Reseña: Windhaven, de Lisa Tuttle, Elsa Charretier y George R. R. Martin

Divertimentos, historias, libros, films, series… Hoy en día tenemos mucho donde elegir y casi que en el formato que nos apetezca. En ti está hacerlo como te plazca y como mejor lo lleves. Las opciones están en el buffet. Por mi parte, le tengo cogido el gustillo a ver como se desarrolla una misma historia en diferentes formatos y uno de esos sándwiches mixtos que más me gustan son los que van de libro a cómic. Porque de libro o cómic a película está bien, pero normalmente sales disgustado. Y, en ocasiones, quedas pedante porque de ti sale como de un volcán la frasecita: «Eso en el libro no era así». Y la gente te odia por un segundo. Pero no puedes evitar decirlo. Sin embargo, de libro a cómic pocas (poquísimas) veces usarás «la frasecita». Primero, porque se suele respetar mucho las escenas importantes del libro y la que sale, suele ser igualita pero ilustrada. Y segundo, bueno, son muy pocos los que hablan consigo mismo y se dicen frases pedantes hacia dentro…

En este tejemaneje se mueve Windhaven, la novedad que publica Planeta Cómic este mes que no es otra cosa que el libro El Refugio del Viento trasladado a novela gráfica. Historia de los consagrados George R. R. Martin (ya sabéis, Canción de Hielo y Fuego, es decir, toda la saga de Juego de Tronos, aunque ha escrito otras muchas novelas y cuentos de Terror y Ciencia Ficción) y Lisa Tuttle (autora de CF, Fantasía y Terror también con bastantes novelas y relatos de dichos géneros publicados y ganadora también de los grandes premios estadounidenses del fantástico). Bien, pues Tuttle colaboró con el autor y guionista George R. R. Martin en una novela corta llamada The Storms of Windhaven que fue nominada al Premio Hugo -el más alto galardón que existe para la CF-, en 1976. Y Tuttle y Martin algo más tarde ampliaron la historia a una novela que se llamó Windhaven (El Refugio del Viento), que se publicó por primera vez en 1981. Era muy común en la época hacer esto con historias que lo petaban en formato corto, como por ejemplo, El Juego de Ender, de Orson Scott Card. Windhaven es una novela gráfica a todo color que ha sido adaptada por la propia Lisa Tuttle e ilustrada por la siempre genial Elsa Charretier (Star Wars: Capitana Phasma, Harley Quinn, Starfire…), una de las dibujantes del momento. La sinopsis cuenta:

«Entre las islas dispersas de un mundo oceánico llamado Windhaven, nadie tiene más prestigio que los alados. Estos mensajeros de alas plateadas cruzan mares traicioneros y desafían vientos cambiantes y tormentas repentinas para transportar noticias, rumores e historias a las comunidades más remotas de Windhaven. Maris de Amberly Menor tan solo es la hija de un pescador, pero es heredera de los navegantes de las estrellas que fundaron su mundo y de la familia de alados que la adoptó. Maris anhela volar por encima de todo. Sin embargo, el hermanastro de Maris es quien debe heredar las alas cuando alcance la mayoría de edad… aunque él sueña con otro camino. Así que Maris decide desafiar la tradición y la ley, exigiendo que los alados sean elegidos por sus méritos y no por herencia».

Y ahora os lo cuento con mis palabras y os resumo. La historia cuenta la vida de Maris, que en principio conocemos desde su vida de niña hasta que le llega el deseo de volar con los integrantes más importantes de su patria. Luego nos vamos a la lucha por cambiar la estructura de la sociedad en la que vivía. Y luego, a sus últimos años, donde vemos las consecuencias de toda esa lucha por la que tuvo que pasar. ¿Creéis que os hago todo este resumen rápido por que no me gustó? Todo lo contrario. La historia cubre un gran rango de tiempo y se disfruta con cada página. La historia fuera de la vida de Maris es bastante típica, eso si, pero la fantástica, la del mundo que engloba y como nos metemos en esa genial ambientación de una tierra donde todo es agua y hay la constante lucha de poder entre naciones…, Eso, my friends, mola cantidad. Por otro lado, me gusta avisar que en esta novela gráfica, hay bastante viñeta y texto y eso para el lector de cómic que apenas tiene tiempo para sentarse un rato a disfrutar y digerir lo que tiene entre manos; se puede asustar. Solo me queda pensar que o bien Lisa Tuttle no ha hecho mucho cómic o está tan enamorada de su historia que no quería dejar nada fuera.

Leí El Refugio del Viento hace años, el libro, mucho antes que Juego de Tronos. Y ya se veían en Windhaven cositas que se trasladaron a la enorme saga de Westeros (Poniente). Pero aquí nos centramos en un solo personaje y gusta ver toda su vida pasar. Y en formato novela gráfica. Es interesante ver también, como cambia Maris con el tiempo en ese mundo de egoístas. Concretamente, da un empujón fortísimo a la historia el dibujo de Charretier. Aporta una característica curiosa en ocasiones que es, muy poca expresión facial. Como si te enteraras de la historia como a vista de pájaro. Desde el aire, apenas apreciando detalles, dibujos que parecen sin terminar. A cierta gente puede no gustarle pero a mí eso me encantó.

Novelas gráficas que uno disfruta.

Reseña: Aniquilación Conquista. Prólogo, de Dan Abnett, Scott Lanning, Perkins, Gage y Lilly

Sin perderme nada del gran evento que es Aniquilación, enorme saga-evento que Panini Cómics continua publicando en estos geniales volúmenes en tapa dura tan asequibles; entro ahora en el siguiente tramo de arcos argumentales, la denominada Aniquilación Conquista. ¿Dónde? Por el Prólogo como todo buen inicio. La Aniquilación original reunió una pandilla de personajes cósmicos Marvel de los que puedo decir que pocos fans casuales sentían amor. Pero Aniquilación goza de ese don de las grandes tramas que no se hacen (en general) con personajes archiconocidos y terminan enganchando y gustando más de lo que se espera. Y en el transcurso de unos veintitantos números logra revitalizar el amor por los eventos Marvel que tantos nos gustaban a todos en los 80. Por eso, a nadie le sorprendió que se anunciara una secuela poco después. Y ahora, una vez más, la galaxia está en peligro por una amenaza casi insondable, y una banda heterogénea de héroes y antihéroes se han unido para luchar contra ella. A eso vamos en Aniquilación Conquista.

