Reseña: Carta Blanca, de Jordi Lafebre y Clémence Sapin

Carta Blanca puede ser uno de los cómics más bonitos que se pueden encontrar ahora mismo en novedades. El más preciocérrimo, desde luego, porque no se me ocurre un calificativo mayor. Pero, ¿basta sólo con eso? Obvio que no. Preciosa historia, entrañables personajes, guion y dibujo de Jordi Lafebre para el delirio que logra sentirlos vivos, conmovedores…, salgo de mi lectura encantado. Conmovido. A uno también le gusta que de vez en cuando le pongan el vello de punta, ¿no? Además, el ingenioso proceso de contar la historia…, bueno, bueno, vamos por partes. Pero sí que funciona de maravilla también esta vez. Y es cierto que conocemos el final de la historia de Ana y Zeno desde el principio, pero curiosamente -o magistralmente, según se mire- eso de ninguna manera estropea el placer de descubrir cómo y por qué estas dos personas se han amado durante tantos años y no se encontraron antes. Carta Blanca es una de las bonitas novedades que Norma Editorial trae este mes desde el siempre atractivo cómic europeo. El título y la portada me convencieron de que lo pasaría bien, esa extraña certeza que a veces surge cuando piensas que un volumen te molará y eso que no sabes de que va. Ocurre también con títulos así, que temes que te decepcione. Por alguna razón quieres que te guste, y es como tener la posibilidad de probar una tarta de naranja y rezas por que no esté amarga. Entonces, sin prestar mucha atención a los detalles leo el primer capítulo; bonito ronroneo, paso la página y ¿dónde estoy? Retrocedo. ¿Pero cómo diablos el capítulo 19 y acabo de leer el 20? Empieza el juego. Toda una lucha de ansias por no querer leer el Capítulo 1, o sea, el final… Que sería el principio. Uff…

Un cómic atípico ya que comenzaremos la historia con su conclusión y retrocederemos en el tiempo, como habréis podido imaginar. La historia de un amor platónico que dura casi cuarenta años. En Carta Blanca seguiremos el destino de esta pareja que los llevó a convertirse en quienes son pero siempre viviendo las consecuencias antes que las causas. Un guion hecho de manera inteligente -hay que tener muchas cosas en cuenta-, y con el tono ligero que tan bien fluye en las comedias románticas. Extrañaría muchísimo que no se convirtiera en peli. Pero también contiene temas dolorosos (en el amor verdadero qué no lo es), temas como la romantización de la infidelidad, por ejemplo. Durante casi cuarenta años, el personaje de Ana le ha mentido a su esposo y su hija. Son situaciones que pueden doler moralmente a ciertos lectores. No voy a desarrollar más este tema pero soy consciente que para muchos/as el amor se rompe en mil pedazos si tras una familia existe una mentira así. En especial, para ciertas mentes “vintage”, sé que una historia de engaño no puede ser encantadora y puede resultar dolorosa. No obstante, es preciosa en muchos sentidos. Con el detalle ese de, ¿cómo terminará?, ¿cómo empezó?

La mayoría de vosotros ha pasado por esto. Tenéis en vuestro interior amores, cosquilleos en la barriga, recuerdos con los que vibráis al rememorarlos. Historias que os perseguirán hasta vuestro último día, alzheimer mediante. Gente con la que soñaste estar y terminaste con ella o no. Quizás, si que te acercaste un tiempo pero por una cosa o por otra vuestro corazón se rasgó para siempre. La destreza del autor en Carta Blanca es la construcción de una historia invirtiendo el tiempo pero encadenando eventos de una manera coherente y apoyando un marco fluido. Cierto es que no me gustó que Lafebre intentará explicar el porqué es posible retroceder en el tiempo. Explicaría que esta novela gráfica empiece por el final pero hay cosas que no se cuentan y quedan mejor, señor. Como en las historias de zombies. Mejor dejar en el aire la idea del porqué y dónde parte todo. Si tocas temas científicos puede que algún lector especializado sonría por incredulidad.

Eso si, lo que enamora totalmente es el dibujo. Muy Disney pero sazonado de cómic europeo. Es una mezcla extraña pero enamora. Es increíblemente eficiente la línea dinámica y expresiva que consigue el autor para transmitir a la perfección los sentimientos de los personajes. Especialmente, a través de su apariencia. Desde las primeras páginas, cuando Ana tiene lágrimas en los ojos, os juro que yo también las tenía… Y es que apenas conozco la obra de Jordi Lafebre. No he leído nada de sus cómics anteriores y, sinceramente, no esperaba quedar tan encantado. La guinda al pastel, la pone el colorista y ayudante Clémence Sapin que permite establecer súper bien los estados de ánimo a través de esos tonos pastel que contiene la historia.

Una fábula moderna sobre el paso del tiempo y los sentimientos que quedan. Hermoso cómic, para leer y releer.

Buen finde a todos.

Reseña: Soy una Mata-Gigantes, de Joe Kelly y Ken Niimura

Soy de la opinión que, como amante del noveno arte, si una obra ha recibido cantidad de premios y no has oído a nadie hablar de mal de ella, precisa un mínimo de atención por tu parte. Después estará el dibujo que puede ser maravillosito o no, el guión que puede pegar tu espalda al sofá de escai o no, pero el mínimo de atención, siempre. Lo que se le dice «echarle un ojo». Eso como mínimo. Otra cosa es que me digas que mejor no, vaya a ser que te encante y no puedes (económicamente) meterte en más líos, de momento. No obstante, recordad una máxima dentro del mundo del cómic: es un hobby que necesita (para tu bien) tener muy cerca amiguetes con la misma afición lectora. Y ahora os cuento mi caso. Me sentí un poco fastidiado tras ver la adaptación cinematográfica de Soy una Mata-Gigantes (I Kill Giants). Comentándolo con un colega este me sugirió que probara el material original. Que recurriera a las fuentes… ¡A las fuentes! Lo que yo más promuevo. Vaya tela. Y resulta que Norma Editorial acaba de publicar una nueva edición en tapa dura de este título que me atrae mil. Por tanto, las coincidencias no existen. ¿O sí?

