Stefan Zweig fue uno de los escritores más famosos del mundo durante las décadas de 1920 y 1930, especialmente en USA, Sudamérica y Europa. Escribió novelas, obras de teatro, biografías y artículos periodísticos. Zweig estudió en Austria, Francia y Alemania antes de establecerse en Salzburgo en 1913. En 1934, obligado al exilio por los nazis, emigró a Inglaterra y luego, en 1940, a Brasil pasando por Nueva York. Al encontrar una creciente soledad y desilusión en su nuevo entorno, él y su segunda esposa terminaron suicidándose.
Stefan Zweing siempre ha sido uno de esos autores de la Europa del este que me han atraído por su singular forma de pensar. Pienso que el interés de Zweig por la psicología y las enseñanzas del que llegó a ser íntimo amigo como fue Sigmund Freud, le otorgaron un poder explícito para crear cierta cantidad de obras características, especialmente sutiles a la hora de representar a personajes. De hecho, para mí, es una lectura obligada si quieres aprender -como escritor- a crear algunos de ellos. Personajes que no se olvidan. Para que os haáis una idea los más modernos, sus obras sirvieron de inspiración para el film The Grand Budapest Hotel, aquella comedia de 2014 escrita y dirigida por Wes Anderson, que con reparto espectacular en el que está Ralph Fiennes, relata la historia del conserje de un prestigioso hotel europeo que se une a uno de sus empleados para demostrar su inocencia después de ser acusado de asesinato.
Miedo es una novela corta nacida claramente de la teoría psicoanalítica. Me sugirió un guiño a los conceptos de Carl Jung en su desarrollo y resolución. Las preguntas son: ¿Quién es realmente esta Frau Irene Wagner? ¿Una simple socialité burguesa, una Madame Bovary, que decide cometer un pequeño adulterio por aburrimiento con su rutina matronal establecida? ¿Una hedonista que busca ese escalofrío extra de placer? ¿Una ama de casa neurótica que intenta escapar del horrible destino de las relaciones sin sentido aparente? ¿O tal vez una perra egoísta? ¿Qué motivación fundamental se esconde detrás de su comportamiento? Si continuamos hablando de Psicología, Frau Wagner es, sin duda, lo que Carl Jung llamó una introvertida objetiva. Vive principalmente en su cabeza, como lo indica la escasez de diálogo a lo largo de toda esta historia que ha publicado nuevamente en nuestro país Hermida Editores. Un personaje que se define por las opiniones de la gente. Ella se amolda a esta sociedad, como lo hace a las expectativas que su familia tiene de ella. Incluso sus hijos pueden ordenarle que no se desvíe de sus expectativas en cuanto a su cuidado pero… Frau Wagner se disocia en dos yoes separados, de modo que “todo lo que había pasado y se había olvidado ya no era su crimen en absoluto, sino el de otra mujer a la que ella misma no podía comprender y en cuya mente ya ni siquiera podía entrar”. De hecho, cada aspecto de su personalidad se siente culpable del otro.
Adaptarse a las exigencias de un mundo al cual no desea pertenecer.
¿Os suena?