Durante los últimos tres meses hemos sido testigos del ascenso y casi caída del último miembro restante de los Nova Corps. Hemos visto a Quasar enfrentarse a su destino y buscar al supuesto salvador de la raza Kree. El misterioso Espectro (Wraith) tuvo la batalla más dura de todas, la de ganarse la aceptación de un grupo escéptico (de lectores también). Y si ganó esa batalla depende completamente de ti. Y luego está esa aventura con árboles parlantes, mapaches y explosiones masivas… jajaj. En definitiva, como os habéis dado cuenta no voy a spoilear la saga central a la que estáis tardando en acceder si no sabéis nada. Ahora es el momento de Aniquilación Conquista, que se parece bastante en sus inicios a su “madre” pero con unos giros argumentales que la hacen muy atractiva. Esos quiebros que junto a un genial diseño y grandes momentos, vuelven a aportar una historia épica. Eso si, os lo aclaro ya, si bien este arco entretiene a varios niveles, no deja la misma impresión duradera que deja su antecesora.

Empecemos por lo bueno. De alguna manera los escritores Dan Abnett y Andy Lanning lograron tejer una historia que logra ser accesible para nuevos lectores sin alienar demasiado a los fans que han estado siguiendo esta trama de que Panini Cómics la editara de nuevo. No puedo culpar exactamente a los lectores ocasionales por no querer invertir en cuatro miniseries diferentes que conducen a otra miniserie, pero es bien, haberlas leído. Se pueden disfrutar con independencia…, pero no es lo mismo. Y cada una a su tiempo, o mejor dicho, en orden cronológico tal como las está publicando la editorial marvelita por excelencia en nuestro país. Por supuesto, siempre habrá ciertos problemas al saltar a la mitad de una historia, y los nuevos se preguntarán quién es tal o cual o por qué Quasar anda con un dragón parlante. Pero en general, se mantiene firme y se entiende. Abnett y Lanning también logran establecer un tono adecuadamente oscuro y siniestro en esta serie. Al igual que con la Aniquilación original, el precio de la guerra se siente en cada viñeta. A pesar de que estamos leyendo sobre personajes divinos que patean asteroides como balones de fútbol, las batallas se desarrollan de una manera brutal y muy de guerrilla. Es «otra» guerra. El tandem, en realidad, hace un mejor trabajo comunicando la amplitud y el alcance de la batalla antes que cualquiera de sus vínculos anteriores. Hasta ahora, había descartado a Phalanx como una amenaza lamentable para cuando se enfrenta a Annihilus y sus fuerzas. Pero no hace falta decir que ahora todo es diferente. Es como cuando veías a un enemigo súper poderoso en Bola de Dragón y después aparecía en lontananza otro aún más fuerte, de mirada poderosa, que lo dejaba en bragas.

Esa es la sensación.

Ahora pasemos a lo no tan bueno. Me entristece decir que Conquista probablemente nunca estará a la altura de su predecesora desde un punto de vista puramente visual. Andrea Di Vito es un ilustrador algo difícil de seguir visualmente y Tom Raney no sería exactamente mi primera opción como ayudante gráfico a una posible segunda parte como es ésta. ¿El estilo de Di Vito era adecuado para una epopeya intergaláctica? Pudiera serlo pero a mí, en ciertos momentos, me satura. No sé, esto es como todo a mi no me gusta y a ti a lo mejor te encanta. Sin problema, los lectores de cómics no somos robots de una misma opinión y ahí está el encanto de lo friki. Sin embargo, ocurre que Aniquilación Conquista: Prólogo es un inicio decente que requiere un acto de fe basado en el pedigrí, o mejor dicho, pone en tela de juicio el pensar a qué nivel te gustó Aniquilación. Para mí, por el momento, es satisfactoria y, por supuesto, quiero saber más.

Reseña: Kraken (Integral), de Jordi Bernet y Antonio Segura

Recuperar obras como Kraken es importante. Súper importante que vuelvan a nuestros días y a las novedades de las librerías especializadas obras de cómic clásicas que tuvieron sus años de gloria en los benditos 80. Entre otras cosas, se supone que somos gente honesta, ¿y qué debe hacer la gente con esta virtud? Homenajear a los grandes, alabar a nuestros paisanos, sobre todo, con tal nivel de maestría y creatividad. Gente que puso el cómic español en cartelera mundial. Editoriales, en este caso, que tienen la consideración de poner nuevamente en la palestra a maestros como Jordi Bernet y Antonio Segura. Dos iconos de nuestro mejor noveno arte. Por eso, van mis aplausos para Editorial DQ que recién publica este integral de Kraken, una de las obras más representativas de Segura y Bernet como tandem, edición que recopila aquella miniserie en el mismo chulo formato en tapa dura que ya hiciera en su día el sello Evolution de Panini Cómics donde los fans del mejor cómic de género negro pudimos conseguir joyitas como Torpedo 1936, Los Relatos o Serie Negra. Y ahora Kraken queda genial en similar formato a esa colección. Eso sin contar el integralazo que se marcaron con HOMBRE.