Bien, os aseguro ya que Soy una Mata-Gigantes, de Joe Kelly y Ken Niimura, es mucho más transparente y atractiva que la versión cinematográfica. A la película le gusta ir a horcajadas sobre lo que está sucediendo y exactamente, eso es lo que no se debiera evitar. No se puede jugar con eso, no con el suspense (ese al que tanta importancia daba Patricia Highsmith); pues pierde fuerza. Ese “suspense” tratado como don de un guión es la sangre que mueve un cuerpo. Un trama con una máxima importante, además: los Gigantes son reales, y sí, la gente puede verlos.

Me enamoré, me encanta la protagonista Barbara, que en el cómic es un poco más joven, más agradable, más vulnerable y un poco más… redonda. La película comete un error porque nos mantiene intentando adivinar cosas sobre Barbara cuando en el cómic Kelly nos cuenta, casi de inmediato, todo sobre la confusión personal que tiene. Importante: sabemos por qué pelea y sabemos contra qué pelea. Al ser tan directo, Kelly crea un arco argumental lleno de emoción en un viñetario que tal como está ideado (blanco y negro, con poco texto, cuasi-manga) impacta y lo devoras en nada. ¿Pero qué cuenta este tomo ganador del Premio Internacional de Manga de Japón, la Mejor Novela Gráfica Indie de 2008 y escogido como uno de los 10 Mejores Cómics Juveniles por las Bibliotecas Norteamericanas en 2010? Cuenta la historia de Barbara Thorson, de diez años, una alumna de quinto grado que es mucho más madura que cualquier chico/a de su edad, pero que decide dedicar la mayor parte de sus preocupaciones a un «mundo de fantasía» en el que lucha contra temibles gigantes con su martillo mágico. Mas, no penséis que esto es un juego, ya que Barbara pasa horas investigando a esos seres, preparando su arma y colocando trampas de manera diligente y estoica. Sin embargo, un día, cuando una nueva estudiante llamada Sophia se hace amiga de Barbara, esa misma que anda en el punto de mira de Taylor, la matona de la escuela que hace miserable la vida de todos… La vida se vuelve más complicada para la joven mata-gigantes.

Soy una Mata-Gigantes sigue la regla de Bechdel, de hecho, a muy pocos personajes masculinos se les da tiempo de página en este cómic y rara vez se los menciona. Los problemas de Barbara con Taylor obligan a la escuela a enviarla a un terapeuta, quien cree que los gigantes son la forma que tiene la pequeña de lidiar con situaciones mucho más serias. Problemas en casa y demás. Y es que a medida que las situaciones tanto en el hogar como en la escuela se intensifican, la línea entre fantasía y realidad se difuminan. Y la conclusión de la historia deja todo totalmente abierto y con satisfacción tanto para fans de los fantástico como para escépticos. Es en esta mezcla de fantasía y realidad que I Kill Giants realmente sobresale (y aprovecha el medio, donde lo fantástico es más común que lo mundano). Obra genial muy en el tono de Un puente hacia Terabithia.

La dedicación de Kelly y Nimura al proyecto se muestra en cada página. Los personajes son absolutamente únicos, tanto conceptual como visualmente. Así que no nos andemos con rodeos: Soy una Mata-Gigantes es uno de los cómics más “regalables” para jóvenes y adultos que podéis encontrar ahora mismo en librerías.

Reseña: Djinn Integral 2 (Ciclo Africano), de Jean Dufaux y Ana Miralles

Llega un nuevo integral de esta bellísimamente ilustrada serie como es Djinn. Después de cantidad de lecturas, de lecturas diarias que son un no parar, una vorágine de donde ni puedo ni quiero salir; por que es mejor que poder evadirse (y más ahora), Djinn es una opción de trasladarse a sensaciones en países que quizás nunca llegue a visitar. El caso es que fue el verano pasado cuando me topé en Norma Editorial con el primer integral de esta obra de la BD. Con sus integrales, que es como se disfrutan estas series, en mi opinión. Y aun así, muchas veces me quedo con la miel en los labios… Pues Djinn es ese tipo de cómic que te deja con el culo torcido. En fin. Que me voy… Vuelvo al tema. Decía que al tener tan lejano el anterior tomo decidí leer el primero antes de ponerme con el segundo que acaba de publicar Norma Editorial. Y con todo reciente, me encontré: on fire! Y quizás por eso mi opinión os puede parecer lanzada, osada y/o toda una serie de sinónimos de flipadez.

Con una portada que pone los vellos de punta (y otras cosas), uno ya entra con los ojos muy abiertos al cómic. Bueno, sí, está bien, lo admito, ¡soy un hombre! Estamos en un momento que uno tiene incluso que pedir perdón por su condición… Vaya tela. Bueno, el tema es que las portadas brutales casi que es algo normal en el mundo de la BD, ¿no? Y cierto es, que no son suficientes para que tras ella haya una buena historieta. Aunque algunas de ellas impliquen emoción a raudales. Uff…

