Los Vigilantes (The Watchers), de A. M. Shine comienza rápidamente, con la sección inicial siguiendo a un marido y una mujer que, en busca de aventuras, dan un paseo en coche por las tierras perversamente encantadoras de Connemara, en el oeste de Irlanda. Los acontecimientos de este viaje marcan un viaje intenso a lo que se suma la descripción del escenario…
Y así durante toda la historia. Una novelita de trescientas y pocas páginas que no hace falta decir que me enganchó. Para luego conocer a nuestra MC, Mina, quien junto con un copiloto inusual, una hermosa cotorra dorada, también viaja por esas mismas tierras salvajes. Y es que Mina está intentando ganar dinero rápido. Debería ser fácil entregar el loro de forma segura a su nuevo dueño. Sin embargo, cuando su coche se avería en la carretera abandonada, su tarea de repente se vuelve de todo menos fácil. Por lo que Mina sale del coche con el pájaro y busca ayuda…
Los bosques son bastante espeluznantes, pero los gritos de fondo lo hacen todo mucho peor.
Sin señal de teléfono móvil ni idea de dónde está, Mina tiene que seguir adelante. No se sabe cuánto tiempo podría tardar otro automóvil en pasar por allí. Hasta que finalmente se encuentra con una mujer que le grita y le hace señas para que entre en un búnker. Asustada por el entorno, el frondoso bosque y la oscuridad, Mina hace lo que le dicen y entra al refugio. A partir de ahí, queda cautiva de ese espacio aparentemente seguro. Un rehén de lo que acecha más allá de los arbustos…
Si esperas respuestas rápidas a esta trama, no las tendrás. Sí. Es la típica historia que pone nervioso/a por una situación simple que nos podría pasar a cualquiera, y a partir de ahí todo es terror psicológico ante el miedo de no tener ni puñetera idea de lo que está pasando. Por eso parte del éxito de esta historia es la forma en que Shine genera esa sensación de incertidumbre e inquietud. La cabeza te da vueltas desde el primer momento en que Mina entra al refugio. Sabes que la ha cagado de algún modo. Y sabes que aquel lugar es todo menos refugio. ¿O estamos equivocados?
¿Y qué diablos estaba pasando? Los otros residentes del refugio, Madeline, Daniel y Ciara, parecen haber estado allí desde hace un tiempo, pero cuánto tiempo no está nada claro. ¿Y qué los observa? ¿De qué tienen miedo? Con el paso de las páginas nos centramos más en los personajes y en sus interacciones forzadas en el pequeño refugio. Una parte de mí sintió que eso pudo haber sido intencionado por parte del autor. Quizás como una forma de adormecer al lector y darle un poco de complacencia, porque justo cuando olvidas el peligro que corren estos personajes, vuelve a asomar su fea cabeza y ese miedo y suspense regresa. Sin embargo, incluso con este cambio de ritmo, todavía sigues intrigado y comprometido en descubrir cuál es la verdad. Y al final la novela toma una dirección que no esperas.
Una conclusión que me pareció inteligente a la vez que inquietante.
Una muy buena historia que veo normal que la familia Shyamalan se haya encargado de llevarla al cine. Se estrena en junio. Papá Michael Night Shyamalan (El sexto sentido, El Protegido, Señales, El bosque…) a la producción y su hija Ishana Shyamalan a la dirección. Ganazas de ver en pantalla esta genial y sólida historia de terror popular irlandés. Y maravillosa siempre Nocturna Ediciones publicando estas joyitas de Terror.