Todos los relatos de Kraken se desarrollan en un mismo escenario: las cloacas y el inframundo de Metropol, la capital del crimen, la ciudad más corrupta del planeta. En este pozo negro, pútrido, regado sin cesar con desechos humanos, reina una criatura despiadada llamada el Kraken. Se ha creado un grupo de acción clandestino para localizarlo y destruirlo. Estos agentes policiales bastante peculiares y cada uno de su padre y de su madre, saben que no es solo ese “boss-final” el objetivo de la misión, porque las alcantarillas de Metropol también son refugio de forajidos y bandidos de la peor especie. Es decir, el paso, el durante, ya no es nada fácil de cruzar. Y ahora no me digáis que la premisa no es cañera y merece una serie o un film a lo Snyder. Ay Netflix, si me tuvierais de consejero…

Kraken no es la creación de Jordi Bernet más conocida. Lo es, la que os comentaba antes, Torpedo, creada casi doce meses antes, quizás tras el flipe tremendo de aquellos comiqueros de entonces a los que Bernet nos había hecho feliz con tales series. Kraken fue igual de exitosa pero con el detallito del cambio; pues se aleja del género negro para instalarse en esa Ciencia Ficción casi/semi/post-apocalíptica al que algunas ciudades cosmopolitas se ven abocadas. En concreto, una trama o un mundo que le permitió a Antonio Segura evolucionar con sus guiones y tener casi que más liberada sensación de creatividad a la hora de desarrollarlo. Y, sobre todo, una enorme plenitud gráfica donde Jordi Bernet esplende en el registro del fantástico y las historias de anticipación (como se llamaba entonces a la CF). Kraken tiene como protagonista al teniente Dante, un policía que patrulla las alcantarillas de Metropol y ahora va a liderar la caza del monstruo. Una espantosa y formidable aberración que vive en el más profundo corazón de las enormes cloacas de Metropol. Y que como buena historia de Terror apenas se deja ver si no es para que sea tu último momento. Pues este ser mata a los imprudentes que se refugian en estos sucios sumideros: drogadictos, asesinos, vagabundos e indigentes…, pero aun así, la escuadra de acción del teniente Dante intentará acabar con dicho mal. Pero que los sepáis, la obsesión por matar al Kraken, la criatura repugnante nacida de la pestilencia y la basura enconada de la ciudad, moviliza la energía del grupo. El Kraken, una legendaria criatura pútrida nacida de la contaminación y el vicio humano, es la esencia de la escoria de este laberinto que en realidad esconde propósitos mucho más oscuros.

El blanco y negro transcribe maravillosamente la sofocante arquitectura de las alcantarillas. Alien, La Cosa (The Thing)… son películas que se vienen a la cabeza cuando te sumerges en la trama de Metropol. Humor negro a raudales, tiroteos y buenos juegos de palabras, todo vale y es deliciosamente retro y estimulante. Segura escribe giros a menudo sorprendentes y no duda en romper ciertos tópicos. El dibujo vigoroso de Bernet hace maravillas con esa caras de piojosos y detalles de gente desnuda a la que todo se la refanfinfla. Todo muy Mad Max. Sangre, acción, suspense y un poco de magreteo. Lo que molaba en los 80. Década que vuelve a ponerse muy de moda en varios sectores.

Kraken vio la luz, al menos, en tres editoriales. Sinceramente, esperaba que alguien lo trajera de nuevo a nuestros días. Y ha pasado. Por eso, y simplemente por eso, mil gracias a Editorial DQ por la iniciativa. Por favor, que no quede aquí. Hay mucho más por publicar y lo sabemos. Como dijo Bernet sobre Kraken: «Era solo una excusa para contar historias que tenían lugar en un mundo podrido…». Le faltó decir…, como el nuestro.

Reseña: Las 5 Tierras. Volumen 2, de Lewelyn y Jêrome Lereculey

Casi cuatro meses después vuelvo a hablaros de una de las series más preciocérrimas que se pueden encontrar en el cómic europeo publicado en nuestro país. Y todo gracias a Yermo Ediciones, editorial que todo amante del cómic europeo, sabe que hay que tenerle un ojo puesto casi cada mes. En ella se pueden encontrar grandes títulos, y lo mejor, siguen anunciando más y más. El pasado febrero, Yermo nos traía el primer volumen de Las 5 Tierras (https://www.cronicasliterarias.es/?p=3663), volumen y saga que describí como poderosa, atractiva visual y argumentalmente (es lo que tiene hacer personajes antropomórficos bien hechos), uno de los pocos cómics que me han marcado con fuerza y de los que más pendiente he estado por próximas publicaciones. Ya sabéis, tema fantástico, muy a lo tragedia griega (a lo Juego de Tronos), serie coral con personajes algunos personalmente reconocibles, su mapa que no falte y estereotipos en los que se hace difícil identificar un héroe principal.

¿Qué puedo decir de Las 5 Tierras, de la que solo he leído el primer volumen que recogía los dos primeros capítulos? Pues principalmente que tiene un guión bien construido que nos permite sumergirnos de lleno en un mundo de seres que cada uno defiende sus intereses utilizando siempre que pueda la mentira, la traición, el amor y/o la amistad. Es decir, la vida misma. A lo largo de las páginas, entendemos que nadie es realmente blanco y mucho menos negro como un precipicio cuando la luna reinando en el cielo. En El Amor de un Imbécil sabemos que el trono vuelve a estar vacante, y esta vez los leones no pretenden dejar pasar esta oportunidad histórica de recuperar el poder. Las conspiraciones, las traiciones, los golpes bajos, vuelven a estar de moda en Angleon. El rey y su hermano se mataron mutuamente delante del hermano menor, que se había convertido en heredero del trono. Uff…, más villanía de la que se esperaba entre los leones que, liderados por el ambicioso Lyrio, se embarcan en una recuperación del poder. Todo, mientras buscan a Astrelia, que ha desaparecido sin dejar rastro.

La Misma Ferocidad aclara como el golpe fomentado por los leones fue reprimido con sangre. El Rey Mederion y Terys, su sombra, encarnan un renacimiento que pretende acabar con las rivalidades entre razas. Oportunidad de oro para los activistas que quieren derrocar la monarquía. Una vez más, la intriga política es fundamental para la vida de Angleon, ya que lejos del trono, todos, ya sean rehenes, mercenarios, guardaespaldas o informadores, trabajan por su propio destino.

Una cosa muy chula de esta serie -que creo no haber dicho aún-, es que entre álbumes se aporta un capítulo literario sobre el mundo fantástico en el que estamos inmersos. Capítulos informativos o narrativos muy a lo novela de Fantasía. Más relleno para ese compendio modular con tantas lagunas en nuestra cabeza al haber comenzado un serie que propone un mundo tan grande del que queremos saber más. Ese mundo que conforman no solo Angleon y sus islas, sino vastos continentes donde se suceden los acontecimientos de las Cinco Tierras, cuyo titulo indica sobradamente porque se llama así. Por ejemplo, en este segundo volumen se incluye La Historia de This, que habla sobre los Delliana que son una familia antigua de la alta nobleza de Angleon, caída en desgracia por haber tomado partido por los leones en la época de la ascensión de los tigres en la dinastía Magneon. Y cierra el tomo La Caída de los Leones que aclara la importancia de este clan, (uno de los dos más importantes de dicho mundo), pero especialmente se centra en como los tigres les suceden con la importante presencia de Magnus, el tigre de mayor inteligencia conocido.