Un segundo volumen integral de esta espléndida serie escrita por Jean Dufaux (Conquistador, Rapaces) y dibujada por la española Ana Miralles que lo borda. Un segundo recopilatorio que contiene nada más y nada menos que cinco nuevos álbumes (África, La Perla Negra, Pipiktu, Fiebres y El Rey Gorila) que comprende el denominado Ciclo Africano. África abre el ciclo. El principio del ciclo africano tras el denominado ciclo otomano, donde nos encontramos con los tres personajes de principios del siglo XX, ahora en forma de «trío», que a mi fe, les va como a tiro de piedra. Pero es otra piedra, preciosa esta, que desencadenará los acontecimientos del corazón en esta calurosa trama, la que cuelga de la oreja de Jade, que atrae las concupiscencias de una tribu africana; muy inquietante el tema, por cierto. Una trama bien plantada y que esperas que te “tranquilicen” en próximos álbumes. Un ambiente sensual agradable que apenas suma erotismo, pero no perdáis la esperanza…

En La Perla Negra, la nieta del ex-favorito sultán de Estambul, Kim Nelson sigue por el continente africano en busca de la perla negra que desvelará el secreto del tesoro enterrado por su abuela. Una perla que cuelga de la oreja derecha de un ídolo maligno plantado en el corazón de una región inhóspita y que solo el descendiente de la diosa representada puede arriesgarse a quitarla sin temor a la muerte.

En Pipiktu, después de un descubrimiento muy oscuro durante el desenlace del anterior álbum, seguimos a Jade, Lady y Lord Nelson, donde estos dos últimos vivirán horas muy tristes en este álbum tan inquietante como impactante.

Fiebres demuestra que se llevan adelante tres misiones simultáneas en este segundo arco y que se hace bien. O tres sub-guiones. La perla que da poder y dinero, la perla que transforma a los individuos: Jade, djinn que se convirtió en la diosa Anatku; Lady Nelson, bestia sacrificada; Lord Nelson, Pipitku; y Kim, la aventurera en la jungla africana. Una perla que da fiebre a todos y cada uno de ellos. Una fiebre que despierta la pasión de los cuerpos y los impulsos asesinos. Wow!

Cierra este ciclo El Rey Gorila. Después de varios álbumes de alta calidad, quizás este por las expectativas del titulo se me vino abajo. El escenario mola pero tiene un poderoso aire de «déjà vu» que es casi decepcionante. Y es lo que tiene crear algo tan alucinante. No siempre se puede mantener el nivel.

Ana Miralles (1959) es una dibujante e ilustradora madrileña que trabaja habitualmente con su compatriota y compañero Emilio Ruiz. Juntos firmaron el álbum erótico Cuerpo a Cuerpo (1991) que me dejó fascinado. Desde entonces, la sigo. Pero tras otros cómics leídos, para mí, no fue hasta 2001 que realmente saca su verdadero sino al despertarnos nuestras más fervorosas fantasías a través de la viñeta con su participación en Djinn. Donde da en el blanco al ilustrar los guiones dek francés Jean Dufaux.

El siguiente es el Ciclo Indio.

Deseando estoy.

Reseña: The Weather Man (El Hombre del Tiempo), de Jody LeHeup, Nathan Fox y Dave Stewart

¿No os pasa que leéis o visualizáis una historia que creéis nueva y, sin embargo, te pegas todo el viaje preguntándote por qué te suena? Eso me acaba de ocurrir al terminar este primer tomo de The Weather Man (El Hombre del Tiempo) que publica Norma Editorial y que engloba los primeros seis números de una historia que ha gustado bastante en USA por lo que he podido saber. Una de las mejores historias de Ciencia Ficción que he podido leer últimamente y eso que aún no ha terminado. Pero mucho tiene que cambiar el tema para que el argumento deje de gustarme porque estamos ante una trama que produce las sensaciones que me dejó (lo flipado) en su día en mi juventud y en el cine, el film de Desafío Total; la antigua, por supuesto, la de Arnold Schwarzenegger. Pero, ¿a eso me recuerda? No, no, creo que no. Hay algo más escondido in memory…

Recomendado por Rick Remender, Garth Ennis, Frank Quitely y Gerry Dugan y, por supuesto, por mi tito americano que hace de espía o de alerta-tsunami ante series tan chulas que podrían llegar a nuestro país; tuve que ponerme con The Weather Man (El Hombre del Tiempo). (¿De qué me suena este argumento?) Debo decir que no estaba preparado para esta obra. Con tanto rumor positivo temí que me decepcionara. Pensé que podría ser otro cómic típico de CF lleno de clichés, un debut que sorprende a los que apenas tienen bagaje lector detrás… Aunque para nada. Impactante lo que han creado Jody Leheup, Nathan Fox, Dave Stewart, Steve Wands y Tom Muller, y a las pruebas me remito: The Weather Man nos traslada a una civilización en Marte en el año 2770. Pero algo malo pasa, algo catastrófico sucede, la sociedad… Bueno, entra en escena Nathan Bright, el meteorólogo. Lleno de carisma y encanto, y el amor por su amado perro, que no puedes evitar que te guste Nathan. Pero las cosas se ponen patas arriba cuando un grupo de “señores” armados aparecen disparando contra Bright, dejándonos con el final de un primer número con eventos que no sabes muy bien por donde coger. Un primer número potente que provoca que quieras saber más y no sueltes el tomo.

Lo dicho: el lugar, Marte, el año, 2770. Una catástrofe inexplicable ocurrió en la Tierra y ahora todo lo que queda de la raza humana vive en Marte. La moral está baja y la gente necesita distracciones de la terrible realidad que les rodea. Bright es el meteorólogo matutino más popular del planeta rojo y está más que nada para distraer a la gente de sus problemas. También acaba de tener una cita que se arruina por la llegada de varios tipos cargados de balas hasta los dientes. Es algo diferente. A Nathan no le suele pasar que le arruinen una cita, es la celebridad de moda al que la mayoría de las mujeres ven como ponerse un pin en la minifalda. A pesar de esto, Nathan es un tipo básicamente decente si se ignora su total falta de ética laboral, su borrachera constante, su superficialidad, su pobre higiene y la falta de escrúpulos con respecto a su trabajo. Por lo general, le cae bastante bien a su perro. Aunque desafortunadamente su perro no podrá salvarlo ahora que ha sido acusado del asesinato de casi todos los habitantes de la Tierra.

