos preparados para afrontar. ¿Qué sería del alma humana bella, altruista y todo eso? A lo que voy es que, Dulces Tinieblas es, sobre todo, una asociación de dos palabras contradictorias que suenan bien, pero también una portada que despierta la curiosidad por su belleza y el misterio que desprende, así como una historia potente de dos grandes autores de la BD como son Marie Pommepy y Fabien Vehlmann. Y aunque una reputación popular no es necesariamente garantía de calidad, es muy difícil hacerse una idea del contenido con sólo hojear unas pocas páginas de este cómic que publica Norma Editorial.
Dibujos infantiles en acuarela, casi desordenados y aparentemente inofensivos pero con una historia de mala leche detrás como pocas veces he visto.
Muy recomendable.