El diseño es impresionante. Ayuda bastantes en historias de fantasía épica como ésta, la verdad. Refleja a la perfección los sentimientos de los protagonistas en escenarios espléndidos y así no tenemos ninguna dificultad para reconocer a los diferentes héroes y distinguir claramente las especies o razas a las que pertenecen. Por otro lado, una cosa que no me queda clara es, que actualmente hay publicados cinco álbumes y aquí se han traído dos tomos que cada uno contiene dos de ellos. Es decir, queda uno colgado a no ser que la serie continúe (eso espero) con la misma trama o arco y cierre en un sexto. Si cierra, que esa es otra. No sé, Yermo Ediciones supongo que lo explicará o demostrará con títulos más adelante.

Yo sigo enganchado.

Reseña: Veneno vs Matanza, de Peter Milligan y Clayton Crain

No es ningún secreto que a mis años Venom (Veneno) se está convirtiendo en mi personaje favorito de Spiderman. Realmente no tengo ningún tipo de base racional para esto… O quizás sea, que aprovechando que Panini Cómics está publicando en tomos recopilatorios todas sus aventuras, decidí ponerme con un personaje del que no sabía nada y curiosamente nunca me atrajo. Pero ahora sí sé que me encanta leer todo en lo que se inmiscuye. Van unos cuantos títulos ya a mis espaldas. Y eso que algún que otro amigo me dice siempre que ciertos dibujantes no lo han hecho nada bien con el personaje. Sin embargo, nadie o casi nadie me comenta alguna pega para con sus guiones. Y pregunto yo: ¿Es un villano del que apenas se quiere saber y solo te fijas en cómo lo han ilustrado? En realidad, no hay ninguna razón para no disfrutar de las buenas historias que se están publicando ya que, insisto, se están editando todas y, en principio, las mejores, en tapa dura, colección que queda de maravilla en la cómicteca. Dos cosas: primero, Veneno no es un villano es un antihéroe. Y segunda, si queréis ver una somanta de palos de las buenas con una idea original solo tenéis que leer este Veneno vs Matanza que os reseño hoy.

Un 100% Marvel HC que contiene la miniserie Venom vs. Carnage 1-4. Una historia que se centra en la premisa o preguntas retóricas: ¿Qué es peor que un simbionte alienígena malévolo? ¿Dos? Y que es peor que eso… ¿Tres? Así es: el asesino y descendiente de Veneno llamado Matanza (Carnage) está a punto de dar a luz a una criatura simbiótica de indescriptible poder y apetito. La pregunta es, ¿quién va a criar al BEBÉ? Pues el asesino en serie Cletus Kasady dice que ni loco (jajaj), el psicópata asesino quiere terminar con la vida de su «hijo» antes de que comience a ser incontrolable. Y mientras Veneno y Matanza chocan en los cielos entre patadas, mordiscos, arañazos y puñetazos, la terrible progenie, el simbionte recién nacido, reclama un anfitrión. Y ha puesto sus primeros ojos en un oficial de policía de la ciudad de Nueva York al cual lleva a un mundo de locura y caos. Mientras tanto, Spiderman y la Gata Negra se unen a la refriega pues los simbiontes rojo y negro están demasiado enfrascados en su lucha a muerte como para percatarse que un hombre de vida sencilla y normal, está luchando por su alma.

No me gusta el dibujo de Clayton Crain. Llamadme antiguo o rancio pero un dibujo en un cómic debe ser “un dibujo en un cómic”. No me gustan los renderizados a lo videojuego o a lo film animado. No sé, me sacan de la historia. Y una historia con bastante potencial como la que se marca aquí el maestro Peter Milligan, no lo merece. Milligan es uno de los grandes guionistas británicos de los 80 que comenzaron a trabajar para el mainstream estadounidense junto a grandes como Alan Moore o Neil Gaiman. Un guionista que me gusta porque aporta frescura y atrevimiento a un mercado yanqui que en ciertas épocas se encasilla. Su trabajo con la serie de X-Force supuso una revolución para el propio género superheróico, y me pareció brillante. Y eso es, en mi opinión, lo que hace que el barco no se hunda. La historia. Lo que hace que Veneno vs Matanza pueda ser leída de una buena sentada, uno de estos días de tanto calor donde solo apetece cerveza bien fría o té helado, lugares con sombra y olor a césped, mar o piscina, cerca.

Es posible que hayáis oído que este titulo trata sobre los orígenes de Toxin. EL BEBÉ con más colmillos que una fiesta de cocodrilos. Mira, los simbiontes alienígenas se reproducen de manera poco inusual, y aparentemente, tocaba que Matanza diera a luz algún día. Sin embargo, esta nueva descendencia podría ser la número mil de la línea de simbiontes y nadie nunca dijo nada al respecto. Es Peter Milligan quien desvía un poco la idea y surge la originalidad. Con el añadido de, decir que Veneno quiere entrenarlo y Matanza solo quiere matarlo. Ahí es donde entra la parte «versus» del título. Pero el bebé de Carnage termina uniéndose a un policía de Nueva York para convertirse en Toxin. Si este no es el cómic de origen del bIChO, al menos, es el primer titulo donde lo he encontrado yo.

¿Queréis saber de qué es capaz este hijo de mala madre? Esta es vuestra lectura.