Me cautivó el ritmo frenético y la excelente escritura de Jody Leheup. Me impidió mirar cualquier cosa fuera del viñetario que tenía delante. Secuencias bien representadas con el estilo artístico agradable de Nathan Fox. Sé que es un cliché comparar cualquier tipo de distopía futurista con Blade Runner, Cowboy Bebop, Desafío Total y demás. Pero The Weather Man se aprovecha de esa estética “cercana” y catastrofista de visión de cómo aparecerían las futuras ciudades de Marte y mola. También tiene un toque Aeon Flux en la coreografía de las escenas de acción, donde los colores de Dave Stewart lo bordan. Me gustó de la historia la profundidad en la trama que se va consiguiendo con cada número. Cuando llegas al sexto capítulo no queda otra que pensar que esta primera parte ha sido una montaña rusa de emociones. Una miniserie que guarda todo lo chungo para el final.

Acción emocionante y visceral, sientes cada golpe y… No voy a desvelaros nada más de la trama como podéis ver. Me encantó. Ahora que lo pienso…, creo haber escrito un relato hace años muy parecido y…, quizás, de eso me suena.

(Maldita sea)

Reseña: El Loto Carmesí, de John Arcudi, Mindy Lee y Michelle Madsen

Hacia tiempo que no me ponía con algo de los mundos creados por Mike Mignola, de los que salen (y seguirán saliendo) cantidad de spin-offs. Historias alternativas que tienen ubicuidad en este sendero de magia negra, pactos con el diablo y seres aberrantes del submundo que quieren tener cada  vez más presencia en la Tierra. Un mundo muy Lovecraft del que poco se habla pues, en mi opinión, Mignola ya ha sabido separar bastante bien sus creaciones de todo lo creado por el terror primario que proponía el de Providence. No obstante, la obra que os traigo hoy ni siquiera es de Mike Mignola. Es más, el maestro, ni siquiera sale en los créditos como alegato a haber participado en algo de lo que se cuenta en El Loto Carmesí. Aunque dudo mucho que no le haya echado un ojo… Esta historia es de John Arcudi.

John Arcudi (Abe Sapien, A.I.D.P) es un guionista de cómics estadounidense conocido por su trabajo en The Mask pero, sobre todo, en A.I.D.P. (Asociación para la Investigación y Defensa Paranormal / B.P.R.D en USA), el titulo hermano de Hellboy. Lugar donde obviamente se hizo íntimo de Mignola. Se considera muy fan de Edgar Rice Burroughs y William Faulkner y eso en su trabajo se nota. En El Loto Carmesí es el encargado de contarnos los orígenes de la principal enemiga de Bogavante Johnson; otro personaje de este mundo del que no me pierdo una sola aventura y al que deberíais echar un ojo si estáis leyendo esto. Pues, antes de convertirse en el mayor adversario de Bogavante Johnson, el Lotus Carmesí fue una niña que se vio envuelta en la Guerra Ruso-Japonesa. Treinta años después, Lotus aún tiene rencor en su interior como para seguir jurando venganza eterna contra las potencias internacionales. Y dos espías intentan ir a por ella en territorio chino antes de que cantidad de gente inocente (o no) se conviertan en moscas en su telaraña.

Pese al género negro o de novela de espías que promueve El Loto Carmesí, diría que esta recopilación de los siete números que comprendieron esta miniserie y que publica la siempre recomendable Norma Editorial; diría, que tenemos aquí un thriller conspiranoico sazonado con temas sobrenaturales. En el Universo de Hellboy (mundos donde se meten estas historias como podéis ver anunciado en la portada del cómic), un elemento básico para la creación de dicho universo son estas miniseries one-shot que tan buen sabor de boca dejan. En esa amplia existencia, también son comunes las historias de origen y precuelas. Ya he disfrutado de chuladas como El Origen de la Llama Negra (Rise of the Black Flame, 2016), Rasputín: La Voz del Dragón (The Voice of the Dragon, 2017), Koshchei, el Inmortal (Koshchei the Deathless, 2018) y ahora nos llega El Lotus Carmesí (Crimson Lotus, 2019). Cada una de estas historias nos adentran en territorio inexplorado, visitando épocas que nunca antes habíamos visto, presentando personajes que nunca antes habíamos conocido. Guiones, que son una nueva astilla en ese árbol centenario que implica la construcción de este enorme mundo. Incluso cuando se trata de personajes familiares, como Trevor Bruttenholm en La Voz del Dragón, los vemos en un período de su vida diferente al que realmente los conocimos. A menudo, hay mucho que presentar y a veces, estas historias luchan bajo el peso de ello, especialmente, en momentos que intentan reforzar las conexiones con el Universo Hellboy en su conjunto.

Una cosa que me sorprende es (por que algunos lectores de cómics tienen mucha prisa en su vida y apenas se paran a leer lo que tiene en la punta de la nariz), que ciertos seguidores de Hellboy tardan en darse cuenta o les están pasando desapercibidos estos títulos. Algunos tan indispensables de leer que casi cualquier arco del Chico Infierno. Sé que suena comercial, pero estas obras (supongo que parte de la cabeza de Mignola) están elaboradas de tal forma que tienes que leerlas todas para que en tu cabeza de chorlito se componga el mismo puzzle. O me da que nunca se completará al cien por cien. Es cierto que al entrar en El Loto Carmesí hay muy pocos personajes familiares a los que aferrarse, más que cualquiera de los otros títulos mencionados anteriormente. Y es por que Arcudi parece disfrutar de lo distante que parece al principio su guión. Mas, cuando has leído bastante del tema sabes que es un universo circundante, hasta el punto de que el tejido conectivo es casi accidental en ocasiones. Y esas nimiedades, seguramente, algún día se desarrollarán.

