Esta historieta pretende contarnos las tribulaciones de la investigación soviética sobre la muerte de Hitler, en un contexto de rivalidad entre dos servicios secretos enemigos: el NKVD (que más tarde se convertiría en la KGB) policía secreta encargada de la seguridad interior y exterior, dirigida por Lavrenti Beria; y el SMERSH. organización creada desde cero por Stalin en 1943, encargada del contraespionaje militar, dirigida por Viktor Abakumov. Y es cierto que el SMERSH estaba oficialmente a cargo de la investigación sobre la muerte de Hitler, y que el NKVD intentó por todos los medios ponerle fin, pero puede crear controversia que este cómic de Jean-Christophe Brisard, recién publicado por Norma Editorial, apoye la tesis de que Beria se juega la vida en este asunto, lo cual fuera, en realidad, muy poco probable.
Pero lo que es más problemático es que Hitler ha muerto mezcla épocas para hacerlo todo más creíble: Beria, por ejemplo, se ve liberado de la responsabilidad del NKVD en favor del diseño de la primera bomba A (incorrectamente calificada como bomba H en la historia) durante el conferencia de Potsdam (julio de 1945), una especie de desgracia. Sin embargo, en realidad, a priori, no existe una relación de causa y efecto entre la desgracia real (aunque temporal) de Beria y la investigación sobre la muerte de Hitler. ¿Estamos ante una total ucronía entonces? Si te la tomas como tal, a sabiendas que ciertas cosas no ocurrieron tal que así, entonces sí que disfrutarás de este álbum de cómic europeo. En su día me pasaron La muerte de Hitler en los archivos secretos de la KGB, del mismo autor. En este ensayo, con la ayuda de Lana Parshina, Jean-Christophe Brisard investigó lo que sabían los rusos en 1945 sobre la muerte de Hitler y qué fue de su cuerpo. Esta investigación es fascinante, así que quizás por eso cogí tan encantado este título para reseñarlo. Por lo que encantado de profundizar en la adaptación al cómic realizada por el propio periodista.
Cómic donde seguimos a dos equipos y dos investigaciones sobre la muerte de Hitler llevadas a cabo por dos organizaciones de espionaje de la antigua U.R.S.S. Donde tenemos una lucha fratricida que se desarrolla ante nuestros ojos donde todo vale. El objetivo de cada organización es cumplir su misión para que su líder pueda brillar con Stalin y para que la gloria se refleje en ellos a través del flujo… El contexto del fin de la guerra también queda bien representado con los abusos cometidos por los soldados rusos o el intercambio de información fragmentaria entre los aliados.
El dibujo de Pagliaro encaja bien con la historia. Algunos de sus personajes tienen «bocas» y al instante sentimos simpatía o antipatía por algunos de ellos. Una cosa raruna de este cómic es que casi todas las viñetas de uno de los títulos están afectadas por una especie de semicírculo negro, dando la sensación de que ondas atraviesan el espacio y eso llega a calar el alma lectora sobremanera. Francamente, no entiendo el objetivo de esto en uno de los álbumes pero me afectó. Pero lo que sí tengo claro es que Hitler ha muerto hará las delicias de todos los aficionados al cómic histórico y/o a las investigaciones policiales elaboradas en grandes contiendas de nuestra historia bélica.
Amantes de la 2GM, deberíais conocer esto.