Reseña: Mary y el Gigante, de Philip K. Dick

Otra de las novelas principalmente inéditas del desaparecido maestro Philip K. Dick que acaba de editar Minotauro es Mary y el Gigante. Una historia en principio simple pero efusiva, de una chica de pueblo pequeño que intenta abrirse camino para salir de una existencia donde parece atrapada con camisa de fuerza. Dicen que Mary Anne Reynolds es uno de los personajes más convincentes y empáticos que jamás llegó a crear el maestro de Illinois. Estoy de acuerdo. Y eso que Dick es un poderoso creador de personajes. Pero Mary tiene ese no sé qué, ese algo que te suena en su modo de hacer las cosas. Que conoces. Lo típico de: «Me suena tu cara y no sé de qué». Aun así no es solo ella. Mary y el Gigante está llena de personajes coloridos y claramente representados que se asocian con la escritura de Dick y, como evocación de un tiempo y un lugar determinado, se vuelve magistral. Tienes esa poderosa sensación de que existieron. Sin embargo, uno no puede evitar preguntarse si el personaje de Mary sería tan comprensivo hoy como podría haberlo sido en el pasado. Tengo la sensación de que la mayoría del público moderno, lejos de sentir empatía por Mary, estarían más inclinados a darle una buena bofetada; una chica sin rumbo, petulante en ocasiones, y tan explotadora como explotada. Schilling, por el contrario, aunque es ese escandalosamente “hombre mayor” para los estándares de 1953, es mucho más comprensivo. Solo quiere establecerse, encontrar el amor y trabajar para llegar a la jubilación. Puritano, conservador, como lo queráis llamar. Pero un tipo más común de encontrar en una sociedad estable.

Es California, principios de los 50, y Mary Anne Reynolds, de veinte años, vive en la pequeña ciudad de Pacific Park. Trabaja en un almacén, es intimidada por su padre borracho y abusivo y, naturalmente, odia su existencia. Lo único que le gusta en la vida es ir al barrio negro de la ciudad y escuchar jazz en un club de poca monta. Allí, a través de un pianista blanco (un beatnik amable y lánguido llamado Paul Nitz), conoce a un cantante negro llamado Carlton B. Tweany, una especie de Paul Robeson (actor, cantante, defensor de los derechos civiles…) de Pacific Park. Se puede decir que Mary se arroja sobre él y se convierten en amantes, pero el lacónico Tweany no puede soportar la búsqueda continua de Mary Anne por el significado de la vida. La deja por una groupie. El próximo amante de Mary es Joseph Schilling, un hombretón de cincuenta y muchos tacos, dueño de la tienda de discos clásicos donde ahora se ha puesto a trabajar. Schilling está enamorado de Mary y le enseña sobre música y musicales, pero ni siquiera él puede retenerla. Surge de la posibilidad de un matrimonio (poco duradero) con Paul Nitz y entonces…, bueno, Philip K. Dick en realidad le permite Mary un mínimo de felicidad pero intensa. De esa que muchos llaman “dickiana”.

Sería interesante ver qué opináis los que hayáis leído Mary y el Gigante u os dispongáis a hacerlo. Os puedo decir ya, por mi parte, que es una de las novelas “realistas” de los últimos años que más he disfrutado. Yo que abogo tanto por la literatura fantástica. La disfruté como disfruto la mayor parte de la escritura de Philip K. Dick (quién me diría hace un tiempo que comentaría esto sobre una novela de Dick). Pero sinceramente ando algo decepcionado con el libro como novela. Especialmente, por el inevitable final, donde esperaba algún giríto. Mary finalmente encuentra satisfacción en su bebé, aunque no sepamos quién es el padre. Solo satisfacción por lo que una mujer así puede esperar del mundo, de su estancia en este nuestro plano, etc. Uff, ¿no? Si que es cierto que parece un capítulo final añadido. Mmmm, no sé, no sé, me huele que aquí hubo retoques o “consejos” editoriales. Sin embargo, otra novela póstuma que debería poner fin a las viejas afirmaciones de que Dick no era un estilista. Lo era y podía llegar a ser muy elegante. Y es maravilloso aquí que Mary no sea brillante o de una gran belleza. Aunque Dick la dota de una fuerza silenciosa que cobra vida.

Maravillosa escritura. Recordad que estamos hablando de una novela que tardó treinta años en ver la luz. Dramón interesante de uno de los mejores escritores de CF de toda la historia. Como una buena balada de un grupo de rock.

Reseña: Danger Unlimited, de John Byrne

Aleta Ediciones realmente nunca se fue. Hay tras ella un tío comiquero de los que valen su peso en oro como es Joseba Basalo. De esos editores que siempre han estado ahí contra viento y marea, consiguiendo grandes títulos USA para su moderado catálogo, que las grandes casas o editoriales no sé porqué no se atreven a publicar. Títulos que molan tener. De hecho, Aleta Ediciones fue la primera en traer a nuestro país el exitazo Invencible, de Robert Kirkman. Y sacó en su día joyitas del cómic que para muchos pasaron desapercibidas y que son geniales como Xenozoic (la recopilación completa de la obra maestra de Mark Schultz, que inspiró el videojuego Cadillacs & Dinosaurios), Tex, Dylan Dog o Savage Dragon; personaje que amo y que no entiendo porqué nadie se atreve a hacer integrales de sus maravillosa serie regular.

Aleta Ediciones es de esas editoriales donde puedes encontrar chuladas de cómic independiente como Danger Unlimited, del maestro John Byrne. Cómics de autor que me encanta tener, leer, los disfruto bastante y eso que no cuentan con el poderío-centrismo de proceder de ninguna de las dos grandes casas comiqueras estadounidenses que todos conocemos. Ver a un maestro haciendo lo que le gusta, sin reparos (aunque Byrne hace lo que le viene en gana esté donde esté), un cómic donde todo es originalidad emergente del propio don creativo de un autor que se lo guisa y se lo come todo.