En términos de cohesión visual, el arte de Mindy Lee (Bounty, Bitch Planet) encaja perfectamente con el Universo Hellboy. Pude ver su trabajo molando mucho cuando trabajó con Gabriel Bá. Unas ilustraciones que tienen ese no-sé-qué que gustan. En El Loto Carmesí, también me encantan los colores potentes de Michelle Madsen (Cazador de Brujas). La forma en que complementan el trabajo de Lee. Y es eso, en su conjunto, El Loto Carmesí es un nuevo y emocionante thriller del Mignolaverso.

Reseña: Corto Maltés en Siberia, de Hugo Pratt

Una de las aventuras que más me ha impactado de Corto. Luego, me entero que es de las consideradas de culto. Este viaje a Asia alterna entre acción y encuentros con numerosos y carismáticos personajes, en particular, con Rasputín (mi favorito), obra donde se percibe claramente que Hugo Pratt estaba entonces en la cima de su carrera. Su dibujo es magnífico y algunos planos son simplemente joyas de la ilustración.

Norma Editorial recién edita este titulo del marino/detective clásico. Corto Maltés en Siberia rastrea el viaje de Corto, entre 1919 y 1920, que le llevó desde Hong Kong a la tundra siberiana, pasando por Manchuria y Mongolia, con la idea de apoderarse del tesoro imperial ruso que llevaba oculto un famoso tren blindado. Una aventura llena de giros o vueltas de tuerca, rica en sorpresas al lector y con personajes importantes en primer plano. Un álbum trepidante donde la acción es omnipresente. Muchas escenas épicas (los ataques del tren), héroes extraordinarios (Baron von Ungern-Sternberg, Changaï Li, Duchess Marina Séminova…), paisajes soberbios, humor (gracias a Rasputín): en resumen, una de las aventuras indispensables, de las mejores (para mí la mejor) de la colección de Corto Maltés.

Pese a mis halagos, mi tito americano (este que os cuento que me instruyó/instruye en cómic europeo), me dijo una vez: «¡No es el mejor Corto para mí! Demasiados personajes y nombres diferentes que hace que sea bastante difícil de entender la historia». No estoy nada de acuerdo. Los diseños son chulísimos y respecto al enorme elenco… ¿Os parece lioso Juego de Tronos pese a la cantidad de personajes que tiene? El que haya leído los libros, dirá que para nada. En las obras bien escritas y descritas, esto se lleva bien. Cuando algo es interesante para ti provoca que te inmiscuyas y te guste cada detalle. Y los toques de humor entre Corto y Rasputín en este álbum son delirantes. Y en eso mi tito me tuvo que dar la razón.

A través de una región devastada por la guerra y la violencia (noreste de Asia), Corto Maltés vive una aventura donde se entrelazan disparos, cuchilladas y más disparos. Donde hacen su aparición personajes atípicos, llenos algunos de crueldad y otros de romanticismo. El más extraño, el del barón Von Ungern-Stenberg, el más extraño de todos por ser un personaje histórico real. Que insisto, muestra la crueldad del hombre y el caos de toda una región, pero sobre todo la codicia bien descrita en el que es, en mi opinión, el mejor álbum de la serie leído hasta ahora.

Tras Las Célticas (https://www.cronicasliterarias.es/?p=1844), llega el correspondiente sexto titulo de esta gran colección que -y esto es algo que digo mucho por que no todo el mundo lo sabe-, son álbumes totalmente independientes. Un cómic que nadie debería perderse ahora que Norma Editorial está recuperando en orden cronológico todas las aventuras del gran clásico de Hugo Pratt. Todo un hito del noveno arte disponible ahora en dos espectaculares ediciones a color y en blanco y negro. Tú decides.

Corto Maltés en Siberia es una obra maestra y una pieza clave en la biografía del marinero de Malta. Un álbum grandioso, una aventura magníficamente contada donde se nos traslada de forma magistral a la frontera entre China y Rusia, una Rusia sacudida por las convulsiones del proceso revolucionario que está acabando con el imperio de los zares.

Cuentan que la importancia de la representación de los trenes en esta historia lleva al autor a buscar la ayuda de su amigo, el diseñador Guido Fuga, que también era responsable del diseño de aviones y armas pesadas. Esta primera colaboración, será seguida por muchas otras para los siguientes álbumes… Y es que Corto Maltés en Siberia se centra de algún modo en la abdicación (15 de marzo de 1917) del zar Nicolás II, cuando Lenin y Trotsky derrocaron al actual gobierno con la famosa Revolución que estudiamos en los libros de Historia. Un periodo movido que removió los cimientos de toda Europa y donde tuvieron lugar (seguramente) hechos como los que se cuentan en este volumen.

Reseña: Perceván (Integral 1), de Jean Léturgie, Xavier Fauche y Philippe Luguy

Leí una historia (solo una) de Perceván en mi juventud que me gustó mucho. Pude tomar prestados los primeros catorce álbumes de la serie de la Biblioteca Pública donde vivía y recuerdos grandes momentos lectores agradables. Perceván es, sin duda, una saga dirigida a jóvenes, bastante bien labrada, que me hizo pensar y recordar otras maravillas similares del cómic europeo como Johan y Pierluit. Pero aquí tenemos un ambiente mucho más oscuro. Que volvamos a tener a Perceván en nuestras vidas no es otra cosa que una prueba de las gordas de la Edad de Oro del cómic en cuanto a publicaciones que estamos viviendo. Que se recuperen obras que marcaron la infancia de uno en volúmenes integrales y en tapa dura de tacto glorioso en esta ocasión, me parece alucinante.

La disponibilidad de una joyita del noveno arte a un paso.

Perceván fue una serie de cómic franco-belga creada por Jean Léturgie y Xavier Fauche y dibujada por el gran Philippe Luguy para la revista Gomme! en 1981. Una serie fantástica-medieval recomendada muy-mucho para el público juvenil. Sin embargo, tiene ese extraño don de atrapar a lectores adultos, don que muy pocas sagas tienen. Las diferentes aventuras que vivimos con el personaje suelen poseer ese intrigulis que te mantiene atrapado y donde ya os adelanto que sus dos grandes historias (para mí) son La Tabla de Esmeralda y El Séptimo Sello. Las espero con ganas.

Una serie de aventuras que se desarrollan en un mundo medieval donde la magia y los seres fantásticos son habituales. Este primer integral que nos trae Norma Editorial engloba los tres primeros álbumes de la serie: Las Tres Estrellas de Ingaar, El Sepulcro de Hielo y La Espada de Ganäel, y con un buen articulo de introducción para el que no sepa nada de nada de la serie del critico y divulgador de historietas Antoni Guiral. Un cómic que comprende un enorme mundo fantástico con cantidad de personajes. Perceván: El prota, un valiente chico de melenas pelirrojas. Kervin: Bufón y juglar amigo de Perceván que siempre tiene hambre. Guimly: Pequeño animal de la raza de los simlusnanus que acompaña a los protagonistas. Balkis: Bruja de la que Perceván está enamorado. Altaïs: Bruja hermana de Balkis. Shyloc’h: Sirviente de Balkis de aspecto repulsivo. Sharlaan: Uno de los más grandes magos de este mundo. Piedramuerta: Barón que desea poder y riqueza. Polémic: Sirviente del anterior. Ciensinfus (Cienciencias): Mago que busca y ansía cuanto más poder mejor… Y más. Mencionar que algunos de estos nombres los pongo como los conocí yo.

Un bello mundo creado donde todos los argumentos son posibles. Las Tres Estrellas de Ingaar (1982) cuenta la leyenda que quien encuentre esa tres estrellas y las ponga en su corona obtendrá poder y riqueza. Al escuchar estas palabras, el barón Piedramuerta aspira a tener en sus manos este poder. Acompañado de su alma maldita Polémic, va en busca de los dueños de estas estrellas. El primero al que roban, para su desgracia, es el caballero Perceván, el cual se lanza en su persecución.

El Sepulcro de Hielo (1983) cuenta como siguiendo sus designios por el poder, Piedramuerta, flanqueado por su fiel Polémic, conquista la tierra de Ingaar (Noruega) y sus magníficos fiordos. Perceván y Kervin, aún persiguiéndolos, tienen toda la intención de frustrar sus planes y recuperar las estrellas robadas.

El último álbum del que se puede disfrutar en este primer integral es La Espada de Ganäel (1983). Cuenta como en busca de un amigo de la infancia, Perceván lleva a Kervin a un viaje por las Tierras del Miedo. Unos terroríficos jinetes negros oprimen a los aldeanos, una terrible bestia aterroriza a quienes se aventuran en el bosque y siniestros cuervos parecen espiar a los viajeros. La aventura más «tolkienana», sin duda. Pero donde un castillo cuyo amo posee una espada que simboliza los poderes del mal es un maestro que parece conocer muy bien a nuestro protagonista.

Un humor redundante, un tono apocalíptico que aparece en casi todos los álbumes, una serie realmente entretenida, bellamente ilustrada… No sé que se puede pedir más, la verdad.

Reseña: Infiel, de Pornsak Pichetshote, Aaron Campbell y José Villarrubia

Cómic de Terror, ladies & gentleman, vamos con más de lo bueno. El pasado mes Norma Editorial publicó Infiel (Infidel), una de esas historias hechas para los que le encantan pasar miedo, o al menos (según tú y tu irracionalidad), lo intentan. Además, es un titulo que vale para corroborar un tema que suelo hablar con lectores constantes, esos mismos que se quejan tanto como yo de que se publica poquísimo Terror literario en nuestro país. Insisto en mi teoría y la expongo ya como una máxima:

El mejor Terror escrito

nos está llegando en formato cómic.

Una prueba fehaciente de ello es Infiel, el cómic de Pornsak Pichetshote, Aaron Campbell y nuestro paisano muy norteamericano José Villarrubia; otro trabajo donde lo borda, por cierto. Dicen que la diversidad es la sal de la vida, y yo alego que sin terror o miedo no estaríamos aquí hoy en día tan poderosos como nos sentimos. A lo largo de mis años como lector y entusiasta de novelas gráficas y libros de literatura fantástica que tratan los tres grandes géneros en el que me desvivo por leer buenas historias de Terror, me he topado con cantidad de argumentos que se limitan a adaptar clásicos o derivan de guiones fílmicos que sí fueron originales. Novelas gráficas escritas por hombres y mujeres, ideas gráficas elaboradas por afroamericanos, caucásicos, hispanos, chinos, indios, etc. Miedos que parten del interior de nosotros, los seres humanos. Dentro de este enjambre hay una parte de la colmena donde se ubican los que dan vida a algo en lo que no habíamos pensado. Algo original. Esa es mi eterna búsqueda del Santo Grial. Por eso no descanso hasta ponerme con un titulo que lo proponga, al que yo al abrir la primera página le diga: «Por favor, asústeme, me encanta pasar miedo. ¡Métete en mi cabeza!». Haz que me pregunte sobre la procedencia de ciertos ruidos en la noche o porqué en el lugar donde trabajo, oigo pasos en un pasillo en el que no hay nadie.