En Danger Unlimited, los días de los superhéroes han quedado atrás. Cien años han pasado desde que cuatro superhéroes lucharan por salvar el mundo. Pero ahora, en 2060, ¿quién lo hará? Un mundo donde tampoco tienen poder ya las súper potencias. En este futuro lejano (¿?), aquella batalla interminable está llegando a su fin y el lado de la justicia está perdiendo. La Tierra ha sido conquistada por una raza alienígena y los humanos súper poderosos han sido prohibidos. La raza humana necesita ayuda, algo de potencia de fuego de alta resistencia, o tomar el rumbo de una humanidad que se ve encaminada a la extinción. Todo empezó, como os decía, en diciembre de 1959, cuando la familia Carson se encuentra con el explorador Mike Worley en América del Sur donde investiga una antigua nave espacial que se estrelló en la selva amazónica. Los sistemas de la nave atrapan a los cuatro y los exponen a una sustancia misteriosa que les da a cada uno súper poderes que usan para luchar por el bien común. Y lo llegaron a hacer como los Danger Unlimited originales. Pero la historia solo comienza ahí. Esto se cuenta a través de flashbacks donde sabemos como la Tierra va a terminar siendo sometida. A partir de aquí…

Obviamente, una obra que recuerda mucho al material de Next Men. No es una sorpresa para nadie esta comparación. Pero Danger Unlimited tiene el rollito de estar condensada en un único volumen y eso para devorarse en un par de sentadas en la piscina o playa, mola. El volumen recopila los cuatro números de la miniserie que lanzó Dark Horse en TPB allá por mitad de los 90. Si bien estoy contento de que se publiquen cositas así, cuentos clásicos de superhéroes del maestro Byrne que oscilan entre dos escenarios, presente y futuro (un futuro mundo gobernado por extraterrestres con referencias a su serie Babe), estoy un poco triste por estos mismos personajes, de los cuales nunca voy a saber nada más. Merecen algo algo más de continuidad. Queda esa mini angustia. Lo que pasó con Danger Unlimited es que la industria y el mercado en la década noventera se volvió frágil por diversos motivos. Fue realmente una lástima ver como algunas series -tuvieran tíos con músculos hasta en la orejas o no-, sí que gozaban de tramas interesantes. Algunas merecían mucho más y para nada estar en el mismo saco de aquel porcentaje alto de guiones sin control. Os aseguro que el Danger Unlimited #1 es uno de los primeros números de miniserie más sólidos de cómic de autor que he leído en mucho tiempo.

Echadle un ojo a este tomo y veréis si tengo razón.

Pijameo del bueno por los cuatro costados.

Reseña: Promethea (Edición Deluxe), de Alan Moore, J.H. Williams III, Mick Gray, Charles Vess y José Villarrubia

Una de las cosas más chulas que he visto últimamente como protección para un cómic lo trae la Edición Deluxe de Promethea, de Alan Moore, que está publicando ECC Ediciones. Lo tenéis que ver con vuestros propios ojos. Respecto al interior, pues qué decir que no se haya dicho ya. Promethea es, en esencia, el mejor homenaje a uno de los iconos de la Trinidad que Moore elaboró por su cuenta. Para los que aún andáis espesos a estas horas… ¿no está claro que Promethea es la mejor Wonder Woman escrita? Y ahora imaginad una Edición Deluxe en tres volúmenes, dibujadas por el maestro de la ilustración J.H. Williams III y con extras inéditos jamás publicados en nuestro país. ¿Pues que queda? Sin duda, uno de los cómics publicados este año que uno/a quiere tener sí o sí en su cómicteca. ¿Me equivoco? En esta hermosa, a menudo brillante serie, ahora completa en una edición imperdible, Moore se señalaba con un regreso a los cómics deconstruccionistas de superhéroes. Por otro lado, os contaré bajito y al oído, que cualquiera que esté interesado en el simbolismo del Tarot, especialmente en el modo Thoth-Crowley, y su conexión con el ocultismo general, encontrará en Promethea, una guía maravillosa para con el simbolismo básico de los Arcanos Mayores y el Árbol de la Vida. De hecho, los poderes particulares de Promethea se basan en los cuatro elementos de ese “traje”.

Allá por finales del pasado siglo, la audiencia general del cómic andaba algo contrariada por lo que para ellos era el pseudo-misticismo de Alan Moore… Y las paparruchadas que decía. Sus paranoias, sus fumadas y su promoción de temas ocultistas básicos está claro que no son para todo el mundo. No todos nos lo tomamos igual. Un ídolo, un maestro, un dios del noveno arte no podía perder la chaveta tan fácilmente. Pasa que, de tan diferente que uno quiere llegar a ser, si eres un personaje conocido, tienes que tener cuidado de no cruzar ciertas líneas, y Moore siempre intentó llegar más allá y lo peor, públicamente. Sin embargo, de vez en cuando anunciaba novela gráfica o miniserie y eso nos volvía a hypear a todos. Y aún más sabiendo que cualquier ilustrador iba a decir “sí” a una propuesta del barbudo de pelo largo. Sólo hay que ver lo soberbio del arte de Williams y Gray en algunas interpretaciones visuales inesperadas de los Sephiroth en este ingenioso cómic que se marcaron. La trama de Promethea se divide en una miniserie de números (en su día grapas) y en Libros (Book 1, Book 2… etc). Todo-todito-todo está aquí. Y con una genial Introducción del propio Moore (Una aventura en el folclore). La historia comienza con un prólogo ambientado en Alejandría en el año 411 d.C. En el que un extraño anciano con poderes místicos salva a su hija de unos malhechores monjes asesinos. Luego saltamos a una Nueva York actual (1999) que tiene taxis sin ruedas, policías en platillos voladores y un exitoso cómic sobre un gorila que a todo el mundo llama la atención (guiño-guiño). Conocemos a Sophie Bangs, una estudiante universitaria normal y corriente amante de las ciencias alternativas que está escribiendo un trabajo para clase de Folclore y visita a Barbara Shelley, la viuda del último tipo que escribió sobre Promethea. Sin embargo, Sophie recibe rechazo y el siguiente consejo de Barbara: «No quieras ir a buscar el folclore. Y tampoco quieras que el folclore venga a ti». Mucha desorientación en este consejo, y bueno, ese ansia que a uno/a le entra cuando le prohíben algo. Hasta que es demasiado tarde para Sophie y se convierte en la nueva «anfitriona» de Promethea…

Alan Moore no estaba escribiendo sobre folclore aquí, sino la creación de una nueva superhéroe femenina. Aporta esa mezcla perfecta de magia, simbolismo y misticismo, que mola. Ignorando la advertencia como hacen los valientes, Sophie Bangs continúa sus estudios y casi muere a manos de una criatura sombría (Smee) cuando descubre el secreto de Promethea. Sophie sobrevive. De pronto, se encuentra transformada en Promethea, historia viva de muchas encarnaciones y ahora encarnación humana que debe sobrellevar. Pero la fusión apenas ha comenzado cuando ya se le exige dominar los secretos de sus predecesores, si no quiere ser destruida por varios de los antiguos enemigos de dicho ente.