Una mezcla de todos estos conceptos se juntaron al leer Infiel, de Pornsak Pichetshote (un autor y director de cine tailandés-estadounidense), que con su guión provoca que te preguntes por qué la gente piensa que mudarse a una casa antigua es una idea espléndida. Un tema que engloba a todo ser humano, por el que tiene que pasar, da igual raza, género o religión. Pues en el Terror (para el dolor de Drácula), todos estamos en el ajo. El miedo no hace distinción.

Infiel es la historia de Aisha, una mujer musulmana-paquistaní-estadounidense, que vive en Nueva York con su prometido, Tom, un simpático hombre católico caucásico y su hija de un matrimonio anterior. Las cosas se vuelven económicamente difíciles para la pequeña familia (¿el desencadenante?), por lo que se mudan a un apartamento con la devota madre católica de Tom. Los choques culturales y de edad son inevitables, pero lo cierto es que Aisha se esfuerza mucho por suavizar las cosas y encontrar puntos en común en el nuevo hogar que ahora es su casa. Los escalofríos llegan cuando Aisha descubre que el complejo de apartamentos donde ahora vive fue una vez el punto focal de una masacre estilo Amityville. Un lugar “infiel” lleno de poltergeists, tensión racial, fantasmas, malentendidos religiosos, posesión demoníaca, xenofobia, una puerta al Infierno, en toda regla. Entonces, ¿qué podría salir mal?

Uno se identifica fácilmente con las experiencias de Aisha. Yo que a mi edad he trabajado en cantidad de sitios desolados a los que no quiere ir nadie -y mucho menos pasar la noche-, todo suma si los demonios aterradores que sobrevuelan nuestra mente, se hacen contigo. Historias gráficas así pueden ser todo desafío al ser leidas en sitios así. ¿Masoquismo? ¿La locura a un paso? «¿Por qué pasarlo mal?», dicen los que no quieren ir al cine a ver una peli de Terror cuando, en realidad, su pulso acelerado dice que lo pasaron bien, pasándolo mal. Que amo el Terror y punto, friends. En todas sus formas de expresión. Para mí, confirmar que hay alguien al otro lado, no es otra cosa que evidenciar que nuestra existencia se alarga de alguna forma. Para bien o para mal.

La lectura de Infiel provocó que me levantara más de una vez de la silla.

Reseña: Zaroff, de Runberg y Miville-Deschênes

En ciertos foros de cómic europeo que visito, no creo que haya puesto cinco estrellas de forma tan rápida tras terminar de leer un cómic. Pero aquí está, no pude resistirme a este álbum que de algún modo me trasladó a recuerdos “estimulantes” de mi juventud. De hecho, una de las películas más duras que recuerdo haber visto de muy-muy joven en el sofá y junto a mi padre (que nunca tuvo reparo a que me enfrentara a las peores situaciones en 35 mm); fue una película del polifácetico cineasta Shoedsack la denominada The Most Dangerous Game, una película de acción y aventuras de la época pre-code que se basa en la novela homónima de Richard Connell, y que curiosamente años después me enteré que se rodó completamente en los mismos escenarios donde un año después se filmaría la clásica King Kong. La clásica eh, que os estoy hablando de un film en blanco y negro de 1932… Uff, ¿no? Jajaj.

Que os decía, que el recuerdo es tan vivo en mí de esta película, una obra maestra del cine fantástico de la que cosas como querer ver más cosas (Papá, papá, venga, por favor…) que la semana siguiente vi Frankenstein y, por supuesto, la comentada King Kong, de James Whale. Porque mi padre (como si la cosa no fuera con él) preparó una especie de cine-club en casa gracias al videoclub que teníamos cerca y a nuestro estrenado aparato VHS de los que éramos pioneros en todo nuestro vecindario. Mi padre me estaba proponiendo un ciclo de películas fantásticas de la década de 1930. A mí, que podría tener unos seis o siete años. Por lo que puedo decir que mi educación cinematográfica empezó con esos tres grandes clásicos, del que me encantó El Juego Más Peligroso (The Most Dangerous Game) que en francés se llamó Les Chasses du comte Zaroff y que fue filmada en 1932.

Esta película poseía innegables cualidades artísticas y técnicas en las que el entorno brillaba y estaba espléndidamente creado. Su trasfondo gótico, los pantanos brumosos y el denso bosque, constituían una atmósfera hostil y angustiosa, que trasladaban a cualquiera con palomitas en el regazo, a la aventura. Mostraban a un personaje que encandilaba, Zaroff, un aristócrata refinado y cruel en el 99 % de los casos, que a partir de aquí se convirtió en un hito que inspiró varios remakes fílmicos. Citaré dos (obviamente, mi padre los buscó rápidamente), películas otra vez de interesantes cualidades pero más recientes en el tiempo: Los Cazadores, película hispano-suiza de 1974 que revisita el mito de una forma más bestial y mucho más violenta, y del mismo año, La Condesa Perversa, película francesa pero del español Jesús Franco, el maestro del erotismo que lo mezcla con el horror; donde la condesa cazaba vírgenes desnudas en su isla, una película donde mi padre dijo a los pocos minutos de visualizarla: ¡Eeeeeh…, chep, chep, chep! Y tuve que esperar a hacerme mayor para terminar de verla.

Después de esta lección de historia del cine, hablemos del cómic de Runberg y Miville-Deschênes que acaba de publicar Norma Editorial en un genial álbum en tapa dura. Qué decir. Fácil. Encantado y con el corazón marcado desde mi infancia con el malvado Zaroff, me encantó por completo este homenaje a uno de los villanos menos conocidos entre el público actual o no amante del cine clásico de aventuras. De hecho, para todo aquel que le haya gustado lo que he contado sobre dichos films y el tema les quede algo lejos o les de pereza, debe saber que Zaroff, este ejemplar de NormaEditorial, hace una extrapolación de aquella mítica película y la adapta fielmente como cómic pero con un toque chulo, ya que Runberg imagina lo que sucedería tras la película, por lo que es una extensión interpretada libremente que provocará que quieras ver el film finalmente… Jajaj.