Alan Moore, con la ayuda visual del equipo Williams y Gray, forja un mundo dominado por ideas científicas con un guiño a los superhéroes que representan el vigilantismo del cómic clásico. Eso si, cada uno de los arquetipos reforzados y visionados de un modo que engancha. El don de Moore esplende aquí. Y bueno, no voy a olvidar del trabajazo que hace nuestro paisano José Villarrubia en el Book 2.

Cualquiera que lea o ame de algún modo la literatura de ocultismo o mágica, debe ser consciente de que estamos hablando de un cómic atractivo para él o ella. No obstante, cuando Moore se apega a un hilo narrativo real, Promethea se vuelve brillante. Una cosa que me encanta es como el autor de Northampton a veces pone a la protagonista a interpretar el papel humano y otras explora la visión del ente viviente que es en definitiva Promethea. Logra de forma maravillosa la distinción dentro de la percepción. Un cómic con una ideal espléndida y en un formato exuberante. Sobran las palabras.

Reseña: Después, de Stephen King

Lo siento, pero sigo siendo de esas personas en las que aún se enciende una llamita cuando está en ciernes una nueva película de M. Night Shyamalan y/o un nuevo libro de Stephen King. Dos maestros para nada comparables (por fin el Tito King es considerado un maestro a todos los niveles en su tierra y no como en los 80s cuando los críticos quisieron dañarle al máximo); pero dos creativos que han aportado muy mucho a mi vida literaria y fílmica en cuestión de gustos. Por lo que el tema está claro. King saca historia y ahí estoy yo uno de los primeros. No quiero que nadie me cuente nada, no quiero saber nada ni por casualidad y quiero leer/tener súper-ya su nuevo título Después (Later) que como siempre publica en nuestro país Plaza & Janés. Una novela que os digo ya que se devora en nada. Este Lector Constante que os escribe ha disfrutado de lo lindo. Una tarde-noche-desayuno me duró esta novedad. Hacía tiempo que no leía tanto y tan rápido. Increíble el enganche que me produjo Después. Por que King sigue siendo capaz de emitir ese tipo particular de magia entre lector y escritor, que muy pocos consiguen. Telepatía, que la llamó una vez. ¡Y con tantos libros! Lo sabe uno/a cuando tienen entre sus manos una nueva novela del de Maine. Una sensación difícil de describir si no la has vivido.

En nuestro país es difícil de ver que los personajes contenidos en las portadas de sus novelas tienen ese inconmensurable esplendor de ambiente que King aporta en sus historias. Es mi única crítica. Pero me alegra ver que las editoriales poco a poco está esforzándose en esto (os confieso que hay portadas de libros de Terror USA que tengo enmarcadas). Pero yendo a lo que vamos, Después, la recién publicada novela de Stephen King en nuestro país, logra exactamente el tipo de consuelo escalofriante que buscamos los Lectores Constantes, como nos llama el Rey del Terror. Ese consuelo que intentamos calmar, al menos, una vez por año. Por favor, que nunca nos falte este hombre…

En parte thriller de detectives, en parte, género de Terror, Después es el libro que debéis leer y disfrutar en estos piscineos y playeos que se avecinan. Cuenta la historia de Jamie Conklin, un niño que vive con su madre soltera, la cual mantiene a su hijo como agente literaria en la ciudad de Nueva York. Jamie es un niño relativamente normal, salvo por el hecho de que puede ver (y hablar) con personas muertas. ¿El Sexto Sentido? Sí, ese mismo encuadre. Está claro y se hace inevitable pensar desde el primer momento en el film de 1999 de Shyamalan. Y como King puede ser de todo menos tonto y fue consciente de las similitudes, hace que Jamie informe intencionadamente al lector con “Esto no es como en esa película de Bruce Willis». Pero no estoy seguro de que esto a muchos de ustedes os valga: su habilidad en Después es muy similar a la Cole (Haley Joel Osment en El Sexto Sentido). Sin embargo, sí que hay diferencias notables. Por ejemplo, en esta novela los fantasmas parecen seguir dos reglas muy particulares: primero, siempre dicen la verdad, y segundo, desaparecen a los pocos días. ¿A dónde van? Terror puro me dio descubrir que King nunca lo cuenta…

Aprovecho para deciros que estamos ante una novela que considero corta pese a sus doscientas y pico páginas. Incluso con la rapidez que se lee, las sensaciones son de estar leyendo un cuento largo por como está construida. No sé si os pasa, pero a mí con algunas de las novelas chulas que ha escrito King, no quería que terminasen. Me pasó, por ejemplo, con IT, que no es de las nuevas (1986), pero es un tochal de los buenos. Y cuando la terminé me sentí vacío como cuando finalizamos una relación con la que hemos disfrutado mucho. Por cierto, hilando temas, los lectores familiarizados con el bestseller IT, se emocionarán al descubrir que en Después se rescata el Ritual de Chüd. Aquel que el Club de los Perdedores utiliza para enfrentarse al demonio interdimensional conocido como «It». En Después, Jamie nos pone en contacto directo con un ser cósmico muy inquietante y similar, y hasta aquí puedo leer…

Las muchas virtudes de King brillan nuevamente. No me gustan esos comentarios sobre el Rey del Terror en ciertas reseñas donde alegan: ¡Ha vuelto! A ver, a ver, a ver, friends. El Tito King es como la canción de Taxi que repite una y otra vez: Jamás me fui. Aunque sí que es cierto que cuando llevas mucho tiempo sin leerle impresiona su habilidad para traer una letanía de horrores que en principio son clichés que no debieran asustarnos. Pero funcionan. Y depende de donde te encuentres, la situación y el momento, puedes pasarlo realmente mal. Jamie Conklin se enfrenta no solo a fantasmas y a la amenaza de un poderoso ser, sino también a enfermedades hereditarias, el colapso de la vivienda de 2008 y el aumento de las facturas de hospital. Me cautivó particularmente la relación entre Jamie y su madre. Tampoco creo que nadie pueda captar mejor la particular angustia que surge al envejecer y descubrir que los adultos no son tan infalibles como alguna vez pensaste. Aparte, King consciente de su público y de las constantes críticas por sus flojos finales, aquí aporta un impactante final que hará que muchos de vosotros (como yo) busque en Internet para saber más del “tema”.