Runberg crea una historia atractiva que además resume la película en las primeras páginas en una especie de tono oscuro, lo que permite comprender la cronología de los hechos precedentes antes de enfrentarte a lo nuevo. Un álbum que es poderoso, sobre todo, por el dibujazo de Miville-Deschênes que tuve la oportunidad de admirar su trabajo en el pedazo de integral Reconquistas que también se marcó Norma Editorial. Otro cómic recomendado desde aquí del tándem Runberg-MD. En Zaroff encontramos un dibujo suntuoso y llamativo en el que es muy importante el color, que también aporta este hombre, por cierto. Fondos hiper-consistentes que le dan una fuerza increíble a la historia, hasta el punto de volverla inmersiva.

El escenario de esta isla malvada formada por una jungla exuberante, enfrentamientos y animales salvajes, todo esto forma un universo extraordinario y fantástico que lleva a un trama bastante pulp. Imágenes que hacen referencia a las geniales novelas de aventuras del siglo XIX, en una historia que retoma la película con dos grupos de cazadores que se cazan entre sí. Y cada uno de ellos tan psicópata o más, que el otro.

Un álbum sensacional que apela a la nostalgia fílmica del buen cine de aventuras.

Reseña: Myrddin, de Jorge García y Gustavo Rico

Jorge García y Gustavo Rico se han unido para crear una novela gráfica con una trama principal que ha sido contada en cantidad de ocasiones, aunque no desde la perspectiva de la Ciencia Ficción. Es decir, la revisión del mito artúrico como nunca antes se había visto. De hecho, si os dijera la pregunta-premisa que fue lo que me enganchó a leerlo, quizás os pase lo mismo: ¿Qué pasaría si Merlín no fuera humano? Vamos a ver, que no fuera…, ¿y si fuera un ente extraterrestre que llega a la Tierra con un extraño secreto y se inmiscuye entre los de nuestra raza con un curioso objetivo? En una época donde aún persisten los poderosos linajes, los guerreros, reyes y sabios… ¿Y si este ser que se hace llamar Myrddin conviviera, aconsejara y ayudara al Rey Arturo y a su hermana Morgana gracias a la tecnología que maneja? No me digáis que no es una sinopsis cuando menos atractiva. Tenemos aquí una revisión o una relectura a la enorme trama histórico-fantástica, a todo lo que rodea a la excelente historia pilar de Excalibur.

Bien, pues Jorge García y Gustavo Rico hacen lo propio en este cómic, o más bien, novela gráfica. Un interesante prólogo de Sagar Forniés (ilustrador, director artístico y escenógrafo español muy amante del mito), ya nos advierte de inicio que la obra que nos disponemos a leer, elude bastante bien los preceptos clásicos de la literatura clásica y la convierte en un filtro del glam-rock (???) con un dibujo y color impactante.

Muy de acuerdo, con este señor.

Y así conocemos a Myrddin, que es un ser diferente, pero no extraterrestre, ni alienígena… Espera, espera, ¿o sí? De Merlín viste pero es otra cosa, de eso no me cabe duda. Un ente, casi un espectro, que no solo interactúa con los protagonistas de la trama. También con el lector. Jorge García me ha parecido un genial guionista capaz de crear una interrelación extraña mientras vas leyendo el cómic. Arturo, Morgana, Mordred, Ginebra, Lancelot son de algún modo diferentes a los personajes clásicos que uno tiene en mente, pero tienen un no-sé-qué interesante que provoca que quieras saber más de ellos. Con lo que García provoca una lectura diferente creando diversas tramas que empiezan a entrecruzarse a ritmo vertiginoso, y cuando te quieres dar cuenta, has llegado al final. Y eso deja una sensación extraña…

Como he oído por ahí, si que es cierto que mezclar Ciencia Ficción y Fantasía no suele ser plato de buen gusto. Como decía mi abuela: «Azul con verde, muerde». De los tres grandes géneros del fantástico son quizás la mezcla más “dolorosa”. La más difícil de llevar a cabo sin llevarse algún tomatazo. Pero si se consiguen poner límites en ciertas grietas como hicieron aquí Jorge García y Gustavo Rico, la historia sale adelante sin problemas y se convierte en una novela gráfica a la que unos cuantos de ustedes debieran dar una oportunidad. Y más sabiendo (aún me fustigo por no haber estado al tanto) que Myrddin era considerado uno de los cómics más esperados del año y ya está aquí. Un tandem tan potente como el de García y Rico -tras la genial Los Dientes de la Eternidad-, no era para menos.

¿Y qué cuenta? Prefiero que lo descubráis por vosotros mismos. Aunque ya estáis al tanto del ochenta por ciento de la trama, seguramente. Pero a eso sumad algo tan eternamente atractivo para vosotros lectores del fantástico como historia, leyenda, tecnología y viajes en el tiempo en una trama oscura, afligida, casi melancólica…, de una realidad en la que se nos cuenta de algún modo el auge y caída de Camelot.

Una obra caprichosa, original, digna de aplauso por lo diferente. Norma Editorial como siempre apostando por los mejores autores patrios, poniendo a su disposición su potente gama editorial, cosa que provoca mis aplausos.

Una de las grandes apuestas, muy digna, que merece ser apoyada por todo lo que concierne. Páginas que destacan trama, dibujo y edición. ¿Cómic del año? Veremos. Pero buen ejemplo de perfecta sincronización.