¿Sinceramente? Estáis tardando en leerlo.

Reseña: Quena y El Sacramús Vol.6, de Gos y Walt

Sexto volumen de un título ameno y divertido. Y aunque van seis integrales de esta chula recopilación, sigo recordando que son cómics que se disfrutan por si solos, que en un porcentaje muy alto apenas hay continuidad y que contienen aventuras independientes. De hecho, conozco a gente que se pilla solo los volúmenes porque una o dos de las historias interiores le atrae. Otras, que solo pillan el integral por aventuras que no tienen en colecciones antiguas. Sea como fuere, Quena y el Sacramús no deja de ser otra maravilla del noveno arte que se publica actualmente en nuestro país gracias a Dolmen Editorial y su colección Fuera Borda.

El Sacramús (Le Scrameustache) es un animal extraño y amigable que proviene de las estrellas. Con su amigo Quena (Khena), viaja por el universo para ayudar a todo habitante de la galaxia y así desentrañar los grandes misterios del Universo. Esta sería la premisa general que define a  Quena y el Sacramús, el cómic clásico de la BD, otra de las chulas colecciones que se pudieron seguir en la famosa revista Spirou. Un titulo de los maestros Gos y Walt, que desde su aparición en 1972 consiguió llegar a la friolera de 44 álbumes. ¡Ah, otra buena serie de mi infancia lectora de cómic europeo gracias a mi Tito Americano! Como en cualquier buen cómic juvenil, lo que me seduce de esta saga son sus siempre variadas y originales aventuras con trasfondo de clásica Ciencia Ficción. Creo haber hablado de ella en alguna que otra conversación comiquera con amigos; es ideal para hacer que tus peques se interesen por la CF, pues esta serie realmente tiene todo para complacer, al menos, al público joven. Personajes entrañables, tramas cautivadoras, buen humor en general… y sobre todo, ¡un dibujo magnífico! Que provoca una terrible nostalgia de los buenos tiempos pasados que uno/a tuvo cuando en nuestra vida no había otra preocupación que pensar en qué gastar el tiempo libre.

Quena y el Sacramús es preciosista, nunca violenta, fresca, tramas con un ligero humor que apetece leerse mucho ahora que el calor aprieta, donde solo apetecen lecturas ligeras, no demasiado complicadas… ¿Quién no brinda por una buena historia de CF mezclada con humor? Detallitos muy chulos que ayudan a forjar la imaginación. Este sexto volumen contiene tres nuevos álbumes. Hay que recordar que los padres, el hermano y la hermana de Quena se quedaron en el siglo XVI. Sin embargo, el padre de Quena prepara a sus hijos para un regreso al siglo XX creando un portal dimensional. Por su parte, Quena quiere ir a buscar a sus padres en el siglo XVI y recuperar, con el Sacramús, el platillo que quedó en la luna. ¿Pero qué ocurre cuando viajan en el tiempo y el portal desaparece? ¿Y si la temida Peste de dicho siglo hubiera azotado la villa donde vive su familia? Todo esto se cuenta en El Gran Regreso.

El siguiente álbum es El Origen del Sacramús. Una genialidad que me ha encantado leer/tener. Por que además de contar el origen del “bicho” llamado Sacramús, la historia sirve como precuela al álbum que inició esta maravillosa serie. Muestra a Najboul, un científico adelantado a su tiempo, y como lleva a cabo un experimento genético destinado a crear un ser combinando con las cualidades de varios animales. Así nació. Pero el éxito de Najboul despierta mucha envidia, tanto entre sus eruditos colegas como entre los Stix, y Najboul es detenido…

Las Alaridesas cierra este sexto integral. Donde la prometida del Renegado quiere sacar a su amado de la cárcel y casarse con él. Lo que se hace en presencia de los testigos, Quena y el Sacaramús. Además, ella expresa el deseo de hacer su luna de miel en la isla de Aran, habitada por las Alaridesas, criaturas encantadoras pero fácilmente irascibles. Pero, ¿y si aprovechara la oportunidad para vengarse de los galaxianos? Y peor aún, ¿y si apareciera un enemigo al que creían derrotado? Siguiendo la opinión de mi Tito Americano al que pregunté para esta reseña que opinión le quedaba tras haber leído todo-todo de esta obra en su día (recordé que era una de las que leyó y comentó que la disfrutó mucho en su idioma original), os traslado lo que me dijo: «Desafortunadamente, como cualquier saga, The Scrameustache duró demasiado. Y, por supuesto, después de un tiempo, las historias comenzaron a ser algo repetitivas. Menos interesantes argumentalmente…, para un adulto. Pero esta percepción me vino después de haber leído unos veinticinco tomos. Lo que ya es de valorar. Además, es una serie que huele bien de lejos. A perfume francés. Donde se puede encontrar intacto el encanto retro pero no anticuado de estos cómics».

¿Es bueno o no?

Puedo decir sin vergüenza que me gustó mucho esta serie y que desearía gozar de más integrales así. El dibujo agradable que promovía la editorial o casa Dupuis al otro lado de los Pirineos; perfecta legibilidad, dinamismo de la línea de dibujo, vivos colores que encienden el sentimiento, galería de personajes rica y variada (un villano malo-maluto de los que no se olvidan), escenarios construidos muy al estilo fílmico… Autores que casi cincuenta años atrás ya innovaban. El mundo/Los mundos que Gos crea en esta serie son guays. Las aventuras pueden recordar a las mejores historias de Peyo con Los Pitufos. Una compra ideal para disfrutar con tus hijos y para ti que siempre eres capaz de valorar un cómic bien hecho.